Todesca Bocco y la macroeconomía feminista al BID

Todesca Bocco y la macroeconomía feminista al BID

Por Ingrid Beck

La perspectiva de género aparece como un diferencial clave en la postulación de la candidata argentina para presidir el organismo financiero.

 

“Las políticas de género son buenas para la macroeconomía. No es una agenda paralela, no va por otro carril: es el mismo carril. Si las transformaciones de la estructura productiva y social están hechas con esta mirada, estaremos aportándole a la macroeconomía, a los salarios, a la participación en el mercado de trabajo, a los trabajos con derechos. Entonces también a la demanda agregada, al crecimiento sostenido y a una economía mucho más justa”. La reflexión pertenece a Cecilia Todesca Bocco, secretaria de Relaciones Internacionales de Cancillería y candidata argentina para reemplazar al malogrado Mauricio Claver-Carone en la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La economista, asidua participante de las reuniones de la Mesa Federal de Políticas Económicas con Perspectiva de Género, se expresaba así días después de la derrota electoral del oficialismo en 2021, que provocó su salida de la vicejefatura de Gabinete, después de haber sido una de las voces más didácticas sobre los planes oficiales para contener la economía durante la pandemia.

 

 

“Esta candidatura lleva el trabajo y la potencia de muchas mujeres. No es personal, es colectivo”, sostienen cerca de Todesca Bocco. Una postura bien distinta a la de la última vez, cuando después de impulsarla, el Gobierno retiró la candidatura del entonces secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Beliz. El hombre de la Iglesia es casi la contracara de la funcionaria de Cancillería: enfrentado con las feministas de la gestión Fernández fue, por ejemplo, uno de los principales operadores en contra de la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

 

Con excepción de Costa Rica, que postula a la expresidenta Laura Chinchilla como titular del BID, el resto de los países candidatean a varones, pesos pesados como el mexicano Gerardo Esquivel y el brasileño Ilan Goldfajn –con mejores chances que el resto–, que contaría con el apoyo del presidente Jair Bolsonaro y del electo Lula.

 

El diferencial de Todesca –reconocida por su formación y experiencia– es que se trata de una mujer con clara mirada de género, rasgo decisivo a la hora de ofrecerle la candidatura. Fuentes cercanas a la Presidencia la describen como “una mujer conocedora de temas de género, de temas financieros y de economía y de realidad política”. Forma parte de Mujeres gobernando, el colectivo de funcionarias del Poder Ejecutivo que hoy, producto de las internas y de la cada vez más escasa participación de feministas en el Gobierno, ya no discute política sino solo intercambia información sobre la gestión. Algunas de sus compañeras hablan de ella como una persona “reflexiva, inteligente, querida y respetada por todo el mundo”.

 

Todesca Bocco forma parte de la comitiva presidencial que aterrizó en París esta semana, pero su viaje cambiará de destino: este domingo tiene que estar en Washington para exponer sus planes ante la Asamblea de Gobernadores.

 

Grupo Callao y macroeconomía

De habitual bajo perfil, Todesca viene del grupo Callao y es del núcleo duro albertista. Sin redes sociales ni estridencias, cada vez –de las pocas– que tuvo a su cargo hablar en los medios sobre algún tema, se destacó por su pedagogía. Se sumó al Callao de la mano del exministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, con quien cursó la carrera de Economía en la UBA. Allí conoció a quien sería el futuro Presidente y se quedó con un papel preponderante en los equipos técnicos para luego dar el salto a la gestión.

 

Antes de asumir, Vilma Ibarra la convocó a formar parte de un selecto y pequeño grupo junto con futuras funcionarias y activistas para comenzar a tejer lazos con la mira puesta en la legalización del aborto. Entre la secretaria Legal y Técnica y Todesca Bocco se generó un vínculo estrecho que permanece hasta la actualidad, más allá de los vaivenes del Frente de Todos y del Gobierno.

 

 

Aunque no se especializa en economía feminista, desde su mirada productivista, en su entorno aseguran que Todesca Bocco planea llevar la agenda de género al BID, algo que hoy preocupa –en algunos casos como un “lavado de cara” y en otros de manera decisiva– inclusive a organismos de crédito internacionales como el Fondo Monetario Internacional, que preside Kristalina Georgieva, y el Banco Mundial, que por primera vez este año organizó una serie de actividades bajo la pregunta de si las políticas de desarrollo deberían ser feministas.

 

“Creo que las desigualdades se acumulan; yo no me he visto particularmente afectada por mi condición de mujer en mi carrera profesional, pero esto es porque tuve acceso a la educación; porque siempre tuve un plato caliente de comida; porque, si me enfermaba, podía ir al médico; porque podía contratar personas para que trabajaran en mi casa y se ocuparan de mis hijos”, decía en 2020, en plena pandemia y pocos meses después de asumir.

 

Su doble apellido tiene que ver con una historia familiar de amor y militancia. Su padre biológico, el sociólogo Luis Bocco, fue asesinado en 1975, a los 27 años, en la denominada "Masacre de Campana". Antes de su muerte, Bocco había hecho un pacto con su mejor amigo, Jorge Todesca, titular del Indec durante el gobierno de Mauricio Macri y entonces dirigente de la Juventud Peronista: si él caía en combate, su amigo cuidaría a sus dos hijos y a su mujer. Todesca cumplió con su palabra y formó pareja con Alicia, la mamá de Cecilia, con quien permaneció casado hasta su muerte, en febrero de 2020.

 

Esta postulación para el BID ocurre al final de una semana en la que Buenos Aires fue sede y la Argentina ocupó la presidencia de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, cuya convocatoria hizo eje en la sociedad del cuidado como horizonte para una recuperación sostenible con igualdad de género. 

Las tareas de cuidado también forman parte del plan de trabajo de Todesca-Bocco. El reparto inequitativo de este tipo de trabajo fue parte de las conversaciones que mantuvo hace pocos meses en el marco del G-20. “Las desigualdades se suman, se potencian, generan un círculo vicioso asociado al lugar donde se nace, al género, a las posibilidades de estudiar, al color de la piel, al idioma, entre muchas otras características. Desandar estas desigualdades (o acortar las brechas entre las personas) no solo implica una reparación ética, constituye de hecho una gran oportunidad económica para toda la sociedad”, escribió en BAE.

 

En algunos pasillos dicen que difícilmente la economista llegue a la presidencia del BID. En otros, con la certeza de que está a la altura de la competencia, confían en que sus capacidades y la ola feminista alcancen para que por primera vez esa entidad tenga a una mujer al mando. 

 

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