PASO en Santa Fe: con acusaciones que rozan la “narcocriminalidad”, escala la interna opositora entre Losada y Pullaro

PASO en Santa Fe: con acusaciones que rozan la “narcocriminalidad”, escala la interna opositora entre Losada y Pullaro

Se habilitarán 1.452 centros de votación en toda la provincia. Varias escuelas de la ciudad de Rosario, que fueron blanco de amenazas en los últimos meses, tendrán un operativo de seguridad “especial” durante las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) que se celebran este domingo.

 

Osvaldo Aguirre

Hasta el comienzo de la campaña electoral en Santa Fe, la seguridad era la principal preocupación para el gobierno de Omar Perotti. El récord de homicidios en Rosario, el descontrol en las cárceles de la provincia y los vaivenes de la gestión se realzaban con el recuerdo de la promesa de paz y orden con que ganó las elecciones de 2019. Pero la confrontación entre Carolina Losada y Maximiliano Pullaro, dos de los candidatos de Unidos para Cambiar Santa Fe para la gobernación, puso al problema en el campo de la oposición.

Las PASO se realizarán este domingo en Santa Fe en medio de un operativo de seguridad que se intensifica ante las amenazas y balaceras de bandas narco contra escuelas de Rosario. “No tenemos ninguna alerta ni amenaza, ni tampoco hipótesis de conflicto. No obstante tenemos que cubrir 1452 lugares de votación”, dijo el ministro de Seguridad de la provincia, Claudio Brilloni, a elDiarioAR.

Entre el sábado y el domingo se desplegarán 5.808 policías para la custodia de los comicios, la Secretaría Electoral de la provincia y los centros de datos. “Respecto de las escuelas que fueron amenazadas, vamos a implementar patrullajes por las adyacencias para complementar el trabajo de seguridad en los lugares de votación. Las fuerzas federales también se afectarán a ese dispositivo”, agregó Brilloni.

El enfrentamiento entre Losada y Pullaro parece transcurrir a distancia del auge de la violencia contra las escuelas, por el que los docentes rosarinos realizaron un paro en el mes de junio. Se trata de una especie de diálogo de sordos: si Pullaro recuerda su gestión como ministro de Seguridad del gobierno Miguel Lischitz para validar sus créditos contra el crimen, Losada afirma que ese fue un fracaso y que hubo impunidad para narcos y policías corruptos. El ahora diputado provincial se mantiene en silencio por más que la senadora nacional suba el tono.

La escalada preocupa a la interna de Unidos para Cambiar Santa Fe, “el frente de frentes” que unió al radicalismo, el PRO, el Partido Socialista y otros partidos menores y supera en las encuestas a Juntos Avancemos, la expresión del peronismo. Sin embargo, los resentimientos son profundos y hay incertidumbre respecto a los efectos de la interna después de las elecciones del domingo. Desde el socialismo, terceros en discordia, plantean que se trata de confrontar con el oficialismo y explotar la mala imagen de Perotti y en ese sentido se orienta Mónica Fein, precandidata a gobernadora. En contraste, la interna en el peronismo transcurre sin mayores roces y ya hay declaraciones en favor de la unidad.

Pullaro se mantiene impertérrito ante los dardos de Losada, que desde el inicio de la campaña trata de asociarlo con la narcocriminalidad. En el tramo final de la campaña las encuestas coinciden en otorgarle entre tres y cuatro puntos de ventaja sobre la ex panelista de televisión y actual senadora nacional. Su respuesta inicial fue que no hablaría contra otros candidatos del “frente de frentes” y se atuvo a ese criterio.

Los dos denunciaron campañas sucias. El diputado provincial querelló a tres portales -que ya no están en la web- a los que acusó de publicar noticias falsas para vincularlo con el narcotráfico. La Corte Suprema de Justicia de la provincia ordenó al mismo tiempo a Google dar de baja publicaciones en otro sitio que afectaban a Losada.

La confrontación electoral profundiza una interna previa en el radicalismo santafesino, entre Pullaro y Julián Galdeano, el armador de Losada. No parece que las “razones éticas y morales” invocadas por la candidata para impugnar a su adversario se correspondan con distintas concepciones sobre la seguridad. Ambos comparten criterios básicos, como “empoderar” a la policía santafesina, atravesada por la corrupción y por la complicidad con criminales. En realidad, los problemas de seguridad estuvieron prácticamente ausentes del debate en la campaña electoral.

Una causa testigo

En su embestida, Losada remite a hechos del pasado sin dar mayores detalles. Con el estilo del panelismo televisivo, apuesta a la descalificación antes que al diálogo y reivindica un estado de cosas natural que no necesitaría ninguna explicación: su consigna es devolver a la política “el sentido común”. Son los adversarios de Unidos los que reponen el contexto histórico de las críticas: la senadora se refiere en particular al respaldo de Pullaro al ex comisario Alejandro Druetta en 2012, cuando un fiscal de Venado Tuerto inició una investigación por irregularidades en procedimientos.

