La renuncia del ministro de Hacienda de la Nación, Alfonso Prat-Gay (ver diario Crónica), generó dispares reacciones en Corrientes. Para el ministro del mismo rubro correntino, Enrique Vaz Torres, el hecho no es muy relevante para la Provincia, ya que, en su visión, Prat-Gay no incidía demasiado en la relación del día a día con las provincias.El senador provincial Noel Breard (UCR-ECO), con una mirada más política, lo vio como la expresión de tensiones en el seno del Gobierno nacional, que confía en que se irán resolviendo. Así lo analizó en un diálogo llamativamente anticipatorio que mantuvo anteayer con EL LIBERTADOR y que ratificó ayer, a la luz de estos acontecimientos que sacuden al país.Finalmente, el diputado provincial Martín Barrionuevo (PJ) advierte una atomización en la estructura de conducción de la política económica nacional y evaluó negativamente los resultados obtenidos hasta ahora.El ministro Vaz Torres explicó ante EL LIBERTADOR que el diseño del ministerio que encabezaba Prat-Gay "estuvo más bien vinculado a las relaciones externas, esto es, negociación con los holdouts, eliminación del cepo cambiario, salida del default…".En cambio, "todas las relaciones interiores estuvieron a cargo de (el ministro del Interior) Rogelio Frigerio". Por lo tanto, desde ese punto de vista consideró que el desplazamiento de Prat-Gay no tendrá un efecto sobre la realidad provincial.Recordó que la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Hacienda y Finanzas estaba a cargo del ex diputado kirchnerista (Gustavo) Marconato, que "imponía el viejo estilo del toma y daca". Entonces destacó como positivo que dicho funcionario "se fuera con el Ministro".También vio con expectativa favorable que el nuevo ministro de Finanzas, Luis Caputo, tenga "muy buena relación con el Banco Central". Respecto del reemplazante de Prat-Gay en la cartera de Hacienda, Nicolás Dujovne, reconoció que "no lo conozco mucho, pero tengo entendido que tiene un perfil dialoguista, que me parece importante", y confió en que llevará adelante "un plan fiscal de contención del gasto".Respecto a la división del Ministerio nacional en una rama de Hacienda y otra de Finanzas (a cargo, respectivamente de Dujovne y de Caputo), recordó que "al que la gente vota es al Presidente, y cada gobernante define las estructuras de gestión que le parecen más convenientes".Además, estimó que "no es la Argentina un país donde la renuncia de un ministro genere caos", como ocurría en otras épocas. "Los ministros son colaboradores del gobernante y no tienen que tener veleidades políticas", aconsejó. ATOMIZACIÓN Por su parte, el diputado provincial peronista Martín Barrionuevo, ante la consulta de EL LIBERTADOR, opinó que "el rumbo económico no ha sido bueno en este año que termina" y consideró un "error seguir dividiendo el área de la gestión económica nacional".En su apreciación, eso muestra que "hace falta una coordinación" de las distintas políticas. Esa labor de "coordinación" que supuestamente desempeña el propio presidente Mauricio Macri "es algo que no se ve", aseveró Barrionuevo.Evaluó que durante 2016 "cayó el consumo, que representa el 70 por ciento del Producto Bruto Interno; también cayó la inversión y aumentó el endeudamiento externo".Remarcó que advierte una "gran atomización en la toma de decisiones", aunque admitió algunos logros de la gestión macrista, como el blanqueo de capitales, el resurgir de la obra pública y la recuperación del campo."El crecimiento, básicamente, es comparación: claro que si comparamos con estos niveles tan bajos que hoy se registran, el 'rebote' del año próximo pasará por crecimiento", dijo.Recordó que el Ministro saliente "se equivocó mucho. La discusión del impuesto a las Ganancias comenzó por Prat-Gay y la terminó resolviendo (el ministro de Trabajo Jorge) Triaca y (el ministro del Interior Rogelio) Frigerio"."Prat-Gay prometió que la devaluación no impactaría sobre los precios, prometió 'brotes verdes', prometió inversiones. Nada se cumplió", subrayó."¿Qué poder puede tener (el nuevo ministro) Dujovne? ¡Olvidate!", agregó con ironía.

