Sin lugar a dudas, el día posterior a la elección del 27 de octubre todas las fuerzas tendrán que reacomodarse de manera definitiva porque en 2015 termina el ciclo de gobierno del kirchnerismo que marcó de manera categórica al última década política de la Argentina y, creer, que el 10 de diciembre de 2015 se acallan sus ecos sería un error importante.

Pero más allá de la trascendencia histórica que tendrá el Frente para la Victoria (FPV) -para algunos, buena, y para otros, mala-, en los distritos se definirán escenarios nuevos, como es el caso de Lanús.

En el territorio del intendente Darío Díaz Pérez, todo el FPV está mirando el día 28, más que el 27, y esperando las internas del justicialismo, que el juez Blanco podría prorrogar para marzo de 2014 si considera que no se podrán tener padrones actualizados por las nuevas afiliaciones que ingresaron este año.

A partir de ese día, muchos creen que en el kirchnerismo de Lanús podría darse un barajar y dar de nuevo, mirando de reojo al Frente Renovador (FR), pero con los ojos fijos en el gobernador Daniel Scioli que se perfila, según opiniones coincidentes, como uno de los mejores posicionados para heredar el aparato del kirchnerismo.

Debajo de un Scioli que aspira a presidir el Partido Justicialista (PJ) nacional (descontando que ya tiene el bonaerense), se barajan nombres para candidatos a gobernador, como el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde (al que algunos podrían ver como el mariscal de la derrota); el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, y hasta el vicegobernador Gabriel Mariotto.

Por lo pronto, con un Scioli heredero del aparato K, la primera pregunta local es cómo está la relación de Díaz Pérez con el Gobernador, sin soslayar el episodio del audio de la discordia que resintió ese vínculo político. Sólo en un escenario de conveniencias mutuas podría darse una tregua para la elección 2015.

Precisamente, ese es el primer consenso que Díaz Pérez tendrá que empezar a repensar el 28 de octubre, observado como uno de los condicionamientos para su continuidad, porque si Scioli amasa algún rencor podría hasta ponerle un sciolista que le arme una interna.

No faltan quienes opinan que Díaz Pérez tiene atada su continuidad (Scioli mediante) más a los consensos que a un verdadero liderazgo territorial.

De ser así, son varios los sectores con los que el Intendente tendrá que sentarse a charlar para cerrar una nueva versión del poder dariista. Habrá que ver, justamente, qué poder de consenso logra entre organizaciones sociales, sindicatos y partidos locales.

Luego de una elección no muy holgada del FPV, claramente, entre los espacios que seguramente más protagonismos pedirán estarán los que formaron el núcleo duro del primer dariismo, La Cámpora, la CGT y el Movimiento Evita.

Entre ellos estará dada una puja para el PJ, donde quienes tengan un paraguas se sentarán a discutir con un peso nacional, y los que no lo tengan tendrán que mostrar el trabajo de organización territorial y la construcción local del poder.

Entre estos dos grupos está La Cámpora que podría generar un reclamo, pero desde una imposición de Cristina Fernández de poner intendentes, si le da el protagonismo presidencial a Scioli. Y desde lo territorial, claramente aparece el Movimiento Evita como el espacio con mayor organización fuera y dentro de la estructura de poder del Ejecutivo.

En este escenario en el que Scioli entregue la decisión de intendentes y de gobernador para ser el candidato a Presidente, el intendente Díaz Pérez tendrá que oír las discusiones que se vienen para construir ese consenso que lo sostenga para una continuidad de poder.

La Cámpora sabe esto, y apuesta al dedo de Cristina, pero el Evita, además de saberlo, cuenta con su propia estructura local que además de 20 puntos de trabajo en el Distrito tiene una banca en el Honorable Concejo Deliberante (HCD), una Subsecretaría de Políticas Sociales, una dirección provincial y un consejero escolar que se apresta a asumir el 10 de diciembre.

Hoy el Evita parece asomar como una fuerza organizada en varias áreas como Género, Derechos Humanos, Deporte y Cultura, con una fuerte inserción en los barrios y una experiencia de formación de cuadros, que otra organización local no parece tener.

El Evita pedirá, seguramente, un protagonismo mayor, como parte de los consensos que buscará Díaz Pérez para sostenerse en el poder.

Precisamente, dentro de las organizaciones se dará esta discusión a partir del 28 de octubre mirando al intendente Díaz Pérez que deberá pensar como arma la lista del PJ local.

Se descuenta que los Municipales, el Evita, La Cámpora, la CGT de Héctor Villagra y los primeros dariistas tendrán los roles principales del justicialismo.

Por otro lado, las organizaciones tampoco dejan de analizar, qué pasaría si la relación Scioli-Díaz Pérez continúa resentida y no se encuentran puntos en común que les permita una convivencia pacífica.

Ahí comienzan a tallar otros nombres que deben ser capaces de construir ese consenso para sostener el poder dentro del peronismo actual y que no sufra un desplazamiento de la Municipalidad.

Nombres como el del secretario de Gobierno, Juan Carlos Viscellino; la diputada Karina Nazabal; el presidente del HCD, Héctor Bonfiglio, y Julián Álvarez suenan en algunos sectores que se animan a tirar sus predilectos.

Pero de todas maneras, estos escenarios no estarán definidos sino hasta bastante después del 10 de diciembre, aunque los pedidos de protagonismo empezarán a sonar ya desde el 28 de octubre, el día posterior a la elección 2013.