Kicillof arremetió contra los intendentes del PRO: "cuando eran gobierno al peronismo no le daban ni agua"

Kicillof arremetió contra los intendentes del PRO:

El Gobernador escala la tensión contra los alcaldes opositores tras la negativa a actualizar los fondos para obras en los municipios.

Axel Kicillof escala la tensión con los intendentes del PRO que ayer denunciaron que el gobierno bonaerense paraliza las obras en los distritos opositores. Desde Ensenada -bastión del kirchnerismo duro- el Gobernador contratacó y aseguró que cuando gobernaba Cambiemos "al peronismo no le daban ni agua".

"Lo digo con convicción: cuando eran gobierno a los intendentes opositores no les daban ni agua. No es que no le daban obras, no les daban absolutamente nada y además armaban causas con falsas denuncias para tratar de debilitarlos", dijo Kicillof.

El fuerte contrapunto puede tener su réplica en la Legislatura donde el Frente de Todos necesita de la oposición para avanzar con leyes importantes. Sucede que tanto en el Senado, como en Diputados se acumulan proyectos de ley.

En el esquema de funcionamiento del siempre complejo Congreso bonaerense, los legisladores obedecen a las demandas de los intendentes quienes cargan con el peso territorial y ejecutivo. Los senadores y diputados votan el presupuesto una vez que los intendentes acordaron un paquete de obras. Ahora bien, si este año no pueden ejecutar las obras acordadas difícilmente pueda votarse un presupuesto en diciembre próximo.

"Lo que hace Kicillof es reconocer que no nos van a dar ni agua. Pero no queremos agua, queremos obras para los vecinos", dijeron a LPO desde un distrito importante gobernado por el PRO.

La relación entre el Gobernador y los intendentes opositores avanza por un andarivel difícil. Los intendentes le habían planteado día atrás la necesidad de actualizar los montos del Fondo de Infraestructura Municipal (FIM) y el Fondo para Seguridad. El planteo era que esos montos se acordaron en diciembre pasado -junto con la discusión por el presupuesto- pero la inflación superior al 40% se comió parte de las obras planificadas por los municipios.

Lo digo con convicción: cuando eran gobierno a los intendentes opositores no les daban ni agua. No es que no le daban obras, no les daban absolutamente nada y además armaban causas con falsas denuncias para tratar de debilitarlos.

Los intendentes sintieron que el gobierno jugó con ellos. Accedieron a una reunión con Kicillof a instancias del jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, pero ahora entienden que no había intención alguna del gobierno de ajustar ese monto.

Según trascendió, la respuesta a los alcaldes le llegó el lunes a través de un funcionario de menor rango, quien dijo transmitir el mensaje del gobierno y aseguró que el Gobernador no estaba dispuesto a actualizar esos montos.

Ante ese escenario, ayer plantearon un duro comunicado en el que acusan a Kicillof de paralizar las obras en los municipios gobernados por el PRO.

Allí advierten que el gobierno provincial recibe "cuantiosos" recursos discrecionales que llegan desde la Nación y que no fueron coparticipados con los municipios. Refieren a los $152.000 millones que se giraron, entre enero y julio de este año desde las arcas del Estado Nacional a la administración de Kicillof. Un número que duplica lo girado en el mismo período del año pasado, cuando se habían destinado $ 75.900 millones.

Pero además, este conflicto trae a la luz la complejidad de la oposición para negociar con Kicillof. El FIM surgió en 2016 a instancias de un grupo de intendentes peronistas que diseñaron esa herramienta a cambio de aprobarle el presupuesto a María Eugenia Vidal.

Para los intendentes ese fondo es clave porque es obra que diseña y ejecuta el municipio, quien además lleva adelante sus propias licitaciones.

El problema es que la capacidad de negociación de los intendentes de Juntos no condice con su poder en la Legislatura. Este martes, algunos legisladores opositores daban cuenta que los 10.000 millones de pesos que el peronismo negoció con Vidal en 2016 hoy equivaldría a unos 80.000 millones. Sin embargo en diciembre, el PRO y el radicalismo accedió a votar el presupuesto a cambio de un fondo de apenas 17.000 millones.

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