Este jueves, el bloque del Frente para la Victoria (FpV) en la Cámara baja bonaerense se preparaba para volver reunirse formalmente luego de lo que había sido la votación separada del presupuesto provincial. Hubo muchas ausencias y la reunión nunca empezó. Hay internas cruzadas y hasta algunos legisladores de La Cámpora cuestionan al jefe de bloque, José Ottavis. El grupo díscolo de trece diputados remarca para el afuera que apuesta a la unidad aunque al camporista no lo quieren y además se reagrupa un nuevo sector con siete legisladores. 

Apenas un puñado de diputados del Frente para la Victoria se acercó este jueves a la reunión de bloque a la que el jefe de bancada, José Ottavis, había convocado. Por los pasillos que llegan hasta la Sala 39 en el primer piso de la Cámara pasaron los legisladores, Marcelo Torres (responde a Sergio Berni),Hernán Doval (municipales), Aníbal Regueiro (intendente cristinista), Gustavo Di Marzio (Movimiento Evita), Patricia Cubría (Movimiento Evita) y los camporistas Rocío Giaccone (se referencia en el propio Ottavis), Juan Debandi(Ottavis), Juan Manuel Cheppi (Ottavis) y Marisol Merquel (juega en tándem con Ottavis y el intendente de Pigüe, Hugo Corvatta). La ausencia fue de casi todos los legisladores que votaron a favor del artículo 32 del proyecto del Presupuesto 2016. Es el que autorizaba al Ejecutivo a tomar deuda por 60 mil millones de pesos. Son los que no se sienten representados por la conducción del propio Ottavis y que piden rediscutir la conducción.

En el marco de esa rediscusión sobre la presidencia del bloque, se cruzan varias internas. No sólo la ya expuesta diferencia entre el cristinismo más duro, embanderado en La Cámpora y algunos diputados aliados con más de 12 legisladores encabezados por el ex secretario de Néstor Kirchner, Walter Abarca y el randazzista Marcelo Feliú. También “baja” al bloque del FpV la discusión interna que hay en La Cámpora. 

Es que en el bloque, hay algunos diputados que pese a ser camporistas no exclusivamente tienen el sello de Ottavis. Dentro de la bancada hay legisladores que hablan en nombre de los diputados nacionales Máximo Kirchner y Andrés “Cuervo” Larroque y sostienen que la conducción de Ottavis está desgastada. De hecho, en el bloque, sostienen que no en vano el único de los faltazos a la sesión del Presupuesto fue la de César Valicenti, diputado por la Séptima sección que juega con el Cuervo Larroque. 

En privado, hay una tesis con la que todos acuerdan: después de las derrotas electorales no hay conducción clara ni definida en el peronismo, todos quedaron en igualdad de condiciones. Por eso se partió el bloque del FpV en el Congreso y el del Senado bonaerense, mientras que nación sigue unido pese a que prima la libertad de acción. En la Cámara baja provincial la unidad, aunque sea en lo formal, todavía resiste. Sin embargo la foto de hoy, de una sala vacía y apenas algunos legisladores dando vueltas suma un nuevo capítulo al show de las diferencias.

Mientras el camporismo y el “subloque” tensan la relación pero no rompen el bloque, quien asoma es un nuevo “espacio”. Se trata de los diputadosFernando “Chino” Navarro, Patricia Cubría, Gustavo Di Marzio (todos del Movimiento Evita) y quien hasta meses conducía la Cámara de diputados,Horacio González. Desde las sombras y acodado con el Chino Navarro, el histórico legislador no descarta la posibilidad de volver a los lugares de poder. Pero la resistencia a su figura es automática.Días atrás algunos legisladores peronistas se reunieron en un bar en las cercanías de la legislatura bonaerense y tumbaron la posibilidad de acompañar una postulación de González. 

Pero al no encontrar una alternativa a la conducción, este espacio nuevo -que suma aproximadamente siete diputados- empieza a realizar llamados a distintos diputados para tantearlos. Una de las que atendió el teléfono estos días fue Alicia Sánchez, la mujer de Luis D’Elia. Le preguntaron qué hacía junto a los diputados peronistas ortodoxos. Es que Sánchez se mueve legislativamente con el grupo que maneja Abarca.

Días atrás apareció el nombre de Juan José Mussi, como salida elegante al laberinto de la conducción. El ex intendente de Berazategui votó en contra al endeudamiento de María Eugenia Vidal y tiene aceptación cristinista, pero no peronista. Además, mantiene diferencias con algunos, más puntualmente con Navarro por lo que fue la discusión del presupuesto provincial. Mussi y Navarro eran hasta hace poco dos referentes del kirchnerismo pero en el debate presupuestario votaron de manera distinta y nacieron los recelos.

Hasta el momento la interna inicial sigue sin resolverse. Ahora aparecen nuevas discusiones y pasa el tiempo. Mientras que el grupo de los 13 legisladores maneja su propia agenda de trabajo y va tras la judicialización al aumento de las tarifas en el servicio eléctrico que dispuso el gobierno naciona,l Navarro, González y compañía busca equilibrar el bloque aunque piensan también en una propia bancada. La Cámpora se enfrasca en su propia discusión y Ottavis, por esta semana, sigue siendo el presidente de la primera minoría en la Cámara de diputados bonaerense.