Larreta desafía a los radicales y apoya a los candidatos del PRO en La Rioja

Larreta desafía a los radicales y apoya a los candidatos del PRO en La Rioja

El jefe de gobierno recibió a los diputados Julio Sahad y Felipe Álvarez que se disputan el liderazgo a Cambiemos con la UCR.

Horacio Rodríguez Larreta profundiza la estrategia de desplegar su armado en las provincias y esta vez recibió en su despacho a los líderes del PRO en La Rioja, que están sumergidos en una fuerte interna con el radicalismo por las listas para las elecciones.

El alcalde porteño se reunió este lunes con los diputados Julio Sahad (el presidente del PRO riojano) y Felipe Álvarez, un aliado de Cambiemos que en algunas votaciones ayudó al Frente de Todos en el Congreso.

De la reunión surgió que Larreta bendijo la candidatura a diputado nacional de Sahad (que debe renovar su mandato) y de Álvarez como cabeza de la lista de diputados provinciales. Álvarez tiene dos años más de mandato en la Cámara baja, pero busca posicionarse en la pelea riojana.

La semana pasada Patricia Bullrich había recibido a Sahad y también lo respaldó para la reelección. El riojano integra la línea dura de la bancada del PRO, alineada con la ex ministra de Seguridad. Este lunes Patricia también recibió a la senadora Clara Vega, otra aliada de Cambiemos.

Como contó LPO, La Rioja es una de las provincias donde está difícil el acuerdo entre el PRO y la UCR, que también pretende liderar la lista. Días atrás Bullrich se reunió con Alfredo Cornejo para tratar de acercar posiciones y tratar de evitar internas.  

El problema en La Rioja es que sólo hay dos bancas en juego y no hay forma de que Cambiemos se quede con las dos, por lo que no hay lugar para los dos espacios. Tampoco es redituable una ruptura porque le abriría la puerta al peronismo para quedarse con los dos diputados.

El radicalismo quiere hacer valer el peso territorial que tiene en la provincia, donde gobierna la capital que representa casi el 50 por ciento del padrón. Es por eso que la foto de Larreta con Sahad y Álvarez no cayó nada bien a los correligionarios.

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