A qué juega Tinelli

El conductor se volcó a la política. No lo expresó formalmente, pero da gestos de buscar la consolidación de la representación de un sector crítico y desencantado con las autoridades, actuales y del pasado, para trasladarlo a las urnas. La especulación, el denominador común con la dirigencia que repudia.

Doce años de gobiernos kirchneristas y casi cuatro de una gestión neoliberal a cargo de Mauricio Macri, sobraron para la concreción de un nuevo malestar social con la política nacional. Una suerte de un renovado “que se vayan todos”. Claro, con sus diferencias con el escenario de la crisis de diciembre de 2001, el derrotero de 2019 ubica a un tercio de la sociedad –según encuestas – en la disyuntiva de no encontrar un representante o una dirigente donde decida ubicar su voto.

Otros tantos, forman parte de la grieta y protagonizan la viseral disputa entre los portavoces del “Macri gato” y los cuestionadores de “la yegua”. La famosa polarización encontró un hueco, un vacío de representación dirigencial que no logró llenar ni Margarita Stolbizer, ni Sergio Massa, ni Martín Lousteua, entre otros. Quizás el desencanto contra los autoproclamados cerradores de “la grieta” sea por el afán de quedarse con el visto bueno, o de cierta parte de los sectores cambiemistas o kirchneristas, con discursos carentes de poder.

Dicho escenario se transformó en la catapulta política para una figura inesperada: Marcelo Tinelli. El conductor televisivo y consagrado empresario, devenido a dirigente del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, empezó a coquetear con la disputa de poder en las urnas, casi con el mismo manual con el que ingresó en la vida dirigencial de la institución porteña.

En “el Ciclón”, aprovechó una crisis financiera y deportiva para catapultarse a la conducción junto a Matías Lammens, cosechó el respaldo de los socios con promesas grandilocuentes y luego se estancó. En dicho estancamiento, con una interna institucional con su compañero Lammens, empezó a volcarse a la política.

Así, en los inicios de marzo se decidió a dar el primer paso adelante, marcó un norte partidario y cuestionó a lo nuevo y lo viejo. “Macri y Cristina son dos caras de la misma moneda, los dos tienen picado el boleto”, sostuvo en declaraciones radiales el mismo día en que se definió como peronista.

La frase bien podría ser de Stolbizer, de Massa, o de Lousteau, pero no. Pertenece a una figura mediática y popularmente querida, que además cuenta con la presunta cualidad de no estar marcado por gestiones anteriores o acuerdos electorales antiguos. Es tal el desencanto de gran parte de la sociedad, que sólo eso sirve para convertirse en un posible candidato con chances de dar pelea. Tinelli lo sabe, y quiere exprimirlo.

Por caso, conforme a lo manifestado a LaTecla.info por algunos de sus laderos en las recorridas por Escobar, Lomas de Zamora, Córdoba y San Juan, con las que se instaló en el debate político, la intención es ser parte de la discusión y convertirse en un dolor de cabeza para las autoridades.

Lejos de las definiciones, Tinelli comparte la impronta con la que se mueve el mundillo político y juega a la especulación. “Hay que adivinarle el parpadeo”, sostuvo un peronista desterrado del poder desde diciembre de 2015 y que sabe hablar con “el cabezón”. En ese marco, desde su entorno, explican que el sentido de las caminatas es mantener la cercanía con la situación social que se vive en los sectores populares.

El nivel de incógnita llega al punto de no consolidar un sector de representación dirigencial. Es decir, por Tinelli sólo puede hablar Tinelli. Quienes acompañan sus andanzas mantienen el silencio y dejan que la especulación sea la que marque los tiempos.

De esa manera, mientras, siempre en off the record, remarcan que “Marcelo tiene para aportar mucho más sobre la Provincia que cualquier político de los que llevan años presentandose”, recuerdan que “el 24 de abril tiene que volver con el programa”.

