Todavía no recuperada del Brexit, la UE espera que Obama le lleve tranquilidad

Todavía no recuperada del Brexit, la UE espera que Obama le lleve tranquilidad

El presidente visitará Alemania y Grecia en su última gira oficial; el bloque analiza las consecuencias de un EE.UU. aislacionista.

Después del terremoto provocado en junio último por el Brexit , la victoria de Donald Trump terminó de desestabilizar a la Unión Europea (UE) , ya bastante desorientada por la crisis migratoria y el aumento de los populismos.

¿Cómo tratar con un hombre que, después de los atentados de París, calificó a Bruselas de "agujero de ratas", antes de tratar de corregirse afirmando que "Bélgica era una linda ciudad" (sic)?

En ese contexto de extrema inquietud, Europa recibirá hoy a Barack Obama . En su gira de despedida, el presidente norteamericano viajará a Grecia y Alemania con el difícil objetivo de tranquilizar a sus aliados.

En verdad, los dirigentes de Bruselas tienen la sensación de que las relaciones con Estados Unidos han ingresado en un agujero negro y, por el momento, son incapaces de imaginar las consecuencias de su anunciada política aislacionista.

Esa cuestión estuvo anoche omnipresente en la cena de ministros de Relaciones Exteriores del bloque, organizada en forma urgente por la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, en Bruselas.

A la comida, que se realizó en vísperas de la cita mensual tradicional de esos mismos ministros, que tendrá lugar hoy, faltaron dos invitados: el canciller francés Jean-Marc Ayrault, por problemas de agenda, y el inglés Boris Johnson, que "no vio la utilidad de una reunión suplementaria". La verdad es que apenas conocido el triunfo de Trump, el jefe de la diplomacia británica había denunciado "la tristeza y la desolación general" en Europa causada por ese resultado e incitó a su primera ministra, Theresa May, a visitar cuanto antes al magnate norteamericano.

Sus consejos fueron aprovechados por el líder de la campaña a favor del Brexit y fundador del populista Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP): Nigel Farage estuvo anteayer con el futuro presidente de Estados Unidos en una reunión calificada de "muy productiva".

El encuentro informal de Bruselas tenía un objetivo principal: demostrar la unidad europea en momentos en que la llegada de Trump a la Casa Blanca representa "el riesgo de ver los equilibrios intercontinentales desestabilizados en sus cimientos y sus estructuras", según estimó el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker.

La posición europea, de hecho, fue definida por Angela Merkel el miércoles último, apenas conocidos los resultados. La canciller alemana expuso que esa cooperación deberá basarse en los "valores comunes". La frase estaba limitada a las relaciones entre Alemania y Estados Unidos, pero todo el mundo comprendió que hablaba en nombre de toda Europa.

Además de esos temores, la UE no oculta su inquietud frente al riesgo que representan otras promesas electorales de Trump. Sus ideas proteccionistas plantean un serio interrogante para el futuro de las relaciones con Estados Unidos, primer cliente comercial de Europa.

Desde la anexión de Crimea y la injerencia rusa en el este de Ucrania, en 2014, Estados Unidos y Europa habían actuado en forma coordinada y armónica para adoptar sanciones económicas contra el Kremlin. Ahora, Bruselas teme quedar al margen -y ridiculizada- si prospera el deshielo que se insinúa entre Trump y el líder ruso Vladimir Putin.

La UE también puede quedar girando en el vacío en la crisis siria, en la guerra contra el jihadismo de Estado Islámico (EI) y en el explosivo caso turco. Trump postula "no meterse" en Turquía, mientras que los europeos parecen cada vez más alarmados por el giro dictatorial que adoptó el presidente Recep Tayyip Erdogan.

Por último, en el cuartel general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en otro extremo de Bruselas, es palpable el nerviosismo creado por la amenaza de Trump de retirar toda ayuda a la defensa de Europa. Esa inquietante situación constituirá el núcleo de las deliberaciones que mantendrán los cancilleres de la OTAN en Bruselas el 6 y 7 de diciembre.

Comentá la nota