Argentina y Brasil discutirán una reducción de los aranceles externos comunes para las importaciones del Mercosur, luego de las conversaciones mantenidas a fines de 2019, antes de que asumiera Alberto Fernández, informó el diario brasileño Valor.

En aquella ocasión, el debate pasaba por la iniciativa de recortar las tarifas comunes de cerca de 15.000 productos, que en promedio rondan el 13%, a cerca de la mitad. 

Esta vez, la Argentina está dispuesta a discutir una rebaja promedio del 20% de las alícuotas, ante la insistencia del gobierno brasileño que quiere que comiencen a aplicar antes de fin de año. El otro punto a conversar pasará por si la rebaja será uniforme a todos los productos o si habrá contemplaciones. 

El medio brasileño reporta que en Brasil pretenden que, además de que rija desde fines de año, la contracción sea de igual a magnitud para todos los sectores, mientras que creen que Argentina buscará esquemas diferenciales para no afectar lo que considera que son rubros competitivos.

El plazo responde a la búsqueda del gobierno de Jair Bolsonaro de evitar que los cambios se produzcan en un año electoral en el que pueda influir la resistencia de los sectores industriales protegidos por el actual esquema tarifario. Además, en el segundo semestre del año Brasil pasa a poseer la presidencia rotatoria del Mercosur.

Sobre el final del mandato de Mauricio Macri en 2019, tanto Argentina como Brasil estudiaban una reducción de las alícuotas de los aranceles comunes del Mercosur. El gobierno del país vecino esbozó una iniciativa de bajar los aranceles del 13,6% promedio a cerca de 6,4%, para estar más alineados con las tarifas establecidas por otros países y bloques en similar nivel de desarrollo.

Con la asunción a la presidencia de Alberto Fernández esta posibilidad se enfrió y el tema pasó a un segundo plano, hasta que por insistencia de las autoridades brasileñas el gobierno argentino envió su propuesta de recorte del 20%, que de aplicarse reducirían las alícuotas a cerca de 11% promedio.

 

Es una cifra lejana a lo que quería en un principio el ministro de Economía brasileño, Paulo Guede, que consideraba que un recorte de cerca de más de 50% aumentaría la competitividad brasileña, al abaratar los insumos alcanzados en los procesos productivos.

 

No obstante, según Valor, esta reducción se ve en el gobierno brasileño como una posibilidad "factible" dado que no colisionará con "el lobby proteccionista de la industria". La rebaja sería lineal para evitar presiones de entidades sectoriales con más influencia para amortiguar los recortes.

 

Si bien son casi 15.000 productos los alcanzados por los aranceles comunes, los sectores industriales tienen las tasas más altas por lo que en puntos porcentuales la rebaja para estos sería mayor.