Sospechan que Pérez Corradi cuenta con protección policial y de agencias de inteligencia

Sospechan que Pérez Corradi cuenta con protección policial y de agencias de inteligencia

Clave en la trama que involucró a los Lanatta y a Schillaci, para los investigadores sólo así se explica que pueda estar cuatro años prófugo; algunos señalan a la DEA

Prófugo desde hace 3 años y 10 meses, el eslabón clave para desentrañar el triple crimen, Ibar Pérez Corradi goza de algún tipo de protección oficial. Algunos apuntan a la ex Secretaría de Inteligencia (SIDE); otros, a la agencia antinarcóticos estadounidense (DEA). Pero todos sospechan que el ex socio, acreedor y enemigo de Sebastián Forza goza de una cobertura que podría ir más allá de un organismo estatal, argentino o extranjero, indicaron a LA NACION funcionarios y abogados que siguieron sus pasos durante estos años.

Juan Ignacio Bidone, el fiscal de Mercedes que instruyó la investigación que terminó con las condenas de los hermanos Martín y Cristian Lanatta y de Víctor Schillaci, sospecha que Pérez Corradi recibe una "cobertura" de la policía, pero no descarta a la ex SIDE, dado todos los indicios y datos que recolectó durante su pesquisa. Pero el investigador mira más allá en lo que define como una "conjetura": "Pérez Corradi puede estar representado y siendo protegido por un grupo que es más grande que un funcionario", indicó a LA NACION.

Desde la Procuración federal suman sospechas. "Si después de casi cuatro años nadie logra detenerlo o siquiera rastrearlo, es porque algún tipo de protección tiene. ¿Cómo se financió en la supuesta «clandestinidad» a lo largo de todo este tiempo?", planteó una fuente oficial, que tampoco descarta a la DEA, que en las reuniones de trabajo bilaterales trascendió que nunca pregunta por él. No es prioridad.

Lo último certero que se sabe de Pérez Corradi, por lo pronto, se remonta a diciembre de 2011, cuando la Cámara Federal porteña ordenó su excarcelación en una causa que instruía el juez federal Norberto Oyarbide, mientras que su par en San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, también dispuso su liberación tras más de 3 años en prisión preventiva sin que se completara su extradición, como requería Estados Unidos.

La Justicia de ese país pretendía juzgarlo por presunta asociación ilícita y confabulación para el narcotráfico, tras hallar sus huellas dactilares en el envío de 1500 pastillas de oxicodona a Maine, mientras que los agentes de la DEA lo tenían en la mira desde 2007, antes de los asesinatos de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón.

Amigos, socios y luego enemigos por la efedrina, el vínculo entre Pérez Corradi y Forza incluyó de todo: desde el intercambio de "ladrillos de dinero" por cheques voladores hasta el soborno por Forza a la vidente de Pérez Corradi para conocer sus negocios, miedos y debilidades, amenazas cruzadas y hasta un intento de robo a su casa, por Forza, Bina y Ferrón, que buscaban "cash". Y eso, al mismo tiempo que Forza llegó a deberle $ 2 millones, aunque sólo le reconocía $ 800.000 y, encima, intentó estafarlo.

Así, para cuando en marzo de 2012 el fiscal Bidone pidió su detención en la causa del triple crimen, Pérez Corradi resultó ya inhallable. O casi. Porque los sabuesos siguieron sus rastros hasta la localidad bonaerense de Moreno, aunque las versiones también lo ubican en múltiples lugares. Desde algo tan cercano como un departamento en la Avenida del Libertador hasta en San Isidro, en el country Nordelta del partido de Tigre, en la provincia de La Pampa, en la Triple Frontera o en Paraguay, uno de los países que le servían de proveedor de la efedrina, junto a la India y China.

"Si está en Paraguay, como dicen ahora, Pérez Corradi necesita algún tipo de cobertura internacional y eso sólo es posible con la DEA", estimó Miguel Ángel Pierri, abogado de la familia de Ferrón, una de las víctimas del triple crimen. "En este caso, todo es muy sucio y confuso. Forza le decía a su mujer que él mismo era agente de la SIDE, algo que no creo, pero en la causa sí aparecen varios cuadros inorgánicos de la ex SIDE", añadió.

El problema es que Pérez Corradi cuenta con otros dos factores a su favor, según recordó Pierri. El primero, que movía fortunas en efectivo, por lo que tendría cómo moverse. El segundo, que es bueno con las computadoras, lo que le permite diluir sus huellas a la hora de comunicarse.

Sin embargo, tras el recambio del 10 de diciembre, las nuevas autoridades de la ahora Agencia Federal de Inteligencia deslizan que son "muy optimistas" en que pronto habrá novedades sobre el paradero de Pérez Corradi. "Si hubo protección, fue durante el kirchnerismo", dicen junto a Gustavo Arribas y Silvia Majdalani.

Viaje a Paraguay

La Justicia verificó un ejemplo de ese auxilio irregular. Fue cuando detectó que después del triple crimen, Martín Lanatta cruzó a Paraguay el 25 de abril de 2009, en una camioneta Hilux, y retornó al día siguiente al país, pero a bordo de un Chevrolet Astra, matrícula EXU 826, de la ex SIDE.

Por lo pronto, el gobierno bonaerense elevó de 100.000 a 2 millones de pesos la recompensa a quien aporte datos certeros sobre el paradero del prófugo de 38 años que también figura entre los buscados con "circular roja" -y dos fotos- por Interpol. "Subieron la recompensa y recibimos 10 llamadas", ejemplificó Pierri. "Que la suban a 4 millones y hablamos en 48 horas", añadió, irónico.

De hecho, apenas horas después de esa señal del gobierno provincial, los abogados de Pérez Corradi -el ex comisario bonaerense preso y luego absuelto en la causa AMIA, Juan José Ribelli, y el abogado de los Juliá, Álvarez Meyendorff y otros narcos, Carlos Broitman- presentaron un escrito en el Ministerio de Seguridad nacional para pedir garantías en el caso de que su defendido al fin se entregue ante la Justicia.

Para Pierri, a la luz de todo lo que hasta ahora se sabe sobre el triple crimen de General Rodríguez, sus derivaciones políticas, "la Morsa" y mucho más, la reaparición de Pérez Corradi sólo puede darse en un contexto: "Con la ley del arrepentido".

El ideólogo de los crímenesIbar pérez corradi

Financista

Es considerado el ideólogo del triple crimen de General Rodríguez; su nombre volvió al primer plano a partir de la fuga de los hermanos Lanatta y de Schillaci, condenados por aquellos asesinatos

Empresario farmacéutico

De 38 años, trabajó en el Banco Nación durante varios años y luego se convirtió en financista y empresario farmacéutico. La Justicia considera que fue uno de los mayores proveedores de efedrina

Efedrina y mafia

A causa de la investigación por el tráfico de efedrina quedó también vinculado a la causa sobre la mafia de los medicamentos, en la que fue procesado por Oyarbide, aunque luego una decisión de la Cámara revirtió el procesamiento

Móvil de los crímenes

Se lo considera ideólogo de los crímenes de General Rodríguez porque la Justicia halló el móvil: necesitaba sacar del negocio de la efedrina a los asesinados Ferrón, Forza y Bina

Cuatro años prófugo

Está prófugo desde hace casi cuatro años. Los investigadores creen que eso sólo es con apoyo de sectores de la policía y de los servicios secretos

Comentá la nota