El acto oficial al cumplirse 22 años del atentado contra la AMIA comenzó esta mañana, a las 9.53, con lapresencia del presidente Mauricio Macri, ministros del gabinete, autoridades comunitarias y Sara Garfunkel, la madre del fiscal del caso, Alberto Nisman, encontrado muerto en enero de 2015.

Como cada año desde que se produjo el hecho que causó la muerte a 85 personas, el acto comenzó con el sonido del shofar, el cuerno de carnero litúrgico judío, frente a la renovada sede de la mutual, en la calle Pasteur al 600, en el barrio porteño de Once.

Estaban presentes, entre otros, además del presidente Macri, la vicepresidenta Gabriela Michetti, el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, su par de Ambiente, Sergio Bergman, autoridades de la AMIA y de la DAIA y familiares y allegados de las víctimas.

El presidente de la AMIA, Thomas Saieg, destacó hoy los “primeros gestos” del Gobierno en torno a la investigación del atentado contra la mutual ocurrido hace 22 años, aunque advirtió que el Estado “aún debe respuestas”, por lo que reclamó que la causa sea considerada “una prioridad”.

El presidente Mauricio Macri se hizo presente en la renovada sede de la mutual de la calle Pasteur al 600, en el barrio porteño de Once, pero se retiró antes del comienzo de los discursos que pronunciaron Saieg, Sofia Guterman, madre de una de las 85 víctimas y el periodista Gerardo Young.

“En diciembre pasado, la sociedad argentina eligió en forma democrática un cambio de gobierno. Los primeros gestos frente a la causa fueron realmente positivos. Recibimos con satisfacción la decisión de que el Memorándum de Entendimiento con Irán quedaba sin efecto, porque siempre creímos y dijimos que era un instrumento inútil para el propósito que en teoría perseguía”, expresó Saieg.

Sin embargo, todavía hay “agujeros negros sobre los que aún nos debe respuestas el Estado argentino para el total esclarecimiento del atentado”, advirtió.

“Les pedimos al titular de la Unidad AMIA, Mario Cimadevilla, y al ministro de Justicia, Germán Garavano, que la causa sea una prioridad de Estado”, expresó Saieg.

“Sabemos que llevan en sus cargos poco tiempo. Pero sabemos también que nosotros llevamos aquí 22 años reclamando, soportando la triste realidad de no tener ni un solo detenido.

Y sepan que lo seguiremos haciendo, y seguiremos pidiendo justicia”, planteó.

El acto oficial comenzó a las 9.53, como cada año, con el sonido del shofar, el cuerno de carnero litúrgico judío.

Estaban presentes entonces, además del presidente Macri que se retiraría en breve, la vicepresidenta Gabriela Michetti; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, su par de Ambiente, Sergio Bergman, autoridades de la AMIA y de la DAIA y familiares y allegados de las víctimas, a quienes se mencionó una por una.

Macri llegó a las 9.30 a la nueva sede de la mutual, acompañado por el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el propio Saieg; se ubicó en la primera fila, ante el escenario principal y a los pocos minutos, cuando comenzaba el discurso del titular AMIA, se retiró, mucho antes de que concluyera la ceremonia.

“Hoy lunes 18 de julio, igual que hace 22 años, un día imborrable en la memoria de todos los argentinos. Quienes tenemos el registro histórico de aquel momento, recordamos sin dudar qué estábamos haciendo ese lunes, tan similar a hoy, con la misma sensación de impotencia que permanece marcada en el corazón de la patria”, expresó Saieg en su discurso.

“Nosotros, los que no debemos ni queremos olvidar esa mañana de invierno que nos congeló el alma, tenemos la inmensa responsabilidad de contar lo que pasó. Porque nos sigue pasando”, enfatizó.

Saieg afirmó además que los “terroristas” que atacaron la mutual hace 22 años “no preguntaron qué partido político nos cae más simpático o qué modelo económico está más cercano a nuestra postura ideológica”.

“Tampoco preguntaron de qué religión, nacionalidad o club de fútbol éramos. Simplemente quisieron destruir un emblema del trabajo solidario, como es la AMIA, y así herir el corazón de todos los argentinos. Lo hicieron de la misma manera que, bajo diferentes denominaciones, el extremismo sigue desangrando día a día a numerosos países en todo el mundo”, enfatizó.

En ese contexto, Saieg, quien apuntó contra “ciudadanos iraníes y Hezbollah” por el hecho y contra la “conexión local, que todavía hoy debe ser investigada”, expresó que “el hartazgo ante la impunidad nos une” como así también “el rechazo a la corrupción y la imperiosa necesidad de alcanzar justicia”.

En representación de los familiares habló Sofía Guterman, madre de Andrea, una de las 85 víctimas, quien afirmó que “cuando la Justicia está ensangrentada y acepta la impunidad, no es Justicia, es corrupción”, celebró la caída del pacto que había firmado el gobierno anterior con Irán y expresó: “Ojalá que en un próximo aniversario podamos gritar ‘se pudo’ hacer justicia, se terminó la impunidad”.