Como una jugadora de ajedrez, Cristina Kirchner sigue desplegando sus trebejos en el tablero y se dispone a ocupar con legisladores fieles las presidencias de las comisiones estratégicas para hacerse así del control político del Senado.

La expresidenta empezará a mostrar parte de su juego mañana, a las 15, para cuando convocó a una reunión con los senadores que integrarán el bloque del Frente de Todos a partir del 10 de diciembre. Se espera asistencia casi perfecta de los miembros de la bancada. Uno de los que no estarán será el tucumano José Alperovich, forzado a tomar licencia de su banca tras haber sido denunciado ante la Justicia por violación por una sobrina.

Más allá de que lo único que ha trascendido es que "será la presentación de Cristina al bloque", se espera que en el encuentro la futura vicepresidenta informe a los senadores quiénes serán sus elegidos para conducir las comisiones más importantes de la Cámara alta.

Se trata de un paquete que suele estar integrado por Presupuesto y Hacienda, Acuerdos y Justicia y Asuntos Penales. Sin embargo, en su versión kirchnerista, el combo de comisiones estratégicas incluye también a la de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión, área que obsesiona la expresidenta. Según las fuentes consultadas por este diario, la mayoría de las presidencias recaerán en manos de legisladores de indudable lealtad a Cristina Kirchner.

La santafesina María de los Ángeles Sacnún suena como futura presidenta de Asuntos Constitucionales. Si bien no es de La Cámpora, la oriunda de Firmat es de un kirchnerismo comprobado a lo largo de los años que lleva en el Senado.

La que sí es de La Cámpora es Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), que sería la elegida para presidir la Comisión de Acuerdos. Su nombre se mencionó para conducir el bloque, pero Cristina Kirchner prefirió ubicar en ese lugar a José Mayans (Formosa) y honrar así su alianza con el gobernador Gildo Insfrán, y relegar a la joven legisladora a la vicepresidencia de la bancada.

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Pero ahora, además de la misión de monitorear y controlar cualquier movimiento del formoseño que no se ajuste a las directivas de la futura vicepresidenta, Fernández Sagasti tendrá en sus manos el control de calidad kirchnerista de diplomáticos, oficiales militares y, lo que es más importante, de jueces y fiscales de todo el país.

Para la Comisión de Justicia y Asuntos Penales suena Martín Doñate (Río Negro), otro kirchnerista de nota que ocuparía así el lugar que dejará vacante Pedro Guastavino (Entre Ríos), cuyo mandato concluye dentro de una semana.

Dos senadores del extinto Bloque Justicialista, el que presidió Miguel Pichetto hasta su salto al macrismo, suenan para las otras comisiones. El chubutense Alfredo Luenzo mantendría la presidencia de la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión, mientras que el cordobés Carlos Caserio sería el elegido para conducir la de Presupuesto y Hacienda. Sin embargo, voceros legislativos pusieron en duda ambos nombres, recordando que los legisladores formaron parte del grupo que apoyó a Pichetto cuando decidió excluir a los kirchneristas de la bancada peronista. Por último, Mariano Recalde (Capital) saldrá del bajo perfil que mantuvo durante la campaña para ocupar una poltrona en el Consejo de la Magistratura, donde reemplazará a la santiagueña Ada Itúrrez, cuyo mandato vence el 10 de diciembre.