Sin embargo, la diferencia entre Cristina Fernández de Kirchner y Esteban Bullrich fue mayor a la esperada y en toda la provincia de Buenos Aires fue paliza de Cambiemos. De pronto el carrito de la montaña rusa dejó de subir y comenzó una estrepitosa caída que pareciera no querer frenar hasta llegar al suelo.

Un grupo de cinco intendentes liderados por Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Gustavo Menéndez(Merlo) decidieron hacerle pasar vergüenza a Fernando Espinoza. No sólo que no apoyaran su candidatura, sino que ya hablan de renovación y hasta proponen a Menéndez como su reemplazo. El ex intendente de La Matanza intentó estirar la fecha de las elecciones internas hasta marzo del 2018, con la idea de ganar algo de tiempo para rearmar su figura. Nada de eso. Los intendentes confirmaron la fecha del 17 de diciembre para lo que, casi con seguridad, será el fin de su mandato al frente del PJ.

Lo de Verónica Magario no mejora en nada la performance de su antecesor. Convencida de retener algún tipo de poder, ordenó una reunión entre intendentes y legisladores peronistas con el objetivo de bloquear el proyecto de presupuesto de María Eugenia Vidal. Convencida del éxito de su empresa, incluso se adelantó a declarar que “este presupuesto es inviable. Así no se puede votar”.

Cuando llegó la fecha y la hora señaladas, no hubo multitud en la cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires. Además de los integrantes de su propio equipo personal, solo asistieron Mario Secco(Ensenada); Juan Carlos Gasparini (Roque Pérez) y Débora Giorgi, actual secretaria de Producción de La Matanza y en la mira de la Justicia por actos de corrupción por algo más de 360 millones de pesos. Nadie más se molestó en asistir, incluso cuando muchos tienen la oficina en el mismo edificio. La Cámpora, incluso, aseguró que “si corrigen una o dos cosas, el presupuesto puede ser aprobado sin problemas”.