José Cano le quiere boicotear los festejos del Bicentenario de la Independencia a Juan Manzur, el gobernador de Tucumán que lo derrotó el año pasado en las elecciones más polémicas de la historia de esa provincia.

Este martes, Manzur agasajará a los diputados y senadores nacionales con una cena en el coqueto salón Terrazas de San José, ubicado en la localidad de Yerba Buena, a pocos kilómetros de la capital provincial.

La mañana siguiente celebrará una asamblea simbólica con todos los legisladores luego de un cocktail en la Casa Histórica de Tucumán.

Mientras trata de hacer arrancar el demorado y ambicioso Plan Belgrano para desarrollar el Norte, el radical Cano, que tiene rango de ministro, realizó las gestiones en los últimos días para evitar que los legisladores de Cambiemos vayan a la cena del martes con Manzur.

Para eso puso a trabajar a la senadora tucumana Silvia Elías de Pérez, que no quiere sacarse una foto con el dirigente que denunció por fraude hace menos de un año. Los tucumanos de Cambiemos lograron el respaldo de un grupo de diputados y senadores de otras provincias que faltarán a la cena e irán directamente a la asamblea del día siguiente.

Pero curiosamente, con el boicot Cano complica el entramado de su propio jefe: Mauricio Macri. Es que el presidente será la figura principal de los festejos que el Gobierno nacional viene coordinando con Manzur desde hace meses.

Manzur estará todo el tiempo junto a Macri, que será acompañado por Gabriela Michetti y las máximas autoridades de otros países, como la chilena Michelle Bachelet, el paraguayo Horacio Cartés e incluso el rey Juan Carlos de España.

El sucesor de José Alperovich es uno de los gobernadores peronistas más cercanos a Casa Rosada y el propio presidente viene tejiendo una relación desde hace meses.

Con la excusa de los festejos del Bicentenario, Manzur paseó durante las últimas semanas tanto por Casa de Gobierno como por la Quinta de Olivos. Incluso con una atención mayor que la que recibe el funcionario Cano.