La política social y el rol de la Fundación Pensar, nuevos factores de tensión entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta

La política social y el rol de la Fundación Pensar, nuevos factores de tensión entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta

La exministra cuestiona la propuesta del alcalde en materia de planes y asistencia social, y presiona para que el think tank de Pro tenga un papel ecuánime en el armado del plan

 

Apesar de las muestras de distensión y una seguidilla de almuerzos destinados a frenar la espiral de conflictos en Pro, la batalla subterránea entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich por la candidatura presidencial suma una nueva temporada. En el tramo más tenso de la reunión que compartió este lunes Mauricio Macri con la cúpula de Pro en San Telmo, Bullrich no solo planteó sus diferencias sobre la política social que aplica la Ciudad, sino que le dio un ultimátum al jefe de gobierno porteño, su principal rival en la interna de Juntos por el Cambio: le advirtió que si en 30 días la Fundación Pensar no exhibe un accionar ecuánime en el diseño del programa económico"  para 2023, armará otro think tank de Pro.

En rigor, la jefa de los “halcones” presiona para que la usina de ideas del partido que fundó Macri tenga un perfil “equidistante” del larretismo. “Pensar no puede ser la ‘Fundación Horacio Rodríguez Larreta’ ni un órgano de propaganda de su gestión. ¡Es del Pro!”, braman en las filas de Bullrich. Ante la consulta de LA NACION, la titular de Pro mantuvo la reserva y prefirió no hacer comentarios sobre el tema.

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Está claro que los laderos de la exministra de Seguridad, que aceleró la conformación de sus propios equipos técnicos para darle mayor volumen político a su proyecto presidencial, se sienten marginados del proceso de toma de decisiones para el armado del plan de gobierno de Pro, a cargo de Franco Moccia, un dirigente de confianza de Larreta, pero con llegada a todas las terminales del macrismo.

El ala dura de Pro reclama que haya un “uso democrático de los recursos de Pensar” -se quejan por el financiamiento de espacios en redes sociales para la campaña de Diego Santilli- y que sus representantes tengan una mayor participación porque quieren incidir en la discusión en torno a los lineamientos del programa y a las reformas estructurales de la economía que propondrá el partido en 2023. “No conocemos la política económica que están pergeñando. ¡Basta! Tiene que haber un trabajo integrado”, advierten en la tropa de la exministra. En Pensar y el larretismo admiten los chispazos por el papel de la Fundación.

Moccia asumió al frente de Pensar tras un acuerdo entre Larreta y Macri, en el ocaso de la gestión de Cambiemos. Su designación también contó con la venia de María Eugenia Vidal. Sin embargo, siempre fue visto como un hombre del riñón de Larreta. “El plan es para el que gane. No tiene etiqueta”, replican los colaboradores de Moccia. Y resaltan que hay un integración en el plano territorial entre “halcones” y “palomas” en el interior del país.

Desde hace meses, Bullrich observa con recelo la tarea de Moccia en Pensar y, sobre todo, de Hernán Lacunza, quien lidera el equipo de economistas que tejen el plan económico de Pro para 2023. La exministra considera que su visión no es tenida en cuenta en la discusión programática. Por esa razón, convocó en abril pasado al diputado nacional Luciano Laspina, uno de los referentes económicos de Pro, quien se sumó -con el aval de Macri- a su staff de colaboradores (una suerte de “gabinete en las sombras”).

Larreta y Bullrich

Este lunes, en medio de la reunión cumbre en San Telmo, Bullrich se quejó ante Macri y Larreta por la falta de comunicación entre la Fundación Pensar" Fundación Pensar y sus equipos programáticos, que lidera Alberto Förhig. Y amenazó con armar otra usina de propuestas si para el 30 de junio no hay una mayor coordinación entre los dos grupos que bosquejan, hasta ahora en paralelo, medidas para aplicar en 2023 en un eventual gobierno de Juntos por el Cambio. Exigen que Pensar recupere la organicidad, bajo la advertencia de que podrían “vaciar” la usina y retirar a sus dirigentes de las actividades. “Es el quiosco de Larreta. Dicen que nos consultan, pero no nos comunican nada de lo que hacen”, lanzan en el entorno de Bullrich.

