Revelan que la ex SIDE usó escuchas judiciales para espionaje interno

Revelan que la ex SIDE usó escuchas judiciales para espionaje interno

Lo declaró Mazzino, ex director de Análisis de la Secretaría de Inteligencia, en el marco de la causa por la muerte de Nisman; admitió que enviaba sus informes a Larcher, muy cercano a los Kirchner

Por Paz Rodríguez Niell

 

Alberto Mazzino fue una de las máximas autoridades de la Secretaría de Inteligencia (SI, ex SIDE) durante la última década. Relevado de su juramento de secreto, declaró en la causa que investiga la muerte de Alberto Nisman y sorprendió con una revelación inesperada: relató cómo usaban las escuchas telefónicas ordenadas por jueces penales para hacer inteligencia interna.

Mazzino dio un ejemplo: contó que si "Jaime" (Antonio Stiuso) investigaba una causa de narcotráfico y de la escucha surgía alguna movilización, por ejemplo, "piquetera", Stiuso le pasaba esa "novedad". Y que él, a su vez, se la informaba a Francisco Larcher, que era el número dos de la SIDE, para que Larcher lo transmitiera "a la Casa Rosada" o hiciera lo que correspondiera.

Dijo que era una práctica habitual que entre las "novedades" que le reportaba todos los días a Larcher hubiera datos que surgían de escuchas judiciales.

Su declaración es llamativa porque la ley no permite que las intervenciones telefónicas que disponen los jueces, siempre en una causa concreta, sean usadas por el Poder Ejecutivo según sus intereses. En materia de escuchas, la función de la Secretaría de Inteligencia, como auxiliar de la Justicia, debe limitarse a una asistencia operativa.

Mazzino, que se declaró "amigo" de Stiuso, hoy enemigo del Gobierno, fue director general de Análisis, uno de los cargos más importantes de la secretaría, durante los últimos 12 años. Larcher, desplazado en diciembre pasado, al igual que Mazzino, tuvo durante años una relación muy cercana con el matrimonio Kirchner.

Larcher también fue citado a declarar en la causa por la muerte de Nisman después de que Stiuso y Mazzino dijeran que estaba al tanto de escuchas sobre las que trabajó el fiscal en su denuncia contra la Presidenta porque ellos lo habían puesto al tanto. Declarará en los próximos días, informaron fuentes del caso.

Siempre se dudó de las prácticas de la SIDE, enmarcadas en un gran secreto. Lo notable en este caso es que se trata de una admisión formal de un alto ex agente. Una de las múltiples tareas de Mazzino, según él mismo declaró, consistía en el relevamiento de "conflictividad social", que explicó que se trataba de adelantar la noticia de las movilizaciones a fin de que las autoridades pudieran tomar medidas.

Cuando le preguntaron por qué lo informaba a Larcher, dijo que la SI responde a un poder político, que está representado en el organismo por el jefe y el subjefe (entonces Héctor Icazuriaga y Larcher).

Mazzino, al igual que Stiuso, tomó distancia en sus testimoniales de la denuncia de Nisman contra la Presidenta. Según Mazzino, las escuchas en las que basó el fiscal su presentación eran "paparruchadas" salvo una de Moshen Rabbani, uno de los acusados por el atentado. No identificó cuál. Mazzino dijo incluso que después de la muerte de Nisman había hablado con Stiuso y que ambos se preguntaban si el fiscal tendría más pruebas, porque creían que las escuchas no eran suficientes.

Mazzino declaró que hablaba con Nisman casi todos los días, pero que eran conversaciones sobre temas de actualidad, y que el fiscal no le adelantaba sus medidas. Ante una pregunta de la fiscal Viviana Fein, dijo que informaba a Larcher de esas comunicaciones. Relató además que compartió eventos sociales con Nisman y que en uno de ellos conoció a su ex mujer, la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado.

En cuanto a las escuchas dispuestas en la causa AMIA, Mazzino declaró que también hubo algunas que Stiuso le envió para que él informara de "la novedad" a las autoridades. Mazzino dijo no saber qué hacía Larcher con los datos que él le daba; si los elevaba o no a la Casa Rosada.

Declaró ante Fein el 4 de marzo (del acta de esa declaración surge que su apellido no es Massino, como se creía, sino Mazzino). Lo citaron porque fue una de las últimas personas que hablaron con Nisman. El tramo de su testimonio referido al uso de las escuchas no se había conocido hasta ahora.

La SI tiene el monopolio de las pinchaduras telefónicas legales, que requieren orden judicial. La dependencia que se encarga de ejecutarlas es la Oficina de Observaciones Judiciales (conocida como "Ojota"). El 26 de enero pasado, la Presidenta anunció un proyecto de ley -hoy ya sancionado- que transfiere la Ojota a la Procuración, que depende de Alejandra Gils Carbó, funcionaria kirchnerista enfrentada con Stiuso desde los tiempos en que el espía era todavía un gestor de buenos resultados judiciales para este gobierno. El traspaso deberá concretarse para julio de este año.

Utilizar una escucha para fines distintos de los del juez que los ordenó es "claramente inconstitucional", afirmó a la nacion el penalista Alejandro Carrió, uno de los mayores expertos en materia de garantías constitucionales en el proceso penal.

"Cuando un auxiliar de la Justicia (aquí la Secretaría de Inteligencia) recibe el mandato de escuchar una conversación telefónica, la invasión a la privacidad resultante está limitada por el delito que se investiga, y el objeto de la escucha es el prefijado por un juez -afirmó Carrió-. Quien tiene a su cargo materializar la escucha no puede seleccionar qué otros elementos de lo que oye pueden ser de utilidad para tareas genéricas de la Secretaría de Inteligencia, o de interés para sus superiores en la Casa Rosada."

Fiscales y jueces consultados por la nacion coincidieron y advirtieron que, en todo caso, si la SI creyera que algo urgente revelado en una escucha amerita su intervención, debería actuar poniendo en conocimiento al juez. Nunca sin al menos informárselo.

"Ni la ley anterior ni la actual faculta al organismo para hacer inteligencia política, como es este caso", dijo el diputado Manuel Garrido (UCR), ex titular de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas. "Además, podrían frustrarse investigaciones en las que estén involucrados funcionarios del Gobierno". Según Garrido, es positivo que las escuchas salgan del ámbito de la SIDE. "Mi preocupación es que el oficialismo no quiso estableces mayores controles", afirmó. Según él, más allá de dónde se hagan las escuchas, sin un control más fuerte, no hay garantías de que no haya abusos.

"Ahora vienen por mí", le dijo Nisman

"Ahora vienen por mí", declaró Alberto Mazzino que le dijo Alberto Nisman en diciembre, después de que Mazzino y Antonio Stiuso fueron desplazados de la Secretaría de Inteligencia. Contó que no era amigo de Nisman, pero que tenían diálogo fluido.

Según Mazzino, Nisman nunca le contaba las medidas que iba a tomar ni le pedía consejos, pero sí le dijo que tenía información, de una supuesta fuente, de que querían sacarlo de la UFI-AMIA, que él dirigía.

Mazzino, que dijo no conocer a Diego Lagomarsino, fue uno de los últimos que hablaron con Nisman. Contó que el fiscal le dijo que estaba buscando a Stiuso. De los registros telefónicos que tiene la Justicia, surgen llamadas del sábado 17 de enero de Nisman a Stiuso, que declaró no haberlas escuchado. Mazzino relató que ese día Stiuso le dijo que estaba con muchas cosas y que ya lo iba a llamar..

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