Gustavo Beliz y Vilma Ibarra, los custodios silenciosos del Presidente

Gustavo Beliz y Vilma Ibarra, los custodios silenciosos del Presidente

Ellos se mueven con mayor cintura que el resto del gabinete, frente a un Presidente que delega poco y no deja que nada escape a su radar. Alberto Fernández los escucha y los consulta. Coincide con ellos en su mirada política y les da poder de acción.

 

Con perfil extrabajo, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, y la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, ya demostraron en la primera semana de gobierno la potestad para interpretar a Fernández y ayudarlo en los temas más sensibles de la gestión. Son viejos amigos del Presidente y tienen luz verde para entrar y salir del despacho presidencial, al igual que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

Beliz e Ibarra simbolizan, con su solo nombramiento, una señal de independencia hacia Cristina Kirchner. Como Fernández, habían tenido un distanciamiento traumático con el kirchnerismo.

El esquema de colaboradores diarios se completa con el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, otro viejo amigo de Fernández que se ocupará de sus temas operativos, en una oficina que también tendrá interlocución política.

Lejos de las luces públicas, Beliz tendrá un rol de asesor técnico general. "Alberto lo considera uno de los mejores estadistas y coincide con sus ideas modernas de lo que tiene que ser un gobierno", resumen cerca del Presidente.

 

 

Su nombramiento en el gabinete fue un mensaje directo a los tribunales. El "plan estratégico" que en 2003 redactó Beliz para reformar la Justicia, la inteligencia y la seguridad, tiene muchos puntos de contacto con los conceptos que anunció Fernández en su discurso de asunción.

Durante el kirchnerismo, el plan, que incluía la unificación de los juzgados federales y nacionales en lo penal, quedó en la nada. Pero la idea de disolver el poder de Comodoro Py hoy está alineada con la enemistad de Cristina con esos tribunales. En la Casa Rosada aseguran que la vicepresidenta y el secretario de Asuntos Estratégicos volvieron a conversar en los últimos meses.

Fernández escucha a Beliz en distintas materias. Es una de sus cartas de presentación con la Iglesia. Y descansa en su experiencia internacional, especialmente en la relación con los Estados Unidos. Tras la partida anticipada del enviado de Donald Trump, Mauricio Claver-Carone, Beliz fue uno de los que se reunieron con Michael Kozak, enviado del Departamento de Estado, sin la presencia de Fernández, que se incorporó más tarde al encuentro.

El secretario de Asuntos Estratégicos está trabajando los asuntos de cooperación internacional con Jorge Srur, técnico argentino en el Banco de Desarrollo de América Latina.

 

Pluma jurídica

 

Como secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra no solo custodiará la firma de Fernández. Durante toda la primera semana de gestión, el Presidente descargó en su pluma la redacción de los decretos y resoluciones que publicó el Gobierno para comenzar a moldear el rumbo económico. El Presidente tiene la última palabra, pero la funcionaria es la que traduce su pensamiento político al papel y cuida su viabilidad jurídica.

Fernández le encargó a Ibarra que trabaje durante todo el fin de semana en la confección del proyecto de ley de solidaridad y reactivación productiva, que enviará mañana al Congreso. Le permitió que hiciera home office ayer, pero le pidió que acuda hoy a la Casa Rosada para terminar de repasar el articulado de la iniciativa. Fernández ya avisó que Balcarce 50 será el lugar natural de trabajo, incluso los domingos.

Ibarra tiene tenacidad para ganar las discusiones, como Fernández. El Presidente y la funcionaria fueron pareja y se separaron hace cinco años, pero mantuvieron una relación de confianza y respeto. Fernández repite a su entorno constantemente que Ibarra es "una abogada y jurista brillante".

 

 

El Presidente le abrió el juego de la gestión sin pedirle permiso a Cristina. En el anterior gobierno, Ibarra llegó a pedir la interpelación de Guillermo Moreno y escribió un libro - Cristina vs. Cristina-, en el que exhibió las contradicciones del relato kirchnerista. Nadie tiene registro de que la vicepresidenta y la secretaria de Legal y Técnica hayan vuelto a conversar.

Fernández nunca fue legislador nacional y reposará en la experiencia que Ibarra tuvo en el Congreso para evitar cuestionamientos de forma en el Parlamento. "Ella sabe qué cosas pasan y cuáles se traban", resumen en la Casa Rosada.

Vitobello, en tanto, tendrá a su cargo ocuparse de cuestiones operativas de Fernández. Ya inició un estudio técnico sobre los aviones presidenciales, para tomar una decisión sobre la flota oficial, está llevando la agenda de la primera dama, Fabiola Yáñez, y designará en los próximos días al reemplazante de José Luis Yofre al frente de la Casa Militar.

Exfuncionario judicial y exlegislador porteño, en el gobierno de Cristina Kirchner Vitobello manejó la Sigen y la Oficina Anticorrupción, dos cargos técnicos que le permitieron blindar a la expresidenta, pero sin mucho vuelo político. De fuertes coincidencias políticas con Fernández, a quien conoce desde antes del kirchnerismo, ahora podrá tener más soltura para filtrar la agenda del Presidente y aconsejarlo en el rumbo de la gestión.

 

Comentá la nota