La administración del complejo de Punta Mogotes, construido e inaugurado durante la dictadura, podría decirse que es una de las deudas de la democracia en la ciudad. La deuda heredada del gobierno de facto supuso que el sitio sea regentado por un ente intermedio dónde la palabra mayor la tendría el gobierno provincial en detrimento del municipal. 

La primer jornada de la mesa de trabajo por Mogotes trajo aparejada una noticia novedosa en el mundo político: se logró zanjar la grieta. Todas las fuerzas intervinientes en el debate coinciden en que el complejo es un activo de la ciudad y que debería depender de esta. Los matices, siempre presentes, van más en cuestiones de formas: cómo y de que manera se cancelará la deuda y que se hará una vez restituida la administración.

En ese sentido, la municipalización de Mogotes aparece como una oportunidad de primer magnitud para la ciudad. Sus 2,5 km, 24 balnearios, laguna y restaurantes podrían tener un fuerte impacto económico en las arcas comunales, así como en la revalorización de la zona sur de la ciudad.   

Uno de los desafíos es, tendiendo puentes con el sector privado como inversor, atraer otros tipos de turismo pero sin que el Estado pierda peso en la participación del espacio. Mar del Plata cuenta con un historial dónde el espacio público se vio afectado por el avance empresarial con la cuestión de las carpas y balnearios, que obstaculizan el acceso a la playa, uno de los mayores activos de la ciudad.

Una de las proyecciones esbozadas el viernes durante la mesa fue que Mogotes pase a ser una Unidad Turística Fiscal más bajo el ala del EMTUR. En ese sentido, otra de las interrogantes irá en torno a los canones exigidos a los concesionarios, muchas veces no representativos de la ganancia que los balnearios, restaurantes y kioscos generan. 

A su vez, otro de los desafíos en boga es lograr que el complejo sea utilizable durante los 12 meses del año y no solo durante la temporada estival. 

Del Concejo Deliberante el sillón de Dardo Rocha, las contradicciones

El debate por la municipalización cobró especial importancia en el ámbito legislativo a partir de los 2000 dónde se presentaron al menos 6 proyectos pidiendo por la restitución del complejo. Allí tuvieron protagonismo desde Fernanda Raverta y Marcos Gutierrez, a Vilma Baragiola y Alejandro Rabinovich. 

Sin embargo, desde Provincia, cuyo guiño es necesario para el avance de la cuestión, las posiciones se moderaron. Ni durante la gestión de María Eugenia Vidal ni la de Axel Kicillof, la municipalización fue tema o parte de la agenda.

En ese sentido, según confiaron fuentes a La Tecla, quién ocupe el sillón de Dardo Rocha a partir de diciembre tendrá peso en el destino final de Mogotes. Final abierto.