Diecisiete votos forman la obsesión de Cambiemos. Son los que necesita para aprobar en la Cámara de Diputados bonaerense el endeudamiento que contempla el proyecto de Presupuesto y que requiere de dos tercios. Detrás aparecen los intendentes, que tienen una llave para llegar a ese número y que ya patalearon.

Con el rechazo manifiesto de Unidad Ciudadana, el bloque que responde a María Eugenia Vidal mira con atención al Frente Renovador de Sergio Massa (12), a la bancada PJ Unidad y Renovación, con terminal en los intendentes dialoguistas (7), y al flamante bloque del Frente Amplio Justicialista (4), conformado semanas atrás.

Con la transferencia de responsabilidades a la Nación, y el subsecuente movimiento de la Provincia a los municipios, en especial el sostenimiento de la tarifa social de energía eléctrica, la negociación adquiere ribetes controvertidos en los primeros días. Hay un rechazo inicial previsible de los sectores opositores, que moldea las conversaciones.

Provincia reconoce que algunos puntos de la ley de leyes pueden ser modificables. Claro, en una lógica de toma y daca que, al menos por ahora, se mantiene en modo off. Ninguna parcialidad va a entregar sus votos así nomás.

En Cambiemos creen que Sergio Massa, con la bancada opositora más numerosa -sin contar UC-, es el que puede aportar lo necesario para encarrilar el tratamiento. Sin embargo, el tigrense parece estar “lejos”.

El exintendente puso a negociar a la juninense Valeria Arata, a Jorge D’Onofrio y al titular del bloque, Rubén Eslaiman, según pudo reconstruir La Tecla. Arata fue la encargada de transmitir un mensaje: para un acuerdo, la única condición es que el desdoblamiento de las elecciones municipales sea ley, una pretensión que el espacio comenzó a levantar.

“No nos conformamos con media sanción”, aclaran desde el Frente Renovador. El oficialismo no ubica la iniciativa en agenda y considera inoportuno someterla a discusión en este momento, por las implicancias legales y constitucionales que puede acarrear.

El Frente Renovador la defiende en aras de la autonomía municipal, pero también de modo estratégico: es un aporte a que Massa pueda retener su bloque de intendentes, y a que ellos escapen de la polarización que se proyecta de cara al 2019.

Por su parte, Julio Pereyra, que representa a los jefes comunales “dialoguistas”, reunió a todos los miembros del bloque PJ - Unidad y Renovación el jueves. Allí hubo un intercambio inicial de apreciaciones. Si bien no se definió una postura, sí hubo coincidencia en que así como llegó es “imposible” que se vote el Presupuesto para el año que viene.

El espacio busca discutir la letra fina con los intendentes a quienes representan, entre ellos, Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Fernando Gray (Esteban Echeverría). Pereyra es alcalde en uso de licencia de Florencio Varela y, por lo tanto, una pieza clave.

¿Qué es lo que lo hace imposible? Los jefes comunales no quieren saber nada con absorber los subsidios a la tarifa social de energía eléctrica y la especial para asentamientos. Se trata de una masa de recursos de más de $8.000 millones, con fuerte incidencia en las arcas municipales.

Con el proyecto enviado, la Provincia transfiere, además, subsidios al transporte automotor de las líneas internas ($2.450 millones) y los subsidios por la disposición de residuos en la planta de la Ceamse ($2.534 millones), que tienen impacto en el área Metropolitana. Más condimento al debate.

Más allá de críticas puntuales, no hubo rechazos de plano, como sí planteó Unidad Ciudadana en una reunión del PJ el martes en La Plata. En cambio, desde el sector dialoguista se muestran proclives a discutir con “criterio”.

“Las transferencias complican el funcionamiento normal de los municipios, anexándoles responsabilidades por fuera de su competencia”, advirtió a este medio un intendente del Conurbano.

De cualquier modo, la discusión es larga. Las distintas bancadas opositoras, incluida el Frente Amplio Justicialista, le atribuyen al proyecto de Vidal ser “un espejo del Presupuesto nacional”.

La búsqueda de los votos atraviesa por distintas alternativas en Cambiemos. Y no se descarta llegar al número necesario gracias a la ausencia de otros. Los dos tercios es un requisito contabilizado a partir de los presentes, según la Constitución.

Con todo, Manuel Mosca, titular de la Cámara Baja bonaerense, ya salió a la caza de respaldos. Abrochó los apoyos públicos de los intendentes Julio Garro (La Plata), Mariano Barroso (Nueve de Julio) y Jorge Macri (Vicente López). A los que sumó a Vicente Gatica (Bragado) y Guillermo Britos (Chivilcoy).

Entre alcaldes oficialistas hay inquietud. Por lo bajo exponen dudas y aclaran que necesitan reuniones en el Ministerio de Economía, a cargo de Hernán Lacunza, para tener precisiones.