La Ciudad de Buenos Aires, el distrito más castigado por la pandemia en el país, maneja otra lógica en la batalla contra el coronavirus, un contrapunto que se evidenció ayer, cuando Alberto Fernández arriesgó que por la velocidad de los contagios se debería volver a aislamiento estricto (ver nota aparte). Es la “cuarentena en ronda”, un minué en el aislamiento que la Ciudad maneja previendo que en cualquier momento se vuelve atrás y mientras, “la gente necesita un recreo”. El martes impactó el peor día, con 535 casos en Capital, que junto con el conurbano concentraron el 95% del país. Ayer, 521 caso en la Ciudad y la misma concentración. Un acuerdo con la provincia de Buenos Aires y la Nación pondría a Horacio Rodríguez Larreta en la necesidad de dar un giro.

Así, “salvo un aumento superlativo” en el dramático conteo de enfermos que se detectan por día, no habrá marcha atrás en el distrito porteño. Quieren esperar hasta la semana que viene, cuando hayan pasado de siete a diez días de la apertura de 20 comercios de ropa y calzado con venta al público y permiso para correr por los parques porteños, para tomar una decisión, de acuerdo “a la curva”.

Ayer, se publicó la resolución que habilita a los comercios de la avenida Belgrano -entre Jujuy y Entre Ríos- , en gran mayoría mueblerías, a reabrir sus puertas. Lo había hecho el 12 de mayo, pero luego Larreta anuló ese permiso ante el riesgo que, por la aglomeración de gente, mostraban los centros de compras en avenidas porteñas.

El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, sobre la apreciación de Alberto F. dijo que “es correcto en el sentido de que el virus está en su valor más alto porque el número de casos fue el más alto” pero que “hay que distinguir entre el valor cotidiano del número de enfermos y la velocidad de crecimiento de la curva”. Explicó que “la velocidad de crecimiento de la curva se mide con el índice de reproducibilidad” que por ahora está por debajo del 1,2%.

Hasta el momento, desde que comenzó hace un mes la flexibilización de la cuarentena, de 140 mil comercios minoristas ya se habilitaron permisos para 120 mil, de los cuales 70 mil son rubros no esenciales y 50 mil son esenciales. Restan, 20 mil que no están habilitados, como peluquerías, gimnasios, shopping, 10 mil en las zonas de centros comerciales restringidos.

Mirando al futuro, así como ayer el Ministerio de Turismo de la Nación presentó protocolos para la hotelería y gastronomía, con una mirada pospandemia, también la Ciudad de Buenos Aires realizó una reunión con las cámaras del sector para avanzar en el mismo sentido.

Los datos del Ente de Turismo (Entur) que conduce Fernando Straface, señalan que el año pasado ingresaron por consumo turístico u$s2.484 millones ((u$s1.839 millones de turismo internacional y u$s645 millones por turismo nacional), mientras que las actividades relacionadas generaron el 7% de los puestos de trabajo de la Ciudad de Buenos Aires.

Ayer se realizó un encuentro en la sede del Gobierno porteño, convocado por el ministro de Desarrollo, José Luis Giusti, Straface, Camila Suárez, directora ejecutiva del Entur; Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT) y entre otros representantes del sector Camilo Suárez, presidente de la Cámara de Turismo de la CABA. Se analizaron allí protocolos a implementar para la vuelta a la actividad que certifique el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC). Entre otras medidas, el Gobierno porteño analizará la adaptación de la ley de incentivos para inversiones en hoteles, para impulsar las reformas que requieran los protocolos de seguridad.

Durante el encuentro desarrollado en la sede de Gobierno porteño, se indicó que la Ciudad apunta a obtener el Sello de Viaje Seguro que otorga esa entidad internacional a los destinos que garantizan al turista elevados estándares de higiene y seguridad sanitaria.

Straface remarcó que “con 2,9 millones de turistas internacionales, la Ciudad había alcanzado un récord de visitantes internacionales antes de la pandemia” y que se trabajará con el sector privado para generar los protocolos y certificarlos” por el WTTC. Además se estudian incentivos fiscales para una actividad muy castigada por la pandemia. En ese sentido Larreta agradeció al sector hotelero por alojar y asistir a personas repatriadas y pacientes leves lo que “viene siendo fundamental para evitar una mayor propagación del virus”.