Los secretos del armado de la versión local del Foro de Davos

Los secretos del armado de la versión local del Foro de Davos

El detrás de escena de cómo se gestó el cónclave para atraer inversiones.

 

 

Richard Attias fue el secreto mejor guardado del Foro de Davos durante muchos años. Y en este momento, el cerebro oculto del Foro de Inversión que arranca mañana por la noche con una gala en el teatro Colón y busca poner a la Argentina como el emergente de moda. Todo, para que se concrete de una buena vez la “lluvia de inversiones”. Nunca antes el país había organizado un evento de este tipo que concentra a los CEO de varias de las principales empresas del planeta. En definitiva, a los gerentes que manejan la plata del mundo. Algunos tuvieron que cambiar en poco tiempo sus planes para destinar tres días a Buenos Aires. El ejemplo que se desliza es el de CEO mundial de Coca-Cola, Muhtar Kent, que canceló una reunión de directorio para participar.

Todo comenzó en Davos el último enero. Mauricio Macri regresaba a la villa alpina suiza como presidente, después de 14 años de ausencia de un mandatario argentino en el evento que fija la agenda global de las corporaciones. Alguien le sugirió que tenía que organizar un Foro en Buenos Aires. Y el nombre de Attias surgió inmediatamente.

Con partida de nacimiento en Marruecos, educado en Francia, Attias fue el fundador y chairman de la agencia de publicidad Publicis, desde donde supo coleccionar envidiables contactos. Desde 1995 y hasta 2008 se encargó de nutrir de presencias estelares a Davos, desde George Soros y Bill Gates hasta Bono y Angelina Jolie. Y, desde ya, nunca faltaron figuras imponentes de la política como Yasser Arafat y Bill Clinton. Después creó The New York Forum, donde se concentra la crema de los fondos de inversión para sus proyecciones anuales. Y es el cofundador de The Global Clinton Initiative. Su evento más reciente es The Nobel Laureates Conference, que reúne a los premios Nobel de diversas áreas para que aporten su visión sobre la coyuntura.

Mauricio Macri designó para ese armado a Horacio Reyser Traver, ex socio del mayor fondo de inversiones en Latinoamérica, Southern Cross, y hoy asesor en inversiones extranjeras. Reyser trabajó con el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y el titular de la Agencia de Inversiones, Juan Procaccini.

En el medio estuvo el viaje del presidente Macri a la cumbre de Sun Valley el pasado 7 de julio y después de su gira por Alemania y Bruselas, siempre en busca de inversiones productivas. En ese centro de sky del condado de Blaine en el estado de Idaho, Estados Unidos, The Allen & Company organiza un exclusivo encuentro anual con los dueños de las mayores corporaciones de Estados Unidos. Pero fue un argentino, Wenceslao Casares, el creador de Patagon, entre otras firmas de internet, quien se acercó a Macri y le pronosticó que en los próximos 20 años la tecnología en Argentina tiene la capacidad de crear más empleo y más riqueza que el resto de la economía en su conjunto. El presidente pareció tomar nota y se decidió incorporar al foro el “Día de la innovación”, donde debatirán sobre la economía del conocimiento los fundadores de los llamados unicornios, las firmas que superan por su cotización los US$1.000 millones. Son los casos de Mercado Libre, Globant, Despegar y OLX. Precisamente Mariano Mayer, secretario de Pymes, sostiene que se trata de un sector de importancia estratégica que está en la consideración presidencial, a la par del campo.

Entre tanto, se decidió que el Foro fuera financiado por el sector privado. Varias empresas argentinas pusieron el grito en cielo cuando se enteraron del costo del sponsoreo que arranca en US$250.000 y termina en US$1 millón. Desde hace varias semanas se encuentra en Buenos Aires Santiago Muro, en nombre de la organización Attias y con la misión de no dejar ningún cabo suelto. Ya se sabe, el diablo está en los detalles.

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