Pese a la crisis, el Estado no se achica : el proyecto de ley de presupuesto 2021 contempla ocupar 3600 nuevos cargos el año próximo, en su mayoría concentrados en el Poder Ejecutivo y, particularmente, en el Conicet. En contrapartida, la única jurisdicción que prevé un recorte en su personal es el Congreso y, con mayor énfasis, el Senado : allí Cristina Kirchner tiene previsto reducir el plantel en 718 cargos, la mayor poda que se aplicará el año próximo en la administración pública nacional.

El dato surge de un minucioso informe que elaboró la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) sobre el proyecto de presupuesto 2021, en debate en la Cámara de Diputados. La OPC dedicó un anexo al gasto en personal y cargos en la administración nacional: allí se precisa que el total de cargos estatales incluidos en la iniciativa asciende a 338.060, lo que supone un incremento de 3600 cargos respecto del corriente ejercicio (1,1%). El gasto en personal presupuestado asciende a $747.950, lo que implica un aumento en términos reales del 3,1% respecto de este año.

De los nuevos 3600 nuevos cargos a ocuparse, la mayoría corresponde al Poder Ejecutivo, con un total de 2947 plazas. De ellos, 2803 cargos corresponderán al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y, en particular, al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Se trata de uno de los compromisos presupuestarios asumidos por el Gobierno que se plasma en el proyecto de ley.

Según detalla el informe de la OPC, el presupuesto 2021 contempla un total de 338.060 puestos ocupados en la administración pública nacional, el 84% corresponden al Poder Ejecutivo (285.842 cargos); le sigue el Poder Judicial, con el 7,8% (26.441 cargos), el Poder Legislativo, con el 4,6% (15.625 cargos) y el Ministerio Público, con el restante 3% (10.152 cargos).

Mientras el Poder Ejecutivo, el Ministerio Público y el Poder Judicial prevén aumentos en sus dotaciones, en el Poder Legislativo estiman 746 cargos menos. La mayor poda se aplicaría en el Senado (-718 cargos), mientras que en la Cámara de Diputados, que preside Sergio Massa, tiene previsto recortar 117 puestos.

También se prevé una reducción en el plantel de la Biblioteca del Congreso (-105 cargos) y en la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual (-7 cargos), que estas semanas estuvo en el centro del debate por la creación del Observatorio de la desinformación y la violencia simbólica en medios y plataformas digitales (Nodio). Por contrapartida, se aumentarían 100 cargos en la Auditoría General de la Nación (AGN) y otros 101 en la Dirección de Ayuda Social para el Personal del Congreso.

La evolución del empleo público

En su informe sobre empleo público, la OPC detalla que desde 2010 hasta 2016 la cantidad de cargos ocupados en la administración nacional registró un aumento sostenido hasta alcanzar una relación de 8,3 cargos cada mil habitantes. Luego, a partir de 2017, esta relación disminuye hasta alcanzar una relación de 7,3 en 2019.

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"En 2020 la relación arroja que existen 7,4 cargos ocupados cada mil habitantes y para 2021, teniendo en cuenta los cargos incluidos en el presupuesto 2021, se mantiene en igual proporción. La misma tendencia se refleja en la evolución del gasto en personal en términos del PBI, con crecimientos hasta el ejercicio 2016 y caídas a partir de 2017, manteniendo similar participación en los ejercicios 2020 y 2021", se indica en el informe.

Gastos polémicos en el Congreso

Más allá de la previsión de recorte de personal en el Senado, lo cierto es que el plantel de la Cámara alta sigue siendo elevado en comparación con la Cámara de Diputados, que la triplica en cantidad de bancas. En efecto, según el presupuesto 2021 se estima que la dotación del Senado será de 5027 agentes mientras que la de la Cámara de Diputados tendrá apenas 29 empleados más, 5058 agentes. Esta desproporción comenzó a evidenciarse durante la gestión del exvicepresidente Amado Boudou al frente del Senado y continuó con su sucesora, Gabriela Michetti, durante el gobierno de Cambiemos.

Esta desproporción también se evidencia en el presupuesto asignado para ambas cámaras para el año próximo: será de $13.908 millones para el Senado y de $15.619 millones para la Cámara de Diputados. Estas cifras no contemplan los aumentos salariales que se prevén instrumentar por paritaria el año próximo.

Pese al recorte, se mantiene el desequilibrio en los gastos del Senado que se acentuó durante las gestiones de Amado Boudou y Gabriela Michetti Crédito: Prensa Senado

El presupuesto global que se le asignó al Poder Legislativo el año próximo tendrá una suba más que módica respecto de la partida actualmente vigente: apenas un 4% de incremento (sin incluir las eventuales subas salariales). De todas maneras, dentro del presupuesto legislativo se mantienen partidas que dan lugar a la polémica: por caso, la Biblioteca del Congreso, con sus 1396 empleados, tiene un presupuesto anual de $3470, millones, casi el triple que el de la Biblioteca Nacional.

Las comisiones especiales también demandan importantes partidas pese a que apenas se reúnen durante el año. Por caso, la Comisión Bicameral de Control Parlamentario de los Fondos de la Seguridad Social tendrá un presupuesto de casi $37 millones ($12 millones más que la partida vigente) pese a que este año no se reunió ninguna vez.

Otro ejemplo controvertido es el de la Comisión Bicameral de Seguimiento y Control de la Gestión de Contratación y Pago de la Deuda Exterior de la Nación: en 2021 se le asignarán $32,2 millones, tres veces más que la partida actual de $9 millones. No debería sorprender: quien preside esa comisión es el senador José Mayans, presidente del bloque del Frente de Todos y fiel ladero de Cristina Kirchner.