Por quita de subsidios, Macri modificará el presupuesto porteño y podría frenar obras

Tendrá que reasignar partidas por hasta $ 600 millones debido al traspaso del subte y la suba del alumbrado. Podrían salir de los $ 5.000 millones de infraestructura
La avanzada del Gobierno nacional por reducir los subsidios que vuelca hacia los consumos de luz, gas y agua –este año llegarán a los $ 70.000 millones– obligará a la administración porteña, a cargo de Mauricio Macri, a modificar el presupuesto de la Ciudad en los primeros meses del año que viene para reasignar partidas que podrían sumar unos $ 600 millones; es decir, casi un 2% del monto total de erogaciones previstas.

Así lo confirmó el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, en declaraciones a Radio Palermo. La semana pasada, los titulares de Planificación, Julio de Vido, y de Economía, Amado Boudou, anunciaron un nuevo recorte en los subsidios de algunos consumos. Entre ellos se le quitó el beneficio, a partir de enero, a edificios públicos y el servicio de alumbrado porteño, que le generarán un ahorro al Estado nacional de $ 230,5 millones, según números oficiales, pero el mismo monto en erogaciones no previstas a la administración de Macri.

De Vido justificó esa decisión en que la quita del beneficio se sostiene por el aumentado del ABL, que “alcanzó el 267%”.

A ese número se suma, además, el cargo adicional que deberá enfrentar el gobierno porteño cuando se concrete el traspaso del subte a la ciudad. Si se realiza en los términos que propuso Nación –algo que hasta ahora resiste el PRO– implicaría otros $ 350 millones no previstos cuando se sancionó el presupuesto metropolitano, en noviembre.

En diálogo con El Cronista, Grindetti sostuvo que a principios del año que viene repetirán la operación de 2011 en la Legislatura, pero con más atención a los nuevos gastos. “Estimamos una inflación similar al Gobierno, pero advertimos que seguramente va a ser más. Por eso después de las paritarias iremos a la Legislatura con otro número. Ahora vamos a tener que contemplar también una modificación de presupuesto por los gastos que nos implican la quita de subsidios”. Y agregó que “no tenemos superpoderes como el Gobierno nacional, así que cada vez que cambiamos una partida tan grande tenemos que ir a la Legislatura”. Eso ocurrirá entre marzo o abril.

Grindetti ya comunicó el impacto fiscal del recorte en subsidios a Macri. En la jefatura de Gobierno porteño sostienen que, si no logran encauzar sus efectos, se deducirán del plan de obras previsto para este año, que ocupan un 20% de los recursos. El restante 65% está destinado a gastos sociales.

De los $ 32.000 millones destinados a gastos (un 22% por encima del de 2011), unos $ 5.200 millones corresponden a obras. La mayor parte –por encima de $ 1.000 millones– se destinarán a los subtes (la repotenciaciòn de las líneas B y D, el segundo tramo de la H y equipamiento para esta última). El resto lo componen planes de bacheo, luminarias, semáforos, computadoras para alumnos, entre otras cosas.

La Ciudad de Buenos Aires no es el único distrito en tener problemas por la merma en los subsidios. El Gobierno les hizo saber a municipios, provincias o el propio gobierno porteño que si autorizan aumentos en servicios que cuenten con subsidios del Estado nacional (como el subte), se les retirarán transferencias por igual porcentaje.

Roberto Baratta, subsecretario de Coordinación de Planificación y uno de los encargados de liderar la comisión que debe estudiar caso por caso los segmentos a los que se les reducirán los subsidios, lo expresó en estos términos: “Si alguna provincia aumenta las tarifas de los servicios públicos que regula, se le descontará en la misma proporción de los subsidios que envía el gobierno nacional. Lo que hemos anunciado es una baja en los subsidios; no un aumento de tarifas”.

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