El flamante ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, se ganó el respaldo de propios y extraños. Es cierto, algunos de esos apoyos, como el de Sergio Massa, cuentan con la tibieza del simple deseo de éxito en la gestión. Otros, como Francisco de Narváez, hablaron de la "esperanza" en que pueda mejorar la seguridad. Más vehemente fue el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, quien no dudó en afirmar que Granados sabrá "manejar muy bien" el candente tema social porque ya demostró ser capaz al transformar el municipio de Ezeiza en "uno de los más seguros".

Para Ferraresi, no hay mejor prueba de las condiciones de Granados que los índices de seguridad que tiene Ezeiza. Es más, sostuvo que sería muy conveniente que las políticas aplicadas por el ahora ministro en ese distrito se puedan trasladar a todos los municipios con su singularidades, claro está. El intendente de Avellaneda también consideró que "hay una serie de políticas que deben aplicarse y que tienden a llevar la justicia más cerca de la gente y transparentar los procedimientos", para luego detallar que en Avellaneda hay cerca de 300 gendarmes realizando tareas de prevención y que esa política es respaldada por la comunidad. "Esto permite que la gente se siente más tranquila" porque además se han sumado patrulleros, botones antipánico y cámaras. "La gente percibe que tenemos una política de prevención y herramientas" para combatir la inseguridad, afirmó Ferraresi.

Por su parte, De Narváez opinó que la llegada de Granados al ministerio "no es sólo un cambio de nombres". Y si bien esto no implica un acercamiento al oficialismo provincial, el legislador que supo hacer de la seguridad su caballito de batalla electoral, señaló que "es un momento donde hay que dejar de lado las mezquindades y sentarse a la mesa más allá de las diferencias que podamos haber tenido y poner las propuestas". Es más, sostuvo: "Si se alinean las políticas nacional, provincial y municipal, y Granados es un engranaje dentro de esa decisión, me parece positiva la designación."

A su turno, el referente del Frente Renovador e intendente de Tigre, Sergio Massa, no abandonó su condición de candidato en campaña y, si bien le deseó éxitos a Granados, también recordó que "la gente tiene miedo y siente que está en la lista de espera de los delincuentes". De paso, aprovechó para despegarse, al menos por ahora, del ex carapintada Aldo Rico, al sostener que no mantiene diálogo político con el ex intendente de San Miguel.

La frase no convenció a un grupo de intendentes del Frente para la Victoria, que salieron a criticar a Massa. Por caso, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, dijo que su par de Tigre prefiere a los dirigentes que "quieren demonizar" a Cristina Fernández, "antes que a esos que dicen que está todo bien y que nunca se pelean con los intereses económicos". El jefe comunal de San Vicente, Daniel Di Sabatino, aseguró que la llegada de Granados "no es mano dura, eso es estar preparado para tomar decisiones". «