Ayer jueves por la tarde, durante la quinta sesión ordinaria de la Legislatura de Jujuy se desarrolló el debate y la votación de un proyecto de emergencia frente a la violencia de mujeres. Este debate que tuvo lugar luego de que en la provincia de Jujuy se dieran masivas movilizaciones tras 5 femicidios en 32 días, protagonizadas por miles de jóvenes, mujeres y familiares de las víctimas que denunciaban claramente que #ElEstadoEsResponsable de la falta de respuestas y medidas frente a esta situación.

En la sesión la diputada Natalia Morales, del PTS-FIT, señaló que el proyecto que se votaría es el proyecto del poder ejecutivo que no son más que promesas vacías, ya que “frente al reclamo del movimiento de mujeres y las familias de las víctimas de femicidios la respuesta del oficialismo con su proyecto que terminó votando el bloque PJ-Frente de Todos es una nueva expresión de voluntades porque de 12 puntos planteados, diez no tienen contenido. Hablan de crear refugios, pero no dicen cuántos, en qué tiempo, de subsidios de emergencia, sin saber monto, requisitos, si es irrestricto. De acceso a la vivienda sin establecer el cómo, de equipos interdisciplinarios y promotoras, pero ni siquiera hacen alusión al fortalecimiento en toda la provincia y condiciones laborales como para dar ejemplos.”

Durante el debate, se desarrolló también el contexto represivo en el que se vota este proyecto, un contexto de avanzada represiva contra las mujeres que resisten en tomas de tierra para pelear por el derecho a la vivienda y al territorio, cómo sucedió en el represión brutal para desalojar Guernica durante el día de hoy, pero también en Palpalá dónde el Frente de Todos con el aval de Gerardo Morales desalojó con una violenta represión a la comunidad Tusca Pacha, y Alto Comedero hace unas semanas.

Y estuvo presente también la discusión sobre las responsabilidades del Estado, dónde la izquierda sostuvo que el Estado no está ausente, sino que es precisamente este el avanza sobre los derechos de las mujeres y la diversidad a través de por ejemplo, sus organismos deliberativos dónde se votan y definen medidas como el aval del presupuesto de ajuste a medida del régimen del FMI, lo que significa sólo migajas y miseria para las mujeres y las mayorías populares.

Precisamente por este contexto es que señaló que el proyecto votado es muy concreto al plantear el fortalecimiento del aparato represivo y judicial, los mismos a quienes se denunció en las calles por su rol en los casos de violencia y frente a la desaparición de las jóvenes. Por lo que lo más concreto que contenía el proyecto del oficialismo, que acompañó el Frente de Todos-PJ era la creación de más comisarías, más centros de atención dentro del Ministerio de Seguridad, más juzgados todas medidas destinadas a la sanción, pero no a prevención de la violencia.

Desde el bloque de diputados del PTS-FIT, se reafirmó el despacho de minoría que presentaron Natalia Morales, Alejandro Vilca y Eduardo Hernández que plantea subsidios que partan de la canasta familiar, construcción de refugios según la población y en cada municipio, licencias en el ámbito laboral sin afectar salarios, acceso a la vivienda sin restricciones con acceso al crédito a tasa cero, prohibición de despidos, licencias y pases educativos, cupo laboral trans, garantizar equipos interdisciplicarios y promotoras con plenos derechos laborales y salariales en todo el territorio provincial.

Este proyecto además “implica un presupuesto acorde, el cual solo puede venir de cambiar las prioridades y salir de ajustes en el presupuesto como impuso el miércoles el FMI en el Congreso y de aplicar impuestos a las fortunas de los millonarios.” señaló la diputada.

La votación del día de hoy en la Legislatura provincial reafirma la necesidad de fortalecer la organización, independiente de los partidos tradicionales, de las mujeres que exigen #NiUnaMenos, ya que tras acordar en el mismo el bipartidismo jujeño mostró que todo lo que tiene para ofrecer a las mujeres y las disidencias son migajas. Pero como se vio durante toda la pandemia es la resistencia de las mujeres a soportar los golpes más duros de la crisis, de enfrentar la represión en defensa de sus derechos lo que muestra que se puede luchar por objetivos mayores.

Por eso, el camino para conquistar un verdadero plan integral ante la violencia machista, que contemple medidas materiales y efectivas está en la movilización, en revitalizar el potente movimiento de mujeres y convertir el dolor y la bronca que nos invade en organización en cada lugar de estudio, de trabajo y en los barrios; confiando en nuestras propias fuerzas porque, a las mujeres y disidencias, nunca nadie nos regaló nada.

La unidad de las demandas de las mujeres con las demandas de las familias sin techo y de cada sector de trabajadores ocupados, desocupados, informales, precarios, de cada familia que lucha contra la impunidad del gatillo fácil y violencia policial, es clave para golpear con un solo puño, para arrancar las medidas de emergencia que hacen falta para enfrentar la violencia machista y los femicidios (todo lo cual requiere de un presupuesto acorde); pero también para ir por todos nuestros derechos y reclamos contra quienes quieren despojarnos de todo.