Vidal inaugura una cárcel modelo para jóvenes de entre 18 y 21 años

Vidal inaugura una cárcel modelo para jóvenes de entre 18 y 21 años

El Estado busca resocializarlos para evitar que vuelvan a reincidir tras los años de encierro 

 

Una cárcel exclusiva para jóvenes de entre 18 y 21 años, que cumplan penas de hasta 5 años de prisión, será inaugurada hoy en Campana.

Se trata de una cárcel única en el país. Hasta ahora hay cárceles para ancianos. Para mujeres. Y para menores de edad. Esta será la primera cárcel para jóvenes; quienes, en su mayoría, manejan armas y son adictos. El Estado busca resocializarlos para evitar que vuelvan a reincidir tras los años de encierro.

Es que entre el 40 y el 50% de los delincuentes de la provincia de Buenos Aires son reincidentes, según estima el gobierno de acuerdo con registros de ingresos y egresos a institutos de menores, comisarias y cárceles de este territorio.

La cárcel de Campana -con capacidad para 616 internos- tendrá cuatro escuelas, cuatro áreas de talleres, áreas para reciclar residuos, huertas, gimnasio y celdas con baño completo integrado.

Es, quizá, la apuesta más fuerte del Estado en la última década en lo que hace al tratamiento de los reclusos.

La Unidad Modelo para Jóvenes exigirá a los jóvenes que ingresen al lugar la firma de un acta de conformidad, en donde se comprometerán a cumplir horarios, actividades laborales, educativas, deportivas y de aseo personal.

El cupo es limitado: solo hay espacio para 616 de los 3500 jóvenes de ese rango etario detenidos en este territorio. Por eso, quienes no cumplan con los objetivos de resocialización serán reemplazados por otros presos que busquen adecuarse para una mejor reinserción social.

 

 

Tendrá en su interior una delegación del Patronato de Liberados, que actuará con sindicatos y ONG para propiciar que los convictos que cumplan con su pena salgan a la calle con trabajo.

Mientras dure la condena los presos podrán hacer rugby, futbol, básquet, vóley, boxeo, ajedrez, además de terminar sus estudios primarios y secundarios con un programa adaptado a personas privadas de su libertad.

Habrá también un programa de adicciones con psicólogos que abordarán también enfermedades vinculadas al consumo de sustancias como depresión y desordenes en los hábitos alimenticios.

La obra de infraestructura se inició en 2014 -durante la gestión de Daniel Scioli- pero quedó abandonada al 20% del total de su ejecución. Cinco años después, será inaugurada hoy por Vidal como una experiencia piloto y modelo para resocializar a los jóvenes y evitar que salgan de la cárcel siendo más violentos de lo que ingresaron.

"No hay una cárcel similar en todo el país", dijo Vidal a LA NACION. Se refirió así a esta cárcel, que propone ocupación plena y asistencia integral de salud, adicciones y contención social.

Su ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, informó que el modelo se copio de Alemania y de Estados Unidos donde funcionó con éxito para este segmento etario. "Buscamos que estos jóvenes, que ya manejan armas y que ya delinquieron no vuelvan a la calle a matar", dijo, y agregó: "Por eso pondremos a su disposición todas las instituciones del Estado. Para brindar educación, salud y tratamiento adecuado a este segmento que, por su energía, suele ser el más revoltoso".

En la provincia de Buenos Aires hay unos 43.000 detenidos, entre condenados y procesados. Casi la mitad de estas personas tiene menos de 29 años. Las autoridades apuntan a ir al primer segmento, a los más chicos del sistema, que cumplen una condena corta y que pronto volverán a la calle. Para este segmento, de entre 18 y 21 años, destinó la nueva cárcel que está situada al lado de la unidad 21 de Campana, en el kilómetro 5.5 de la ruta 6.

No solo el edificio es innovador, ya que consiste de cuatro módulos, cada uno con una escuela y un polideportivo. La novedad también radica en el tratamiento, que incluirá desde asambleas convivenciales hasta sesiones de justicia restaurativa para acercar al victimario con su víctima en un intento por acortar la distancia entre ambos a través del entendimiento y del perdón.

Los 616 jóvenes seleccionados para participar en este programa serán trasladados desde nueve unidades penitenciarias, en su mayor parte del conurbano. Muchos vienen de hogares desintegrados o disfuncionales y tienen parientes cercanos presos.

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