El presidente de China instó a reducir las desigualdades, en la apertura del G20

El presidente de China instó a reducir las desigualdades, en la apertura del G20

Xi jinping llamó este domingo a reducir las desigualdades y pidió abrir una "nueva senda de crecimiento" para la economía mundial al inaugurar la cumbre del g20, que se celebra entre hoy y mañana en la ciudad oriental china de hangzhou con una cargada agenda que incluye, además del crecimiento económico, la crisis humanitaria, la guerra en siria y el avance del yihadismo.

Mientras se espera que la resolución final que se firmará mañana, al cierre de la segunda y última jornada de la cumbre, esté enfocada en temas económicos multilaterales, los mandatarios de las principales potencias del mundo aprovecharon hoy para discutir algunos de los temas que dominan la agencia internacional.

Tanto la delegación de Rusia como la de Estados Unidos fueron claras al afirmar que utilizarán esta cita diplomática para acelerar las negociaciones bilaterales para alcanzar una tregua en Siria y asentar las bases para un estable diálogo de paz.

Sin embargo, ni bien llegó a la ciudad china de Hangzhou, la sede de la cumbre, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aclaró que la negociación no será fácil.

"Si los rusos no hacen concesiones para reducir la violencia y mitigar la crisis humanitaria, será difícil lograr la siguiente fase", explicó Obama, quien consideró el alto el fuego como una condición indispensable para las conversaciones de paz, según informó la agencia de noticias EFE.

Mientras sus cancilleres negocian contrarreloj cara a cara, Obama se reunirá a solas con su par ruso, Vladimir Putin, mañana lunes.

El otro tema que domina la cabeza de los líderes mundiales es el Brexit, es decir, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) y sus posibles consecuencias económicas para el bloque y sus aliados comerciales.

La primera ministra británica, Theresa May, activó hoy toda su maquinaria diplomática en su primera cumbre del G20 para dar el puntapié diplomático inicial al Brexit, con la ratificación de la salida de la Unión Europea (UE) y la búsqueda de nuevos aliados comerciales, y rápidamente se encontró con críticas y advertencias.

La jefa del gobierno británico arrancó la mañana en Hangzhou con un encuentro bilateral con Obama, la primera reunión entre ambos desde que May asumió el poder a mediados de año, tras la renuncia de David Cameron, desatada por la victoria del Brexit en las urnas.

El encuentro fue ameno, pero en la conferencia de prensa conjunta posterior Obama intentó evitar quedar en la mira de las críticas de sus aliados del G20 y descartó que una de sus prioridades antes de abandonar el gobierno en Washington, en enero próximo, sea firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Londres.

Con la salida de Reino Unido de la UE, la potencia británica queda afuera de la zona de libre comercio europeo y de los TLC firmados por el bloque con otros grupos o países, entre ellos Estados Unidos.

Por eso, una vez que May concrete la salida, tendrá que comenzar a ratificar sus alianzas comerciales con nuevos acuerdos bilaterales.

Esto provocó malestar en los pasillos de la sede, donde algunos diplomáticos europeos se quejaban lejos de los micrófonos y recordaban que Londres no puede negociar nada bilateralmente hasta que no abandone formalmente la UE.

May también enfrentó una ofensiva diplomática poco común de Japón.

Antes de comenzar la cumbre, el gobierno japonés difundió un documento oficial de su Cancillería, en el que amenazaba a Londres con retirar las empresas niponas y mudarlas a algún país de la UE "si las leyes del bloque europeo quedan sin aplicación en el Reino Unido" una vez que se concrete el Brexit, según la agencia de noticias ANSA.

El otro tema que dominó la jornada fueron los intentos de algunas potencias occidentales de reconciliarse con Turquía, después de varias semanas de fuertes críticas por la masiva purga y la ola de detenciones que aprobó el presidente Recep Tayyip Erdogan después del fallido golpe de estado del 15 de julio pasado.

Erdogan se reunió en dos encuentros bilaterales con Obama y con la canciller alemana, Angela Merkel, y ambos moderados dramáticamente su discurso.

El primero elogió al "pueblo turco" por "su compromiso con la democracia" y le recordó a Erdogan su alianza militar contra el Estado Islámico al afirmar que tienen "que terminar el trabajo" de destruir a la milicia en Siria, país que Washington bombardea desde el aire y Ankara invadió recientemente.

Merkel, por su parte, prometió a su par turco que puede haber "noticias positivas" en los próximos días sobre la eliminación de visas para los ciudadanos turcos que viajen a la UE, la contraparte firmada por Bruselas para que Turquía cierre por completo sus fronteras, no permita más el paso de refugiados e inmigrantes a Europa y, además, acepte a todos aquellos que sea deportados desde el Viejo Continente.

Ajeno a estas negociaciones bilaterales, el presidente y anfitrión chino, Xi, eligió inaugurar la cumbre de las veinte principales economías desarrolladas y emergentes del planeta -entre ellos la Argentina- con un llamado a buscar soluciones a los problemas económicos del mundo.

Además de los miembros habituales, que incluyen también a organismos internacionales como la ONU y el Fondo Monetario Internacional, esta cumbre del G20 incluye a los líderes de países invitados por la presidencia china, los de Chad, Kazajistán, Egipto, Laos, Senegal, Singapur y Tailandia.

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