No está en Normandía sino en la “Insula de Barataria”

No está en Normandía sino en la “Insula de Barataria”

Por: Gerardo Gómez Muñoz.

Los marplatenses hemos vivido unos días que, seguramente, dejarán páginas y no de las mejores en la historia de esta gran ciudad. No hará falta esperar que las generaciones futuras incursionen en las crónicas de estos tiempos para advertir el papelón del intendente Carlos Arroyo que en diversas declaraciones públicas hablaba de estar al frente de la epopeya de Normandía, pero decía en términos propios de las cruzadas medievales y, en realidad obraba como si estuviese en la “Isla de Barataria” y fuese Sancho Panza al borde de los papelones que le merecieron al compañero de Don Quijote el desalojo vergonzante del gobierno de la “ínsula”, que inopinadamente había caído en sus manos.

Hablaba el beligerante profesor en un rapto de sonambulismo de estar desembarcando en Normandía, al frente de un ejército victorioso, pese a que ya tenía dos bajas. Para redondear el delirio afirmaba la seguridad del triunfo porque Dios peleaba a su lado. No dejaba de alardear de sus presuntos conocimientos tácticos estratégicos en el campo militar.

En realidad es lo mismo que decía hace unos años, en época de la dictadura militar. Entonces no admiraba la epopeya de los aliados contra el avance de los ejércitos nazis sino que se inflaba el pecho mostrando el cuadro del Mariscal Rommel, nada menos que el mejor comandante de Hitler, que defendía en la franja norte de Africa -en la antigua Abisinia- las banderas del “Fürer”. Disertaba sobre el “Zorro del Desierto” y sus valores. De allí viene lo de “Zorro Uno”, pues tanta admiración lo llevaba a disfrazarse de comandante para simples operativos de tránsito. Tal vez alguna historia futura investigue si realmente el cuadro original en su despacho oficial era realmente el de Rommel o el del jefe, según aseveran supuestos testigos.

Lo innegable

De todo modo el presumido estratega de lo que dio a conocer su trayectoria política lo único que es demostrable es su apego tanto a los uniformes, a sus portantes y a sus políticas. Tanto es así que su debut en la vida pública fue como funcionario de la peor dictadura militar que hubo en el país. Y consecuentemente militares y pro militares acudieron siempre al amigo para la conformación de sus respectivos y sucesivos partidos políticos. Así se lo vio en diversas formaciones dentro de la democracia presididas por ex militares o asociados que nunca fueron dechados de democracia. Comienza con un democrático pero militar al fin y reivindicable como Manrique pero después sigue con los “pura sangre” Breide Obeid, Patti, también a lo mejor el jefe carapintada Rico, Seineldin y culmina con un civil que mejor no lo fuera, Momo Venegas.

No es una cuestión meramente casual sino una naturaleza o una enseñanza que ha calado hondo, en los tiempos recientes hay arrestos poco civiles y hasta se puede decir civilizados, lo de la invasión a Normandía es la cumbre a la que se llega a través del recorrido reseñado.

Apenas asumido en plena plaza y ante cooperativistas que protestaban por salarios se abrió el saco en un gesto a lo Juan Moreira doméstico y mostró que les hacía frente a mano limpia. Al mismo tiempo insultaba del peor modo y a lo machito de barrio al ex intendente Gustavo Pulti, obviamente ausente.

Alardeó en otro momento que él iba a ser el jefe de policía, en persona y ahora se moviliza en un “Voyage” blindado conducido por un integrante de la policía provincial y otro efectivo como acompañante.

Se podría seguir con enumeraciones pero ya alcanza para advertir que estamos ante un hombre que si bien fue elegido legítimamente demuestra que no convive del todo bien con los modos y formas de respeto ciudadano que exige la democracia. Quizás una gestión medianamente eficaz ayudaría a que no sean tan bizarros muchos de sus gestos y acciones que ya preocupan a muchos marplatenses, al gobierno nacional y al provincial.

¿Cómo es esto?

