Cristina quiere un acuerdo programático e imagina un gobierno de emergencia "alla" 2003

Cristina quiere un acuerdo programático e imagina un gobierno de emergencia

“La Argentina del 10 de diciembre de 2019 va a ser más parecida a la de 2003 que a la de 2015”. 

El diagnóstico circula en el Instituto Patria como mantra y es una de las líneas que ordena la estrategia política de Cristina Fernández de Kirchner. Por eso, la ex presidenta busca un acuerdo programático con el sector más amplio posible de la oposición para guiar las decisiones del espacio y asegurarse su respaldo en caso de ganar las elecciones.

Los puntos específicos de ese entendimiento no están definidos, pero sí sus lineamientos principales. El primer gran objetivo es que sea un acuerdo que garantice la gobernabilidad. El segundo, que cualquier decisión contemplada en ese pacto debe ser tomada con una sola finalidad: generar puestos de trabajo y recuperar la capacidad de consumo interno. Dentro de ese marco general, la ex presidenta propone hablar de cada cuestión particular: renegociación de la deuda, tarifas y varios etcéteras.

Cristina regresó el lunes al país después de la segunda visita a su hija Florencia en Cuba. Hasta el jueves 9 de mayo, cuando a las 18 presentará su libro en la Feria, se mantendrá en silencio. Su sustracción voluntaria del escenario público responde a una estrategia doble: las encuestas (baja en intención de voto cuando su voz reaparece en escena) y la política. “Rosca y cierre” es la premisa de la hora.

El acuerdo de gobernabilidad  incluye renegociación de la deuda y tarifas

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Su libro, terminado en marzo, se inscribe en esa directriz. Procuró al escribirlo no incomodar ni enojar a ninguno de los dirigentes con los que podría alcanzar un acuerdo electoral en menos de dos meses. La vocación de “Sinceramente”, dicen cerca de la ex presidenta, es dar pruebas de algunos cambios. “Es mostrar que, si alguna vez estuvimos cerrados, ahora nos abrimos”, detallan. Por eso la autocrítica con el uso de las cadenas nacionales.

Aunque el caso más sintomático para mostrar ese viraje es, sin lugar a dudas, el de Sergio Massa. Cristina destaca en el libro el rol “determinante” de Massa para la estatización de las ex AFJP, la que a su vez define como la medida “más importante” de su primer gobierno. “No paraba de reírse, estaba sumamente nervioso (...) -escribió sobre su ex jefe de Gabinete-. Pero lo que es seguro es que él fue parte determinante; fue él quien llevó a (Amado) Boudou ese día a Olivos para que nos contara el proyecto de las AFJP”, reconstruyó Cristina. Ninguna de las versiones que en aquellos años hacía circular el kirchnerismo sobre el episodio dejaban así de bien parado a Massa.

A cinco días de la aparición en las librerías, “Sinceramente” es el boom del año. Sudamericana prepara la cuarta edición. Proliferan en las redes y en el boca a boca los relatos sobre personas comprándolo de a varios ejemplares, reservándolo en locales adonde figura agotado y haciendo cola para conseguirlo. Además de la circulación viral del PDF por whatsapp. Planeta, el grupo editorial competidor, reconoció ante una consulta de BAE Negocios: “Obviamente que nos hubiese encantado tenerlo, es un libro de mucha tirada y mucha venta; pero destacamos que es bueno que llegue un libro así para movilizar un mercado absolutamente contraído en los últimos tres años”.

En el libro, Cristina dedica elogios a Massa. Es el caso más sintomático de su decisión de no enojar a nadie y sumar

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La publicación fue un bombazo para la industria. Ningún dato se había filtrado, nadie la vio venir. Aún hoy, la gran incógnita entre los editores es por quéCristina eligió a Sudamericana. Circularon versiones y nombres de escritoras que habrían acercado a las dos partes. Ninguna de las que fueron mencionadas públicamente quiso confirmar ni desmentir para esta columna su participación. Otros en ese mundillo se preguntan por qué no eligió a una editorial nacional, más pequeña pero más necesitada del envión. En la misma línea, sin embargo, reconocen como un acierto el precio ($599), muy por debajo del valor estándar de mercado para un libro de 600 páginas. “No sé si habrá sido un requisito que le puso ella a la editorial, pero es un acierto”, evaluó un editor. En el Patria se excusan de responder sobre el tema. “Lo manejó ella sola”, señalan. ¿Decidió donar lo recaudado? Desconocen, aseguran, los detalles del contrato. Aunque uno de sus abogados, Gregorio Dalbón, sugirió anoche algo en esa línea después de que Claudio Bonadio viralizara su intención de embargar las ganancias del libro.

Pero ella no es la única escritora. Para un público más acotado, de 50 líderes políticos y sociales (entre ellos, Cristina), Massa también escribió lo suyo. Les mandó cartas personalizadas para convocarlos a una misma mesa de debate para discutir qué hacer ante “un gobierno que no asume que fracasó e insiste por soberbia e insensibilidad”.

En el Patria recibieron con agrado el mensaje. Creen que Massa está mostrando voluntad de ir junto con Cristina a la elección de octubre. “Sergio es uno de los tipos que más conoce el Estado, sabe conducirlo, fue intendente, jefe de Gabinete, director de la Anses, peleó tres o cuatro elecciones, es joven… podría estar en cualquier lugar”, lo describen. Le dedican más elogios (muchos más elogios) que su (¿ex?) socio Roberto Lavagna. El mismo enfoque repiten en el Patria si son consultados por Florencio Randazzo, por Diego Bossio o por Juan Grabois, que este lunes acusó a La Cámpora de abusar del poder, en una entrevista con La Nación. ¿Ya no enojan esas peleas por los diarios? “Estamos en modo zen. Ya fue eso de decir ´acá están los traidores´”, conceden.

En medio del mar de incertidumbres electorales que es la Argentina a menos de dos meses del cierre de listas, tres cosas quedan claras al hablar con el equipo de trabajo de la ex presidenta: la imaginan candidata, la imaginan peleando el ballotage y la imaginan con chances de ganar la elección. Por eso, ya piensan en cómo será el país que podría tener que gestionar y aseguran: “No va a ser un país parecido al que agarró Macri. Va a ser más parecido al que agarró Néstor en 2003. Y, en la oposición, ella es la única que puede ponerse al frente de la gestión el 10 de diciembre a primera hora”. Hasta barajan nombres para el gabinete.  

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