Lo logrado, lo que resta, lo que está en peligro

Por Pablo Salgado

Luego de las primarias, y como siempre ocurre con este proyecto, ante los resultados adversos de las urnas, resurge de sus cenizas, y pega dos o tres golpes de timón que deja mal parado y mascullando bronca a más de uno.

Acuerdo con Repsol, préstamos de China, apoyos internacionales en temas como fondos buitres, renegociaciones de deuda, nuevos vagones, cambios de gabinete, Cristina con más del 46% de imagen positiva, reforma del código, el cura Molina al SEDRONAR, 80000 viviendas construidas o en proceso y más de 150000 para el próximo año con el programa Procrear, empresas que hacen fila para invertir en Vaca Muerta, dólar blue que se mantiene y desdoblamiento cambiario de hecho, avalando aquella mirada que tenía Marcelo Diamand cuando en los setenta hablaba de Argentina como un país con una economía desestructurada que necesitaba de diversos tipos de cotización para salir del perfil único de estado agroexportador y poder relanzar una industria nacional. Todo esto, logrado en un poco más de un mes. Por eso había que salir con este nuevo combo.

Las fuerzas policiales en todo el país  siguen mostrando su peor cara, y nuevamente pierden una oportunidad histórica de comenzar un principio de reconciliación con el pueblo. No había necesidad de estos planteos con estas características. Y el movimiento nace de la fuerza sospechada de corrupta, en pocos hombres y en mandos medios o altos, con relaciones y negocios conjuntos en el mundo del narcotráfico, y alcanzando a funcionarios del gobierno mediterráneo.  

Un calco Córdoba y Santa Fe, con la diferencia que De La Sota armó un circo mentiroso para tirarle muertos al gobierno central, y Bonfatti, si bien es opositor, no llega a los niveles de odio y delirio del cordobés, y manejó la situación como gobernador, y con los pasos adecuados de comunicación con Sergio Berni y el área de seguridad nacional.

Neuquén y Rio Negro también tienen sus conflictos, y seguramente se agregarán otras provincias. Y así como aparecen, parecen ya estar las partidas para que todo se cierre en paz.

Pero esto es solo el comienzo. Habrá más. Cada día habrá más. Porque el verdadero poder económico de Argentina, no pasa ni por la policía o los gobernadores. En todo caso, estos grupos son estúpidos útiles mandados y ordenados desde un único poder: Ese enjambre de empresarios obscenamente ambiciosos, medios de comunicación antidemocráticos, oposición política impotente de conseguir apoyos por los votos, y entonces los buscan usados por esos grandes medios, gremialistas que están fuera del gobierno y cada día más encerrados, solos en sus sindicatos de poder perpetuo.

Todo esto, más esa construcción tan paradojal denominada campo, conforman el grupo que realmente quiere, a como dé lugar, que todo esto se vaya bien a la mierda. Pero a fondo, completo, y ayudados por una izquierda que parece no entender o escarmentar, porque así como lo han hecho en otros países, queriendo o no, se convierten en las mejores herramientas de los poderosos que dicen combatir. Aquél Chile de Allende es un buen ejemplo.  Zurdos extremos, milicos y oligarcas se lo llevaron puesto.

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