El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, prepara un plan para reorganizar la policía a nivel municipal, en medio de un clima de preocupación por hechos de inseguridad en la provincia. Los intendentes se muestran cautelosos ante el proyecto, pues aún no se han definido los recursos para su financiamiento.

Atrás quedaron los días de mayor tensión con su par nacional, Sabina Frederic, luego del anuncio de la creación de una mesa operativa conjunta entre las fuerzas federales y las bonaerenses. Ahora, el ministro está ocupado en reunirse discretamente con los intendentes de los principales municipios bonaerenses para presentarles el nuevo plan, que estaría en sintonía con lo que los caciques comunales reclamaron en el último tiempo de campaña.

El proyecto, según un documento al que pudo acceder LA NACION, comprende la creación de una "mesa de coordinación" que vinculará al municipio con el Ministerio de Seguridad y con el jefe de la estación de policía.

La propuesta surge del pedido de los intendentes de tener mayor injerencia en el desarrollo de los planes locales de seguridad y de la decisión de potenciar las policías locales que hoy no tienen una cadena de mando. Hay municipios con 1000 agentes locales y un solo oficial superior a cargo, circunstancia que hace muy difícil su funcionamiento, observaron fuentes del Ministerio de Seguridad provincial.

Según el intendente de una importante localidad del sur del conurbano, "la idea de Berni es tener un solo referente a quien llamar", ya que actualmente en la provincia hay distintos jefes para las diferentes áreas relacionadas con el control y la prevención del delito.

En ese esquema, el jefe de estación de policía es un comisario a nivel municipal de quien dependerán las áreas de Logística, Centro de Monitoreo, Operaciones y Planificación, Recursos Humanos, Comunicaciones, Judiciales, Oficina de Denuncias y Tramites, Comando de Patrullas, Policía Local y Comisaría de la Mujer, además del área de Defensa Civil de cada municipio.

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Recursos escasos

Pero la idea de Berni choca contra una realidad: el plan que se propone realizar es en una provincia con graves problemas económicos y esa no es una cuestión menor para los barones del conurbano. Desde que asumió el gobierno de Axel Kicillof, los intendentes han sido constreñidos una y otra vez a colaborar "con los ahorros" del municipio.

Un intendente de la tercera sección electoral se preguntó "con qué dinero van a hacer lo que están planeando", y desconfía de un plan que deba ser solventado por los municipios. Ya colaboraron con la compra de las letras del Tesoro, y los persuaden de renovarlas cada 30 días.

En ese escenario, el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, fue directo: "Lo que se está proponiendo es un cambio profundo, pero se hace un cuello de botella en los recursos".

En los últimos tiempos, con el aumento de la violencia y la inseguridad, los municipios se vieron obligados a invertir entre el 10% y 15% de sus recursos para ayudar en la prevención.

Es común que los municipios aporten la nafta para los patrulleros, compren o arreglen móviles, coloquen cámaras de monitoreo, entre otras cuestiones. Un intendente del oeste del conurbano explicó a LA NACION que le molesta cuando escucha que se hace campaña política con el tema. "En una entrevista, Kicillof dijo que la nafta de los patrulleros con Vidal la pagaban los municipios y ahora también la seguimos pagando nosotros", reflexionó. Y aportó más datos: "Ponemos entre $1,5 y $2 millones en nafta".

"Es difícil para nosotros ponernos la seguridad al hombro", explicó otro intendente.

Conducción policial

En el caso de que este plan no funcione, fuentes consultadas aseguran que Berni tendría pensado unificar la policía bajo un solo mando y coordinar con las fuerzas federales para que actúen de acuerdo con un planeamiento policial predictivo. En resumen, que los policías dejen de ser la moneda de cambio de favores políticos, explicaron a LA NACION.

Aunque las conversaciones recién empiezan, por lo bajo algunos alcaldes piensan que el gobierno de la provincia "no tiene claro lo que quiere hacer", mientras que otros evalúan que la medida "puede llegar a ser positiva".

En lo que sí todos coinciden es en que es importante que funcione bien, pues los costos políticos y económicos son muy grandes y los intendentes se resisten a soportarlos.