El último timbreo dejó entrever algunas grietas en la hasta ahora sólida relación entre María Eugenia Vidal y su vice Daniel Salvador. Los chispazos ocurrieron cuando la Gobernadora eligió San Fernando para conversar con los vecinos. Resulta que ese distrito es el pago chico del radical y cuando le avisaron ya estaba en Mar del Plata para hacer campaña por Cambiemos.

Aunque desde el entorno de Salvador niegan tensiones, en el radicalismo consideran que fue un desplante innecesario. En San Fernando, Vidal se mostró con Alex Campbell, subsecretario de Gobierno y Asuntos Municipales, el hombre del PRO en ese distrito.

 

Campbell y Salvador se muestran coordiales y prefieren unir fuerzas para enfrentar al intendente massista, Luis Andreotti. Pero la visita de Vidal a ese distrito sirvió también para posicionar a Agustina Ciarletta -una funcionaria del gobierno que responde a Campbell- como candidata a primera concejal. En una estrategia para eventualmente instalarla para la pelea por la intendencia en 2019.

Una versión asegura que Salvador se enteró por Facebook que la Gobernadora estaba en su territorio timbreando y haciendo campaña. En el gobierno sostiene que la relación de Vidal y Salvador es sólida, pero desde la UCR advierten que algunos descuidos pueden hacer aparecer grietas que hoy no asoman en la superficie.

 

Las fuentes del gobierno consultadas por LPO negaron que haya sido un desplante y explicaron que Salvador se enteró apenas la Gobernadora definió el desembarco en ese distrito.

 

Pero hay otro dato: Sebastián Salvador, hijo del vicegobernador y concejal de San Fernando no participó de la actividad en su distrito. No se lo vio en el timbreo junto a Vidal, Campbell y Ciarletta. Sólo se limitó a subir a su cuenta de Twitter algunas fotos del timbreo, en las que no aparece.

 

En el radicalismo algunos sectores críticos de lo que consideran una excesiva subordinación al PRO, festejaban el episodio. En particular luego que el vicegobernador se enfrentara hace pocos días a sectores de la UCR críticos de la alianza Cambiemos durante la Convención Nacional del partido, en La Plata.

Ese día, antes del arranque del acto que definiría la continuación de la alianza electoral con el PRO, Salvador se enfrentó con correligionarios y logró imponer su decisión de que Vidal subiera al escenario y brindara un discurso.

 

No fue un momento fácil, mientras un sector radical amenazaba con abuchear a la Gobernadora, Salvador se puso la decisión al hombro y finalmente Vidal pudo hablar ante un plenario radical sin que nadie dijera nada.