Druetta terminó condenado en 2021 a diez años de prisión como parte de la banda narco de Ignacio Actis Caporale, cuando el pedido del fiscal federal Federico Reynares Solari y los testimonios indicaban la relación inversa: era el que organizaba el negocio. Como jefe de Inteligencia de Drogas Peligrosas, construyó la imagen de un policía duro e incorruptible que era capaz de enfrentar a peligrosos delincuentes y en particular a los narcos, y cuando un fiscal comenzó a investigarlo recibió el respaldo no solo de Pullaro, sino de los principales partidos de la provincia.

En el presente, lo significativo de aquella causa consiste en mostrar cómo la política santafesina encontró convincente al personaje que representaba Druetta. Mientras regulaba el narcotráfico en su beneficio, el jefe de Drogas encarnó un ideal del punitivismo a través de la ficción de un policía implacable y honesto. Pero el antecedente histórico no pasa de ser una chicana en la discusión política.

El gobernador Perotti y Pablo Javkin, el intendente de Rosario, son los principales destinatarios de los cuestionamientos por la crisis de seguridad. En octubre de 2021, cuando se presentaron en una concentración en el Monumento a la Bandera por el asesinato del arquitecto Joaquín Pérez, ambos se encontraron con los ánimos enardecidos de los vecinos. Perotti tuvo que retirarse poco menos que a las corridas y Javkin soportó las críticas. Ahora, sin embargo, ambos encabezan las encuestas dentro de sus frentes.

Perotti compite a diputado contra la vicegobernadora Alejandra Rodenas, entre otros candidatos, en la lista que propone al senador nacional Marcelo Lewandowski para la gobernación. Los socialistas Clara García y Antonio Bonfatti basan su campaña en la crítica al gobernador, al que acusan de “destruir” el legado de los gobiernos del extinto Frente Progresista.

Pero el socialismo está disperso en varias listas y atravesado por la tensión entre “el equipo de Miguel”, como se presenta la fórmula de Mónica Fein en alusión a la gestión de Lifschitz, y el sector del ex gobernador Bonfatti. Por su parte, Claudia Balagué, ex ministra de Educación y referente de Bases de base, secunda al periodista Carlos Del Frade como candidata a diputada; Federico Lifschitz, hijo del ex gobernador, encabeza una lista de concejales que apoya a Pullaro y mediría bien en las encuestas con el slogan “basta de discutir boludeces”; y otro grupo del socialismo apoya a Javkin.

El intendente de Rosario sostiene la candidatura de Losada y compite en la interna de Unidos para Cambiar Santa Fe con el periodista deportivo Miguel Ángel Tessandori, que se referencia con Pullaro, y el dirigente socialista Enrique Estévez.

Estévez pasó a la ofensiva contra Javkin en la última semana, para asumirse como continuador legítimo de las políticas de Hermes Binner y Miguel Lifschitz, que el actual intendente habría desvirtuado. Tessandori se recuesta en la popularidad que le depararon sus años en un estudio de televisión y una lista de concejales encabezada por otros periodistas y locutores; como concejal, su acción de mayor trascendencia fue la propuesta de derogar la declaración de visitante ilustre que el Concejo Deliberante le dio a L-Gante, después que el trapero se fotografiara con Ariel “El Viejo” Cantero y circularan audios con mensajes de aliento a miembros de Los Monos presos en Coronda y Ezeiza.

Si bien la implementación de escáneres en las cárceles provinciales aparece como una medida efectiva para acotar el fenómeno del delito organizado por presos, la violencia no disminuye en las calles de Rosario. El miércoles de la semana pasada los fiscales Valeria Haurigot y Franco Carbone imputaron a Francisco Ezequiel Riquelme, preso en Ezeiza, por ordenar balaceras contra dos escuelas. Entre la prueba recolectada expusieron videos donde los tiratiros filmaron los ataques y celebraron la suspensión de clases.

“Hubo varias escuelas que fueron objeto de broma o de actos irresponsables, que de todas maneras se investigaron. Después están las escuelas que fueron baleadas o tuvieron una amenaza más ostensible. En el último caso, no había una amenaza directa sino que las escuelas eran utilizadas como forma de transmitir mensajes entre bandas que se disputan los territorios del narcomenudeo”, dijo el ministro Brilloni.

Una nota intimidatoria

El lunes, un policía encontró una nota intimidatoria dirigida contra la Escuela Serrano, del barrio Las Flores. Según el ministro de Seguridad, “era un mensaje muy burdo, pero al margen de lo que se pueda interpretar, no podemos desestimar cualquier incidente”.

Las elecciones del domingo se harán sobre un horizonte donde se combinan el miedo y la preocupación por la seguridad y la demanda de soluciones. En el frente Juntos Avancemos, la elección por la intendencia de Rosario enfrentará al peronista Roberto Sukerman con Juan Monteverde, del partido Ciudad Futura, cuyo eslogan es “Rosario sin miedo”. En 2019 la intendencia se le escapó por poco a Sukerman, que ahora confía en imponerse en base a la alianza y a la dispersión de los votantes de Unidos para Cambiar Santa Fe después de las PASO. Si la segunda resulta la vencida se trataría de un acontecimiento histórico: sería el primer intendente peronista de Rosario en cincuenta años, después de Rodolfo Ruggeri, ganador de los comicios de 1973. 

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