En primera persona

El ministro Vaz Torres explicó ante EL LIBERTADOR que el diseño del ministerio que encabezaba Prat Gay "estuvo más bien vinculado a las relaciones externas, esto es, negociación con los holdouts, eliminación del cepo cambiario, salida del default…". En cambio, "todas las relaciones interiores estuvieron a cargo de (el ministro del Interior) Rogelio Frigerio". Por lo tanto, desde ese punto de vista consideró que el desplazamiento de Prat Gay no tendrá un efecto sobre la realidad provincial.

El senador provincial Noel Breard (UCR-ECO), con una mirada más política, lo vio como la expresión de tensiones en el seno del Gobierno nacional, que confía en que se irán resolviendo. Así lo analizó en un diálogo llamativamente anticipatorio que mantuvo anteayer con EL LIBERTADOR y que ratificó ayer, a la luz de estos acontecimientos que sacuden al país.

El diputado provincial peronista Martín Barrionuevo, ante la consulta de EL LIBERTADOR, opinó que "el rumbo económico no ha sido bueno en este año que termina" y consideró un "error seguir dividiendo el área de la gestión económica nacional".

Podría venirse un severo ajuste en las cuentas públicas

Nicolás Dujovne es economista y consultor y, según pudieron saber medios metropolitanos, recién ayer se enteró que a partir de la semana próxima pasará a ser ministro de Hacienda, en reemplazo del desplazado Alfonso Prat Gay. En su calidad de columnista de La Nación y del programa de TN, Odisea Argentina, el flamante Ministro lleva un año haciendo recomendaciones y críticas a la política económica de Macri.Seis días atrás, en su última columna, Dujovne resaltaba que para 2017, "alcanzables o no", ya hay metas de inflación y un programa claro a diferencia de lo que sucedía en el resto de las carteras vinculadas a la economía, en particular Hacienda: "En materia fiscal, la principal duda de los inversores se refiere a la capacidad del Gobierno de reducir el déficit"."En otras áreas de la política económica no existe una visibilidad semejante (a la del Banco Central) acerca de los objetivos buscados ni del método para lograrlos. Llenar ese vacío programático y comunicacional de manera coherente entre las distintas áreas tiene que ser, a partir de ahora, el objetivo número uno del Gobierno", afirmaba el 20 de diciembre sin saber que él iba a encarar ese desafío con un Ministerio de Hacienda aún más balcanizado y despojado de la hasta hoy Secretaría de Finanzas Públicas."¿Es un objetivo de mediano plazo del Gobierno mantener o incluso reducir el gasto en términos reales? No lo sabemos, pero si lo fuera, debería explicarlo: ayudaría a resolver la mayor incógnita macroeconómica de la Argentina", criticó Dujovne una semana atrás, a la vez que consideraba que "en esta gestión no hay una voz unificada que responda esas preguntas claves".En este sentido, el futuro Ministro -que siempre fue crítico de la falta de control fiscal- sugería un congelamiento del gasto público similar al que Michel Temer impuso en el Brasil: "Si el Gobierno lograra mantener el gasto congelado en términos reales por los próximos cinco años y la economía creciera 3 por ciento por año, el gasto en relación con el PBI bajaría de 45 por ciento a 39 por ciento en 2021. Y si esa estabilidad del gasto permaneciera por diez años, caería hasta 34 por ciento del PBI en 2026"."El efecto Trump exige otro programa que defina la gestión por objetivos concretos y por una descripción metódica de cómo serán alcanzados", escribió Dujovne. Estas definiciones son las que se esperan de él tras su asunción la semana próxima.