Milani habló durante dos minutos con Radio La Red y, al defenderse de las acusaciones que investiga la Justicia, volvió a ocupar el centro de la escena, en una jornada en la que el protagonismo en la esfera militar estaba reservado a la Fragata Libertad, que recibió simbólicamente en el Apostadero Naval la orden de zarpada para el nuevo viaje de instrucción que iniciará mañana.

"Tengo la conciencia tranquila en cada uno de los actos de mi vida", dijo Milani, que estuvo presente en el acto, junto con el jefe de la Armada, vicealmirante Gastón Erice, y el ministro de Defensa, Agustín Rossi.

El funcionario respaldó, una vez más, al jefe militar, que enfrenta denuncias de organizaciones de derechos humanos y partidos políticos por su presunta participación en la represión ilegal cuando estuvo destinado en Tucumán y La Rioja en los años 70. Los juzgados federales de ambas provincias tienen abiertas las causas judiciales.

Además, pesa sobre el jefe del Ejército una acusación por enriquecimiento ilícito, que investiga el juez federal Daniel Rafecas.

Dos meses después de haber sido recibido y entrevistado por la presidenta de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, Milani aseguró que responderá cualquier requisitoria judicial. En ese reportaje, publicado en la revista de las Madres dos semanas antes de que el Senado tratara su polémico ascenso, el jefe militar aseguraba que nunca había matado ni torturado.

"Me voy a ajustar a la Justicia, como cualquier argentino", dijo ayer Milani, luego de insistir en su visión acerca de que existe "una campaña en mi contra y del Gobierno, en contra de la Presidenta".

ARGUMENTOS DE MILANI

"Han utilizado cualquier artimaña, no solamente periodistas, sino también políticos y legisladores. Yo me he presentado en la Justicia y estuve en los tribunales federales ofreciendo toda prueba de los casos. Cuando esto termine voy a hablar con cada uno de los que me requieran para explicar exactamente y especialmente cada una de las circunstancias", indicó el jefe del Ejército, que el 19 de diciembre último recibió el diploma que acredita su ascenso a teniente general, pese a la recomendación en contrario del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), de manos de la Presidenta en la Casa Rosada.

El hombre fuerte del Ejército, que desde 2007 controla con un creciente presupuesto el área de Inteligencia en la fuerza, se mostró "orgulloso" de su carrera militar. Formado en el arma de Ingenieros, Milani se especializó en el área de inteligencia y retuvo hasta hace un mes en sus propias manos la dirección general del área, que fue allanada por la Justicia el 23 de diciembre último.

Milani extendió ese sentimiento de orgullo por su carrera profesional a la posibilidad de asistir a la orden de zarpada del nuevo viaje de instrucción de la Fragata Libertad, el primero después del escándalo sufrido en octubre de 2012, cuando fue retenida en Ghana. La nave recorrerá ahora puertos de los océanos Atlántico y Pacífico, sin salir del continente americano.

"Parece que algunos lo conocieron a Milani cuando lo ascendimos a jefe del Ejército", dijo ayer el ministro Rossi, al salir en defensa del ex jefe de Inteligencia. Omitió las objeciones que marcaron sectores de la oposición a fines de 2010, cuando Milani fue propuesto para ascender a general de división, poco antes de convertirse en subjefe de la fuerza.

Rossi argumentó que Milani se presentó voluntariamente a declarar ante las dos denuncias que investiga la justicia federal en Tucumán y en La Rioja.

Ambas declaraciones espontáneas, realizadas en julio, obligaron en su momento al Gobierno a posponer por seis meses el ascenso del jefe del Ejército al grado de teniente general, lo que pudo cristalizar en diciembre. Ayer, Rossi indicó que "no ha habido modificación de su situación procesal durante este período" y reiteró que hasta el momento no ha sido procesado, con lo que justificó su permanencia en el cargo.

"En muchísimas opiniones y expresiones hubo una carga claramente política en las impugnaciones", añadió el ministro de Defensa, al desestimar las acusaciones contra Milani, que hoy encabeza un ejército formado por 55 generales -el número más alto de los últimos 30 años-, de los cuales el 25% pasó por la especialidad de Inteligencia.

En tanto, se conoció ayer la designación "transitoria" del nuevo director nacional de Inteligencia Estratégica Militar del Ministerio de Defensa, Roberto Román. Cubrirá un cargo vacante desde el escándalo por la retención de la Fragata Libertad en Ghana, cuando fue relevada su titular, Lourdes Puente Olivera, durante la gestión ministerial de Arturo Puricelli.

LAS CAUSAS JUDICIALES PENDIENTES

Caso Ledo

En Tucumán se investiga la desaparición del ex conscripto Alberto Ledo, en 1976, en cuyo legajo, firmado por el entonces subteniente César Milani, aparece como desertor del Ejército. Está detenido en la causa el ex capitán Esteban Sanguinetti

Caso Olivera

El ex dirigente político Ramón Alfredo Olivera denunció en 1984, ante la Comisión de Derechos Humanos de La Rioja, que el oficial Milani participó en un allanamiento que derivó en la detención de su padre, que fue torturado en el Batallón de Ingenieros 141 de esa provincia, donde revistaba el militar

Enriquecimiento

El juez Daniel Rafecas investiga el crecimiento patrimonial del jefe del Ejército que, según una denuncia, presentaría propiedades y bienes en San Isidro y en Córdoba difíciles de justificar con las remuneraciones recibidas en los últimos años