Oscar Aguad: "Hay que defender al Gobierno de la embestida populista"

Oscar Aguad:

El ministro radical sostiene que es buena la relación con los gobernadores y apuesta a la continuidad de su partido en la coalición

 

Dice que no hay que esperar candidaturas "estelares" este año en ningún distrito, porque "el candidato sigue siendo el cambio"; asegura que los gobernadores "no chantajean" al gobierno nacional prometiendo apoyos en el Congreso y cree que la UCR tiene en la alianza con Pro la "oportunidad" de reconciliarse con la sociedad. El que habla es el radical Oscar Aguad, ministro de Comunicaciones y uno de los principales impulsores de la coalición que llevó a Mauricio Macri a la presidencia. En diálogo con LA NACION, insiste en que es "el tiempo del diálogo, no de la confrontación; de las instituciones; de la verdad". Los mismos conceptos que le gusta repetir a Macri.

¿Cree que la sociedad comparte esa percepción?

-Se acabó el realismo mágico. Estoy convencido de que la gente lo ve así, incluso está más dispuesta a aguantar la coyuntura complicada por encima de lo que suponemos. Eso se vio con las tarifas; los más damnificados entendieron que no se podía vivir pagando lo que se pagaba. Ojo con no interpretar ese reclamo de cambio y con no llevarlo adelante. Cambiemos es una alianza con la sociedad, un espacio abierto, pero eso no quiere decir amontonar dirigentes.

-Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados, insistió en que Cambiemos está "vacío", ¿qué le parece?

-No alcanzo a entender lo que dice Emilio cuando habla del vacío. Es un mensaje, pero no lo termino de entender. Él mismo fue protagonista de hechos muy importantes; un espacio minoritario logró acuerdos en el Congreso y con los gobernadores. Cambiemos tiene mucha política en serio, no la del "toma y daca". Es una fuerza que ejerció el rol político entendido como trabajar para mejorar la calidad de vida, acrecentó el poder.

-Cuando la oposición impuso su proyecto de Ganancias hubo quienes hablaron de crisis de gobernabilidad, ¿existió?

-Nunca. Hay agazapados, pero jamás hubo riesgo. Los que quieran poner piedras en el camino se enfrentarán con la sociedad. Monzó garantizó la gobernabilidad en el sentido de las leyes que necesitaban el Gobierno y los gobernadores también, unos más y otros menos. No buscamos cooptarlos.

Algunos consiguieron recursos prometiendo apoyos en el Congreso, ¿se repetirá este año?

-El desafío es atraer inversiones en calidad y volumen para generar 250.000 empleos por año, para eso las inversiones deben alcanzar el 25% del PBI. Las inversiones no vienen porque uno las llame, hay que hacer cosas. El año pasado la realidad se puso sobre la mesa y fue fructífero en el diálogo político en el Congreso y con los gobernadores, ahora habrá que profundizar ese vínculo.

¿Interpreta que algunos gobernadores chantajean para conseguir recursos?

-Chantajear, no; hay quienes entienden más que otros el cambio, no político sino de gestión. Comprenden que hay que cambiar el rumbo. Creo que van a ser pocos los que se mantengan al margen. Hay que defender al Gobierno de la embestida populista. Desde el 83 a todos los gobiernos les faltaron entre 10.000 y 15.000 millones de dólares anuales para financiarse. Alfonsín lo hizo con la híper; Menem, vendiendo las empresas del Estado, y el kirchnerismo, liquidando stock. Hay que solucionar ese meollo, ése es el populismo.

¿En quién lo encarna?

-Hay un poco de todo. Yo no hago nombres, no corresponde; la gente sí los hace. Por eso, insisto, "ojo con los amontonamientos". La gente nos banca, nos mira con mucha finitud.

-Carrió es muy crítica de aspectos puntuales de la gestión, ¿qué rol tiene en la coalición?

-Uno del que no podemos prescindir. Encarna la visión moral que completa el baño de realidad. Lilita es una pieza imprescindible; puedo estar o no de acuerdo en la manera, en las formas de plantear las cosas, pero es imprescindible.

-¿Ve a Cristina candidata? ¿Cómo lee la relación de Massa con el Gobierno?

-Cristina representa a una parte importante de la sociedad que la sigue. Conozco a Sergio y lo respeto mucho, pero tiene un problema para interpretar a la sociedad; a veces representa el cambio y a veces se pierde en la coyuntura.

-¿Sigue la UCR en la coalición?

-La UCR tiene una oportunidad única de reconciliarse con la sociedad y es un suicidio no hacerlo. Aportamos legisladores, ministros, equipos. Auguro un largo período de convergencia en el espacio, de consolidación en el tiempo. Me parece que aquella falta de visualización en el poder hoy la empieza a vivir el peronismo.

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