Proponen alcanzar la “soberanía alimentaria”

Proponen alcanzar la “soberanía alimentaria”

En los últimos días se dio a conocer la intención de crear una empresa nacional de alimentos para controlar la inflación. Cuál es la posición oficial y qué modelo de producción se pone en discusión.

El proyecto provino del senador nacional por la provincia de Río Negro, Martín Doñate. Se trata de crear “Alimentos Argentinos”, una sociedad anónima que cuente con la participación del Estado.

La idea fue recibida por el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, y desembocó en las correspondientes reuniones para ponerla en marcha.

Si bien el diálogo ya se venía gestando en los últimos meses de 2021, el encuentro del funcionario y el senador rionegrino tomó conocimiento público cuando el 1° de ­diciembre Feletti compartió una foto acompañado además por Débora Giorgi, quien ocupaba en ese entonces la Subsecretaría de Comercio Interior.

“Ante la preocupación por el aumento de los precios de los alimentos, acordamos en la importancia de sumar alternativas a las vías de comercialización hoy existentes”, expresó el secretario de Comercio Interior en sus redes sociales.

“Desde nuestro lugar, es importante tomar las medidas necesarias para promover la diversificación de la oferta y la incorporación de nuevos actores. Es un objetivo central de nuestro Gobierno garantizar alimentos a precios justos y accesibles para todos los hogares argentinos”, concluyó Feletti.

Según trascendió en los últimos días, el documento del proyecto, que aún no está pre­sentado formalmente, tiene 17 artículos y un anexo con el acta de constitución de la sociedad.

El 51% de la empresa “Alimentos Argentinos” estaría controlado por el Estado, mientras que el 2% pertenecería a cada una de las 23 provincias. Esto implicaría un aporte de capital inicial de 900 millones de pesos.

El objetivo principal de esta iniciativa es “realizar por cuenta propia o a través de la asociación estratégica con terceros la producción, fabricación, fraccionamiento, distribución, comercialización e industrialización de productos alimenticios en la República Argentina”.

Parte de este objetivo tiene que ver con la intención de llegar a la “soberanía alimentaria”, una consigna que el propio Presidente ya había enunciado anteriormente: “Peleamos por la soberanía cultural, tecnológica, científica y alimenticia del país”, y añadió: “Ser soberanos quiere decir no depender de otros y defender la posibilidad de desarrollarnos nosotros mismos como sociedad, ser los dueños de nuestro destino y los constructores de nuestro futuro”.

Recientemente la portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, se refirió al tema y dijo que el objetivo no solo es reducir la inflación, sino que también pasa por “ayudar a los pequeños y medianos productores” para que aquello que cosechan “llegue de manera más masiva y económica a los diferentes hogares”, especialmente “las hortalizas y verduras, que son los precios que estacionalmente más inciden en la inflación”.

Por el lado del Ministerio de Desarrollo Social, quien se pronunció también a favor de esta iniciativa fue Rafael Klejzer, director nacional de Políticas Integradoras: “La creación de una empresa nacional de alimentos tiene que servir para recuperar el rol del Estado en la planificación y la producción de alimentos en Argentina. Debemos plantear una gran sociedad estratégica entre pequeños y medianos productores”, explicó.

La discusión sobre el modelo actual

El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) elaboró un informe en el cual se refiere al modelo de producción de alimentos actual en Argentina como un modelo caracterizado por la concentración de la tierra, desmonte, monocultivo, semillas transgénicas y utilización masiva de agrotóxicos.

Ante este contexto, desde el CELS se propone llegar a la soberanía alimentaria mediante la “intervención activa del Estado y políticas públicas que protejan los modos de vida y de producción campesinos-indígenas, que garanticen que las comunidades puedan permanecer en las tierras que habitan y que trabajan, sin hostigamiento ni amenazas de desalojos, y que fortalezcan el tejido organizativo y cooperativo”.

También exigen políticas que estén ­destinadas a desconcentrar el sistema ­agroalimentario y modelen la producción y la demanda para que los alimentos de buena calidad sean garantizados al conjunto de la sociedad.

Experiencias en Argentina que dieron resultado

Si bien del proyecto todavía no se conocen detalles precisos, sí se pueden citar varios ejemplos de empresas en el país que con aporte estatal han logrado posicionarse en el mercado ofreciendo precios más bajos que las marcas tradicionales.

Tal es el caso de la empresa Sol Puntano, creada en 2008 y que diez años después comenzó con una producción masiva, con tres frigoríficos que preparan las carnes que luego se venden en ferias o carnicerías. También cuenta con 300 hectáreas donde se cultivan frutas y verduras, olivos, viñedos.

La empresa cuenta con más de 50 emplea­dos y ofrece verduras un 15% menores a los valores de los comercios del ramo.

Otro de los ejemplos tiene lugar en La Rioja, donde la empresa Agroandina funciona desde 2009 y fue impulsada por el gobierno provincial. La firma emplea a 140 personas en dos plantas industriales y aporta el 11% de la producción nacional de tomates.

El proyecto nacional todavía no vio la luz, sin embargo no deja de ser relevante la discusión sobre el rol del Estado en la formación de precios, una problemática que sin dudas no deja de preocupar a la ciudadanía.

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