Lacunza y una plantilla extensa de asesores preparan" class="com-link" data-reactroot="" style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px; border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; font-stretch: inherit; line-height: inherit; font-family: inherit; vertical-align: baseline; outline: none; text-decoration-line: none; color: rgb(2, 80, 201);">preparan desde hace meses un plan económico “integral”, que incluye programas para aplicar en materia energética, fiscal, productiva y tributaria. Ese proyecto tiene vasos comunicantes con las fundaciones Alem (UCR), Hannah Arendt (CC) y Encuentro Federal, la fuerza de Miguel Ángel Pichetto.

Uno de los temas que divide aguas en el macrismo es el abordaje de la política social. Las diferencias vienen desde la gestión de Cambiemos, cuando el ala dura de Pro le recriminaba a Carolina Stanley haber adoptado una postura concesiva con las organizaciones piqueteras y colaborado con la “masificación” de los planes asistenciales.

La mirada social

En San Telmo, según fuentes de Pro, Bullrich le hizo saber a Larreta que no se sentía identificada con el abordaje en materia social de María Migliore, ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, quien tiene una mirada progresista y enfoca su gestión en el desarrollo “productivo”. El alcalde, cuentan testigos del contrapunto, defendió a su ministra. “María es Stanley al cuadrado. Lo único que logró esa contención a través de los planes es consolidar la pobreza”, señalan cerca de Bullrich.

El referente en el área social de Bullrich es el politólogo Matías Lobos, quien ocupa un cargo en el municipio de Tres de Febrero, de Diego Valenzuela. En sintonía con Pichetto, uno de los más críticos de la política social de Macri, titular de Pro pretende “terminar con la cultura de la pobreza” y que los planes sociales sean temporales y segmentados. En paralelo, los armadores de Bullrich discutir la política educativa para aumentar la inserción laboral de los jóvenes.

En la Ciudad atribuyen las críticas de Bullrich a su intento por contener a los sectores duros de Pro, frente a la amenaza libertaria y la irrupción de Javier Milei. Migliore, el nexo entre Larreta y los referentes sociales, como Juan Grabois -impulsó la sanción de una ley de la economía popular en la Capital-, fue una de las artífices del pronunciamiento de la mesa nacional de Juntos por el Cambio tras la última cumbre “temática” en La Matanza en la que se discutió sobre la política social.

En el larretismo celebraron ese comunicado de la coalición opositora, ya que consideran que tuvo una fuerte impronta de Migliore. “Tiene la marca de María y salió con el consenso de todos”, dicen.

En ese encuentro del 20 de mayo, la conducción de Juntos por el Cambio acordó cinco ejes en materia social. Primero, coincidieron en que “el Estado debe volver a tomar la dirección de la política social de manera directa”, sin intermediación, para terminar con el “clientelismo político”. También subrayaron que “la mejor política social es el trabajo” y que el país requiere “una red de protección social para la igualdad y la libertad”. En el texto, además, remarcaron que “los planes sociales deben tener objetivos claros, directos y temporales”. A su vez, abogaron por “atacar la pobreza estructural”, con “una inversión en infraestructura y bienes públicos”, con el foco “en la primera infancia, la educación y la salud”. Migliore había llevado un paper con esos lineamientos.

Días atrás, en una entrevista que concedió a Radio Mitre, Larreta advirtió que “no es serio decir que hay que terminar con los planes sociales” cuando existe un 50% de pobreza. “Hay que terminar con la intermediación en la política social. Y tienen que ser planes que incentiven a la gente tomar un trabajo”, apuntó.

Por Matías Moreno

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