El tema es para enaltecer a dirigentes gremiales como Antonio Girardi y demás conductores del gremio municipal. Los trabajadores del municipio son privilegiados de un logro legítimo de los que con el respaldo ampliamente mayoritario frente a la lista opositora que movió desde atrás Vilma Baragiola, constituyeron la fuerza que posibilitó un frente de lucha indomable a la hora de reclamar salarios dignos.

Los municipales marplatenses han logrado el mayor aumento que cualquier otra filial municipal provincial o nacional e inclusive la mayoría de los sindicatos de cualquier actividad. El porcentaje obtenido será del 28 por ciento en el primer tramo que concluye en julio. Esto de paso pone en dudas al perseguidor de Pulti, de pultistas y de trabajadores en general ? José Reinaldo Cano obviamente? que no se cansa de atemorizar con el sonsonete del desastre de las finanzas dejado por la anterior gestión. Una grieta grande existe entre esa afirmación y los aumentos que el municipio se comprometió ahora a abonar a sus empleados.

La política en acción

No todo gira en torno a los movimientos y dichos desopilantes del inestable Carlos Arroyo y de sus sorprendidos y cariacontecidos colaboradores. Hay dirigentes políticos entre los que tallan fuerte los que representan al Frente Renovador. Allí sin descuidar los pronunciamientos sobre episodios en los que el intendente, su agrupación y los radicales que a expensas de su goce del poder disimulan fácilmente lo impresentable del escenario, mientras no se hable de su vergonzoso acuerdo, se puntualizan temas concretos que hacen al verdadero interés de los vecinos.

Lucas Fiorini sigue machacando que el mal trato hacia los vecinalistas cuyas entidades no reciben los módicos fondos destinados a las tareas que ellas cumplen en beneficio de los barrios no es una cuestión económica sino una decisión política que toma Cano, el mandamás de la caja. Del mismo modo recalca que existe una gran incongruencia entre la afirmación del apoyo que se brindará a la actividad económica, mientras el aumento de tasas golpea mucho más a la actividad comercial y económica (aumento a la habilitación de negocios) y en otro orden la caída de la atención de la salud primaria y la demora en la puesta en marcha de la debida reparación de decenas de escuelas.

En el plano de la actividad partidaria el Día de la Mujer sirvió para activar la movilización de dirigentes y militantes en la organización de un impresionante acto de homenaje a doscientas cincuenta mujeres representativas de diversas actividades de la comunidad marplatense.

Por su parte y seguramente lo más significativo del campo político es la espalda que olímpicamente le dieron a la invitación de Arroyo los legisladores marplatenses que decidieron no asistir a la reunión que los convocaba de parte del intendente en su despacho principal. Sólo asistieron la diputada nacional del FPV Fernanda Raverta, y los senadores provinciales Gabriel Pampin y Juan Curuchet. Significativamente no asistieron Maxi Abad, radical de “Cambiemos”, los del FPV Manino Iriart, Alejandra Martínez y Juan Cheppi y el macrista Manuel Castello. Después, como es habitual en la actual gestión, hubo diversos comunicados para explicar malamente el grave suceso.

Tampoco se quedó atrás el propio presidente del Concejo, hombre principal del gobierno que no vaciló en jugarse por próximos cambios en el elenco arroyista.

Otros conflictos de gestión

Este está radicado en el puerto donde también quería tallar el infortunado, por decir algo suave, Emiliano Giri allí. Logró ubicar uno de sus candidatos, Miguel Dobarro, en el cargo de director de control pesquero, en cuarenta y cinco días no hizo ningún control, en rutas, muelles, fábricas, barcos ni en lagunas. Pero sí mostró con creces modos del trato de ciertos macristas maltratando a los trabajadores, sacándole los viáticos al personal de planta permanente. Y a los 10 contratados los tiene como si nada sin cobrar diciembre, enero y febrero. Claro Dobarro tiene antecedentes en su actuación como gerente general de La Campagnola. Los trabajadores le tomaron tres veces la fábrica.

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