Automotrices desisten de lanzar en el país al menos unos 15 modelos

Automotrices desisten de lanzar en el país al menos unos 15 modelos

La mayoría de los postergados pertenecen al segmento de modelos premium o de alta gama, que por su valor se verían afectados por la segunda escala de los impuestos internos.

En un año marcado por el impacto que provocó en la demanda de autos la aplicación de nuevas escalas del impuesto a vehículos de alta gama, más el efecto de la devaluación y la inflación, las automotrices replantearon su producción y dejaron de lado lanzamientos de vehículos que iban a llegar este año a las calles.

Por lo menos 15 modelos con lanzamiento programado o con expectativas ciertas de desembarcar durante este 2014 fueron postergados o directamente cancelados. El listado es más amplio si se tienen en cuenta los modelos y versiones que formaron parte del portfolio de las marcas hasta comienzos de este año pero que, paulatinamente, fueron quitados de las vidrieras ante la casi nula demanda, en algunos casos, o la imposibilidad de reponerlos desde sus lugares de origen por las restricciones del Banco Central para “liberar” las divisas a los importadores, en otros.

Si bien para cada modelo existen condicionantes particulares, la mayoría de los postergados pertenecen al segmento de modelos premium o de alta gama, que por su valor se verían afectados por la segunda escala de los impuestos internos, que tiene una alícuota de 50% sobre el precio mayorista (además del 35% que ya tienen aquellos importados de extrazona). En este lote se encuentran, entre otros, el Alfa Romeo 4C, un deportivo compacto de la marca italiana perteneciente al Grupo Fiat (ahora Fiat Chrysler Automobiles), que se presentó globalmente el año pasado; varias versiones más potenciadas de Audi, como el SQ5, el RSQ3 o el RS7. Lo mismo pasa con otra marca alemana, BMW, que acusa caídas en las ventas de casi 90% y, si bien sigue trayendo “a pedido” la mayoría de sus modelos y versiones especiales, dejó para más adelante la renovación de sus SUV X5 y X6, los nuevos Serie 2 y Serie 4 y sus correspondientes versiones deportivas M.

Pero no solamente las marcas premium postergaron lanzamientos. Dentro del conjunto de generalistas, se puede mencionar a Citroën, Ford, Hyundai, Renault y Volkswagen.

En el primer caso, analizaba traer durante este año el modelo tope de gama de su líneapremium, el DS5, que incluso fue una de las principales atracciones del último Salón del Automóvil de Buenos Aires; Ford, en tanto, decidió no fijar fecha para la llegada de la nueva generación del sedán Mondeo (conocido como Fusion en otros mercados) o el totalmente renovado Ka.

La marca coreana Hyundai postergó la llegada de la nueva Grand Santa Fe, y sólo trae a pedido los modelos Veloster, Génesis o Elantra.

A falta de 0 km, usados. Hoy, la principal preocupación que tienen las concesionarias es no quedarse desfasadas con los valores de reposición. Ante la caída en la producción de las terminales locales, más el recorte de importaciones por la escasez de divisas, muchos debieron “volver a las fuentes” y volcarse al mercado de compraventa de usados. El fenómeno, que es más marcado en plazas del interior del país, se evidencia con anuncios clasificados y acciones de marketing que apuntan a la “toma de usados” no necesariamente para aplicarla a la compra de un 0 km, como ocurría en condiciones normales. “Es algo relativamente normal, que se ha hecho siempre”, explica Rubén Beato, vocero de Acara. “Ante la falta de stock de las terminales y las restricciones para traer los modelos de Brasil, los concesionarios necesitan tener capital de trabajo, no les sirve de nada quedarse con el efectivo”.

Además de comprar usados en buen estado, en algunos casos la opción también es la recompra de planes de ahorro adjudicados o caídos, agrega Beato, ya que con eso “se logra hacer una diferencia y afrontar costos operativos”.

Comentá la nota