Macri vuelve a liderar la campaña en provincia, empujado por el "veranito económico"

Macri vuelve a liderar la campaña en provincia, empujado por el

Subió ocho puntos y ahora descomprime a Vidal, como única cara de la campaña bonaerense.

Mauricio Macri se hizo cargo de la campaña de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires, favorecido por la meseta económica que le permitió mejorar su imagen en el conurbano, la zona más poblada y clave para definir los comicios bonaerenses.

Este mes ya visitó La Plata, Quilmes Lomas de Zamora, Florencio Varela y Pilar. Y así seguirá, acompañado o no por María Eugenia Vidal, quien ya no monopolizará la campaña como en las primarias.

 

"Si tiene que caminar ella y yo no, así será. No tengo un problema de ego", les aclaró a los candidatos de Cambiemos de ciudades gobernadas por el peronismo, antes de las elecciones de agosto.

 

Pero en estos meses cambiaron muchas cosas. Vidal sufrió el desgaste de una campaña intensa y su imagen positiva bajó por primera vez desde que llegó a la gobernación. La adjudican a su sobre exposición y a la conflictiva paritaria docente.

 

Macri vivió el proceso inverso: el veranito económico, que conjugó el fin de los tarifazos y del deterioro del poder adquisitivo, le permitió subir 8 puntos su imagen en territorio bonaerense, donde el golpe a bolsillo se sintió fuerte el año pasado.

 

El presidente se convirtió en un aporte a los candidatos de Cambiemos que perdieron en ciudades como Quilmes, donde el intendente Martiniano Molina no pudo revalidar su gestión.

 

En La Plata, donde Macri fue este viernes, Esteban Bullrich ganó pero necesita estirar la ventaja para asegurarse un triunfo. Sabe que Cristina Kirchner tiene un techo.

 

En ciudades donde no hay alcalde oficialista los comandos de campaña no quedaron muy conformes con el rol de "los facilitadores", en su mayoría funcionarios bonaerenses enviados a colaborar con la campaña. Ninguno consiguió buenos resultados.

 

Las apariciones de Macri en el conurbano recuerdan a las recorridas de Néstor Kirchner en 2009, tras perder con Francisco De Narváez, cuando sin ser presidente prometía obras e inversiones, también en momentos de recuperación económica. Lo acompañaba el entonces secretario de Obras Públicas José López, que ahora está preso.

 

Cambiemos necesita recuperarse en el conurbano (tercera sección) para garantizar un triunfo en octubre que hoy parece seguro en las encuestas leídas en la Casa Rosada.

Hablan de 38 a 34, o 40 a 35, con un crecimiento de los votos a Bullrich del electorado ausente en las primarias. Pero saben que no pueden relajarse. Y que Macri puede ayudar. 

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