La cúpula de la organización de “jóvenes” kirchneristas entró en crisis luego de que la presidenta los excluyera de la campaña tras las primarias. Recalde se recluyó en Aerolíneas y no va más a las reuniones de Unidos y Organizados. El Cuervo los evita a él y a De Pedro y las bases no saben a quién hay que hacerle caso.
El desplazamiento de la agrupación que ordenó Cristina Kirchner luego de las primarias repercutió de la peor manera en la cúpula que integran los diputados Andrés “Cuervo” Larroque y Eduardo “Wado” De Pedro y el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde.
Como adelantó LPO, Cristina ahora negocia directamente con los gobernadores y los intendentes, y los camporistas ni siquiera fueron avisados de la cumbre del PJ que encabezará mañana Daniel Scioli en la sede porteña del partido.
“Recalde y Wado ya ni se hablan con el Cuervo”, señalaron a LPO allegados al titular de la compañía aérea. Aseguran que evitan cruzarse en todo tipo de encuentro que no esté en la agenda oficial de la presidenta.
Recalde se recluyó en Aerolíneas y ya no va más a las reuniones de Unidos y Organizados de la Capital, a las que concurría religiosamente todos los lunes. “Mariano se encerró en el holding y ya no es tan kirchnerista paladar negro”, se lamenta una de las personas que lo ve semanalmente.
Semas atrás, Larroque faltó al cumpleaños del coordinador de la TV digital, Osvaldo Nemirovsci, un hombre muy querido por los líderes de La Cámpora. Allí estaban Wado y Recalde. El año pasado, estaban los tres.
“El único que todavía tiene una chance de juntarlos en un asado es Cabandié”, aseguran en la organización y advierten que la pelea de la cúpula afecta directamente a las "bases", que no entienden a quién hay que responder.
La crisis de La Cámpora se acentúa ante el dilema de la sucesión de Cristina. Como anticipó LPO, Larroque le dijo a un grupo de militantes que no apoyaría la candidatura presidencial de Scioli ni aunque lo ordene Cristina.
La alternativa de sucesión elegida es Sergio Urribarri, el gobernador de Entre Ríos que logró una cómoda victoria el 11 de agosto. Para ello, los camporistas y Carlos Zannini decidieron dejar en manos de Scioli la campaña bonaerense para después cargarle la derrota de Martín Insaurralde, el candidato propuesto por Wado.
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