Suelen dejarlos solos

Suelen dejarlos solos

A una semana de su detención, Emiliano Giri no encontró los apoyos que esperaba. La postura de Arroyo, la indiferencia de Vidal y la falta de apoyo de Jorge Macri, su padrino dentro del PRO.

La detención y posterior renuncia a su cargo de Presidente del EMTUR de Emiliano Giri parece haber ocurrido hace ya algún tiempo. La sobre exposición mediática de las primeras horas terminó por agotar rápidamente a una ciudadanía sacudida por sus problemas cotidianos.

Las inconsistencias comunicacionales de un gobierno claramente sobrepasado por la agenda de una ciudad mucho más compleja de lo que imaginaron derivaron en un enfrentamiento entre “los poderosos” y “los reformistas”. De más está decir que nos enfrentamos a una falsa dicotomía que solo resulta útil a la hora de (no) dar explicaciones.

Pero más allá de esas cuestiones, lo cierto es que Emiliano Giri no encontró los apoyos que esperaba frente a su compleja situación judicial. Esta crisis dejó en evidencia la endeble pertenencia de la “mano derecha” del intendente al PRO como estructura política provincial y nacional.

Quizás algunas posturas indiferentes encuentren su origen en la etapa previa a las primarias, cuando el PRO estaba en plena “expansión” territorial, y cuando Cambiemos era apenas el sueño de un par de “afiebrados”.

En la lista de los apoyos encontramos casi en soledad a los dirigentes de Agrupación Atlántica, partido vecinal cuyo liderazgo indiscutido es ejercido por el intendente Carlos Arroyo. El radicalismo se mostró sacudido y un tanto distante. El PRO local, comandado por Aicega, recién se expresó una semana después de la detención, mientras que la Coalición Cívica mantuvo distancia de la cuestión.

Giri ensayó una recorrida mediática estudiada y cuidada, en donde se resaltaba un perfil humano del ex funcionario, pero poco se hablaba de las contradicciones que existen entre las declaraciones de los testigos y sus dichos en sede judicial. Se apeló al enfrentamiento con el multimedios “la Capital” y hasta se utilizaron metáforas bélicas de dudoso buen gusto

Pero más allá de eso, Giri se sintió solo, ya que hubo un apoyo que nunca llegó: la primera línea del PRO en la figura de la gobernadora Vidal, no respaldó a su “funcionario estrella”.

La relación de Giri con el PRO fue compleja en la etapa de formación de Cambiemos. El empresario se arrogaba un representación que no era respaldada por la orgánica partidaria del macrismo, representación que solo alcanzó cuando logró cerrar al “as de espadas”, Carlos Arroyo, situación que al ser advertida por el armador provincial Jorge Macri lo catapultó a la categoría de “dirigente provincial”, y hasta le permitió soñar con un nombramiento en el gabinete provincial.

Cuando más lo necesitaba, Giri no sintió el respaldo de Jorge Macri, su padrino dentro del PRO, y sufrió la indiferencia de María Eugenia Vidal.

Los caminos de la política a veces son ingratos, repletos de sin sabores, y en épocas de vacas flacas a muchos suelen dejarlos solos.

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