Fue clave la incertidumbre cambiaria. Con una contracción del 4,5% mensual desestacionalizado, en marzo terminó 5,9% por debajo de los niveles de diciembre pasado. El sector perdió 28.000 puestos de trabajo desde que asumió Milei
Por Mariano Cuparo Ortiz
La actividad industrial cayó fuerte en marzo, con una baja del 4,5% mensual desestacionalizado, y redondeó de esa forma un pésimo primer trimestre del 2025. En comparación contra el cuarto trimestre del año pasado, la contracción fue del 2,8%. El sector fabril había llegado a anotar una buena recuperación en el tercer trimestre del 2024, pero desde septiembre que no logra hilvanar dos meses consecutivos de alza y por eso opera un 6,9% por debajo de los niveles de noviembre del 2023.
El Indec publicó este jueves el informe del Índice de Producción Industrial (IPI) manufacturero correspondiente a marzo, que mostró la mencionada baja del 4,5%, la más fuerte desde diciembre del 2023, mes en el que la megadevaluación del 54% en el peso, equivalente a una suba del dólar del 118% que dejó a la inflación en niveles del 25,5% y al salario cayendo un 18% real entre octubre del 2023 y enero del 2024, tal como mostró un informe reciente del IIEP-UBA, generando una importante baja de la demanda de productos fabriles. De hecho, en aquel diciembre la caída había sido un derrumbe del 5,8% mensual.
Esta baja del 4,5% en marzo de este año también tuvo a la volatilidad cambiaria como protagonista. Aunqu
Flojo inicio del 2025 para la actividad fabril
e todavía con un crawling peg del 1% en el dólar oficial, el mercado empezó a comprender que los dólares no alcanzaban y que se venía forzadamente un cambio de esquema cambiario, lo que finalmente terminó materializado a partir el acuerdo con el FMI, que bandas mediante disparó una devaluación del 9,1% en abril. Como muestra de lo que ocurría por detrás del atraso cambiario forzado por el Gobierno, en marzo el CCL había trepado un 8,1%. La inflación dio un salto y fue del 3,7% en el mes. Para abril se espera otro IPC en torno al 3%.
Desde la consultora ACM remarcaron: “Tras un período de incertidumbre vinculado a la redefinición del régimen cambiario, marzo resultó contractivo para la actividad industrial. Con la política cambiaria ya definida, será clave observar si la industria logra encauzar la recuperación en un contexto de reacomodamiento macroeconómico y clima electoral. La evolución del consumo interno, la dinámica del crédito y el desempeño de los sectores con mayor incidencia en el índice marcarán el ritmo de la actividad manufacturera durante el segundo trimestre del año”.
El informe del Indec correspondiente a marzo también reflejó una suba del 5,2% interanual, lo que se explicó por la baja base de comparación que había generado aquel derrumbe productivo de fines del 2023 e inicios del 2024. La industria está mejor que en aquel entonces, pero cayendo fuerte: en los primeros tres meses del 2025, es decir al comparar los niveles de producción actuales contra los del diciembre del 2024, la actividad sectorial se redujo nada menos que un 5,9%. No hay demasiados datos acerca de la actividad durante abril, pero el consumo no dio buenas señales con una baja del IVA del 2,5% mensual, según la desestacionalización de PxQ.
Aunque la nueva conducción de la UIA reconoció esta semana que la baja de retenciones para el 88% de los productos fabriles fue “un pequeño gran paso”, informes recientes de la central empresaria, al tiempo que destacaban ciertas mejoras, alertaban acerca de que “al interior de la industria continúa la heterogeneidad sectorial debido, entre otros factores, a una mayor competencia frente a la importación de bienes terminados”.
La industria fue además uno de los sectores que más sufrió por la contracción del empleo. Entre noviembre del 2023 y enero del 2025 perdió 27.700 puestos de trabajo. Un informe reciente de Misión Productiva destacó: “De 265 subramas industriales, 184 redujeron su plantilla entre noviembre de 2023 y noviembre 2024. Casi el 70% de la industria registró una caída del empleo en el primer año de Milei. Los motivos: Pérdida de poder adquisitivo, parálisis de la construcción y desarme de políticas productivas, principalmente menos apoyo a pymes y sectores estratégicos”.
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