El tinellismo – si es que existe – juega a dos frentes. Por un lado, deja en claro que la ambición existe y más allá de las reuniones de índole federal, tiene límites: la provincia de Buenos Aires. Por el otro, advierten que la rueda que mueve al mundo del cabezón, la televisión, volverá a ser la protagonista de sus días.

Sin embargo, dicha especulación acaba por arrojar malas noticias para el hombre de Bolívar. Es que, uno de los primeros sondeos que lo incluyó como el candidato a gobernador de Roberto Lavagna y al que pudo acceder LaTecla.info, realizado por la Consultora Circuitos, le dio una intención de votos del orden del 5,4 por ciento. Los números no impactan de lleno en el entorno del conductor, ya que aseguran que no comenzó la recorrida fuerte y solo visitó dos comunas del Conurbano, además que el conocimiento del conductor supera la barrera del 90 por ciento.

(Los hijos del clan Tinelli llevan tiempo sin usar otras redes que no sea Instagram)

Tinelli se muestra como un outsider a la dirigencia tradicional, de la misma manera que llegó a San Lorenzo. Una persona comprometida y preocupada por la situación que se vive. Incluso así, lo definen sus laderos. Mientras, hace uso de las artimañas de la vieja política la cual asegura que “tiene el boleto picado” para que la especulación sea la que lo ubique en la discusión por los cargos.

La ausencia de representación y la utilización

Ya no hay liderazgos mesiánicos, ni dirigenciales, ni partidarios. En los últimos años, el Mundo político dio un giro y las sociedades votan más allá de la representación de una figura o de un partido histórico. El caso más reciente, y con mayor impacto, fue el de Donald Trump en Estados Unidos. Los discursos bien armados, direccionado a ciertos sectores, pueden romper los vaticinios y consolidar triunfos de figuras inesperadas.

Así lo graficó en su último escrito dominical el gurú de Cambiemos, Jaime Durán Barba. “Todo se transforma de manera permanente a una velocidad vertiginosa. Las personas y las cosas cambian incesantemente”, sostuvo y detalló que “nada permanece como está. La sociedad se volvió líquida”.

“Necesitamos aprender todo el tiempo y adaptarnos a lo nuevo, porque todo es siempre distinto de lo que fue antes. Más que ser, está. Esto vale para los celulares, las salas de cine, la bolsa, las relaciones personales y la política”, infirió el creador de la matriz electoral del Gobierno.

De esa manera, consideró que “todo fluye en el tiempo y el espacio y los papeles rígidos que nos asignaba la antigua sociedad se desbordaron. Nadie quiere ser objeto de los procesos, todas las personas se volvieron activas”. El análisis estructurado por Durán Barba, bien puede relacionarse al cambio de paradigma que busca implementar Tinelli con su salto al debate político.

Llamado de atención

Al poco tiempo que Tinelli comenzó a dar muestras de tantear el terreno político, recibió un duro mensaje. En definitiva, después de proclamarse peronista y criticar a la gestión de Mauricio Macri, el club del cual es una de las cabecillas, San Lorenzo de Almagro, recibió una sanción "ejemplificadora" y sin precedentes. Es que, el Tribunal de Disciplina de la Superliga le quitó seis puntos y la imposibilidad de contratar nuevos jugadores, por una irregularidad en renegociaciones salariales. Algo que no ocurrió con ninguna otra institución de la competencia.

La cercanía de lo acontecido con los signos de Tinelli a referentes del peronismo que apuestan a competir a nivel nacional, como Sergio Uñac y Roberto Lavagna, despertaron las especulaciones. Incluso, el propio conductor televisivo sentenció: "Lo de la Superliga, convocando a una conferencia de prensa para que el Tribunal de Disciplina, un órgano independiente del político, explique el fallo contra San Lorenzo, es insólito. Todo conectado y manejado por el poder de turno. Disimulen un poco. Quedan muy expuestos", expresó el Vicepresidente del Ciclón.

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