El Gobierno aborda la conflictividad social con estrategias diferenciadas

El Gobierno aborda la conflictividad social con estrategias diferenciadas

Está dispuesto a mantener la firmeza con los docentes, a los que acusa de intransigentes; conserva el diálogo con la CGT, pese al enojo con algunos de sus líderes, y se dispone a compensar a los piqueteros

 

En una política diferenciada para tres conflictos, el presidente Mauricio Macri buscará la semana próxima dividir a los sindicatos docentes y quebrar gradualmente el paro indefinido de maestros; anudar acuerdos sectoriales con diversos sindicatos para debilitar el paro de la CGT del 6 de abril, y comenzar a negociar recursos y un nuevo esquema de planes sociales para descomprimir de a poco el conflicto piquetero. "No hay una estrategia para los tres problemas, sino varias", dijo a LA NACION un ministro.

El Presidente es optimista en el largo plazo, pero en el corto está preocupado y enojado con la CGT, los docentes y los piqueteros. En ciertos casos los vincula al peronismo en campaña. En otros, con un supuesto intento desestabilizador de la ex presidenta Cristina Kirchner.

Foto: DyN

Pero también se enfureció con la propia ineficiencia del Gobierno para contener las diversas crisis. Tuvo reclamos para el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y para el ministro de Producción, Francisco Cabrera.

A Rodríguez Larreta le exigió un plan urgente para evitar más piquetes en la Ciudad. El caos porteño genera malhumor en su propio electorado y en las familias de los propios funcionarios. El jefe del gobierno porteño pidió a cambio soluciones para el malestar social y así evitar las protestas.

El Gobierno aborda la conflictividad social con estrategias diferenciadas. Foto: Archivo

Otro pedido dirigió a Cabrera y a su secretario de Comercio, Miguel Braun: sintonía fina en las importaciones. Los sindicatos industriales son decisivos en el conflicto con la CGT. "Unos empresarios se quejan de que no pueden importar bienes de capital. Y otros de una ola de importaciones de bienes de consumo que destruye su sector. Está fallando la micro", dijo otro ministro.

Cabrera tiene apoyo del Presidente y cerca del ministro aseguraron a LA NACION que "esa política está en mejoramiento permanente de acuerdo a criterios de transparencia, eficiencia y rebaja de costos, con la instrumentación de la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE)".

Macri guarda en su despacho índices de la economía que lo alientan a suponer que habrá reactivación y que Cambiemos ganará las elecciones del 22 de octubre próximo. "No lo queremos decir para que no empiecen con lo del segundo semestre. Pero van dos trimestres de crecimiento al 0,9%", dijo un asesor.

Pero el conflicto de la semana entrante será superar la tormenta perfecta de la CGT, los docentes y los piqueteros. Para contener a éstos últimos, Macri le dio luz verde a la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, para reglamentar la ley de emergencia social y liberar en tres años $ 30.000 millones. Pero además se revisará toda la política de planes de asistencia social.

Ella, Cabrera y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, negocian con las organizaciones piqueteras CTEP, CCC y Barrios de Pie la elaboración de un censo para evaluar el efecto real de los programas y transformarlos en instrumentos de capacitación y vinculación con el mundo laboral de la producción.

Procuran llevar a una escala masiva los cursos de formación laboral que obran en esos ministerios junto con capacitadores de sindicatos, empresas y la Iglesia. "Sería una gran oportunidad para convocar a todos los sectores", imaginó un allegado a la intimidad del Presidente. "Queremos darles la caña y no el pescado. Es todo embrionario pero se está estudiando y negociando", dijo.

 

Con la CGT, Macri busca enfrentarla diluyendo el malestar gremial con negociaciones sector por sector para quitarle fuerza al paro del 6 de abril y a futuras huelgas. A los acuerdos firmados por Vaca Muerta y con la industria automotriz, le seguirá el de motos y el de la construcción. Busca otros: textiles, calzado, cerámicos y metalúrgicos. Pero aun están verdes.

"Hay que ir apaciguando el conflicto de a poco. Mientras tanto la economía va a ir mostrando resultados. Pero hay que contener a los sectores que la pasan peor", dicen en la Casa Rosada. El plan es ganar aliados más que enemigos.

La gran diferencia surge con los docentes. Para enfrentarlos, Macri llevó a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, a un intento de división para aislar al titular del Suteba, Roberto Baradel, el más visible aliado del kirchnerismo. La Casa Rosada asegura que los últimos días de paro hubo un 70% de los maestros que asistieron a dar clases tanto en la provincia como en la Ciudad.

Los premios y castigos económicos para los que cumplen o hacen paro buscan debilitar la huelga. Vidal los amenaza con quitarles la personería jurídica y con aplicar multas a los que no acaten la conciliación obligatoria. Los convocó al diálogo para mañana, aunque no mejorará la oferta salarial. La Casa Rosada confía en que los docentes volverán a clases por el desgaste del paso del tiempo. Baradel comenzó a buscar alternativas al paro. "Seguiremos denunciando el plan desestabilizado, dividiendo y desgastando a los gremios", señaló una fuente.

Tres maneras de enfrentar las protestas

Docentes

Es la postura más dura de las tres. Habrá intransigencia porque el Gobierno cree que es un reclamo más político que gremial y no exhiben voluntad de llegar a un acuerdo. El Gobierno intenta evitar que las tres protestas queden fusionadas en un clima general de protesta

CGT

Con la central obrera, se optará por un camino intermedio. Existe enojo con varios de los líderes, pero las conversaciones no se interrumpirán. El Gobierno se esfuerza para morigerar los efectos del paro convocado para el 6 de abril. En tanto, los canales de diálogo seguirán abiertos después de la protesta

Organizaciones sociales

Entre los tres actores, los grupos piqueteros contarán con la mayor comprensión oficial. La ministra Stanley se comprometió a agilizar los pagos de la emergencia social e instrumentarán planes de empleo para reemplazar la asistencia

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