La superpoblación de precandidatos le complica el armado territorial a Patricia Bullrich

La superpoblación de precandidatos le complica el armado territorial a Patricia Bullrich

En el conurbano de Buenos Aires, se chocan los alfiles de Grindetti, De la Torre e Iguacel. El factor Ritondo que empioja (o soluciona) la interna. 

Por Pablo Lapuente

La tarde de fines de marzo en la que Patricia Bullrich recorrió La Matanza por primera vez con sus tres candidatos a la gobernación -Néstor Grindetti, Joaquín de la Torre y Javier Iguacel- para dar una muestra de unidad y fortaleza política no salió como estaba previsto. No sólo porque los dirigentes bonaerenses se mostraron incómodos durante esa jornada en la que la exministra de Seguridad llegó 45 minutos tarde, sino porque desde esa fecha la indefinición respecto a las postulaciones a la gobernación comenzó a inquietar también a los dirigentes distritales que les responden, que no saben si se abrirán internas dentro del ala dura del PRO. Por ahora, muchos coinciden en que las ganancias son 100% para Diego Santilli, el postulante único de Horacio Rodríguez Larreta.

 

Ante esto, dos preguntas reiteradas se filtraron en distintas mesas del armado presidencialista: ¿Habrá internas locales dentro del propio espacio bullrichsista? ¿Se desarman esos acuerdos si a nivel provincial queda un solo candidato? Por supuesto, la lupa se pone sobre la contienda hacia la gobernación, donde Grindetti, De la Torre e Iguacel buscan ganar influencia para al tramo final, aún con la posibilidad concreta de que Cristian Ritondo confirme su incorporación a este sector hacia fines de mes; pero también sobre algunos distritos en los que se ve reflejada la problemática de esta superpoblación de candidaturas, como en Moreno, Merlo y Quilmes.

En el municipio que conduce la dirigente del Movimiento Evita Mariel Fernández, el senador provincial de la Primera sección, De la Torre, impulsa a Gisele Agostinelli, una concejala que pertenecía al armado jorgemacrista en Moreno; mientras que el presidente del bloque PRO en la Cámara de Diputados, Ritondo, quiere como candidato al también concejal Demián Martínez Naya.

Algo similar sucede en el distrito que controla el justicialista Gustavo Menéndez. Por ser un distrito cercano a San Miguel, De la Torre tiene una influencia determinante sobre este territorio y buena parte de la región del conurbano norte y no se descarta un candidato propio, pero Grindetti ya se decidió por Aldana Ahumada, senadora bonaerense con vínculos cercanos a Bullrich y otros sectores como el del diputado Álvaro González.

Maximiliano Dodera, otro dirigente gravitante en Merlo por el ritondismo, también tiene cierta aspiración de ser candidato a intendente, aunque todo indica que está a punto de cerrar un acuerdo con Ahumada para ir como primer candidato a concejal.

En Quilmes también hay dispersión. La diputada Maru Sotolano cuenta con el respaldo tanto de su jefe político Jorge Macri como del intendente de Lanús, pero a su vez De la Torre también apuesta nuevamente por el exconcejal Walter Queijeiro. Ambos tendrán enfrente a Martiniano Molina, el exintendente que busca una revancha en las próximas elecciones con el respaldo explícito de Larreta y Santilli.

Las distintas partes de esta pieza en construcción del ala dura coincidieron en diálogo con Letra P en que el principal beneficiado es el adversario Santilli, como exponente único del armado larretista en la provincia de Buenos Aires. Más aun después de la reunión en la que el jefe de Gobierno porteño arengó a su tropa de territoriales, entre los que se encontraban Molina, Lucas Delfino, Julián Amendolagine y Pablo Alaniz, entre otros, y les pidió ganar la calle para potenciar la candidatura El Colorado.

La indefinición de Bullrich por un precandidato empieza a complicarle el panorama en los territorios. El problema es que, según algunos observadores de los movimientos de la extitular del partido, la indefinición responde, en realidad, a su intención de elegir a Ritondo, pero sumarlo no depende solo de ella sino de la decisión que tome, por caso, María Eugenia Vidal, quien este lunes sorprendió al propone “bajar todas las candidaturas del PRO” para barajar y dar de nuevo.

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