Kicillof advirtió que no permitirán una reforma laboral por decreto

Kicillof advirtió que no permitirán una reforma laboral por decreto

Ante la cúpula sindical bonaerense, el mandatario vinculó memoria y organización para enfrentar el plan oficial. Criticó la gobernabilidad “por veto y decreto” y defendió la negociación colectiva como base del trabajo decente

 

Por Luis Autalan

 

En el plenario de la CGT bonaerense realizado en La Plata, el gobernador Axel Kicillof encabezó un acto de fuerte contenido político y gremial. Reivindicó la figura de José Ignacio Rucci y llamó a consolidar la unidad del movimiento obrero frente a las políticas del gobierno nacional. Sostuvo que la campaña rumbo al 26 de octubre se milita “como si fuera la última de la historia” y valoró la normalización de la CGT Regional La Plata como un paso concreto, no solo declamativo, hacia la unidad.

El mandatario cuestionó con dureza el rumbo del gobierno de Javier Milei. Afirmó que pretende gobernar “por decreto y por veto”, de espaldas al Congreso y a la oposición, y advirtió que esa práctica vacía de sentido la democracia representativa. Señaló que el modelo económico oficial “fracasa e improvisa” porque se orienta a la especulación financiera, mientras desatiende la producción y el empleo. En ese marco, calificó como “fracaso al cuadrado” la asistencia del Tesoro de Estados Unidos y la subordinación de decisiones estratégicas a intereses externos.

“No se desesperen”

En materia laboral, Kicillof trazó una continuidad entre el presente y el intento de reformas de 2017. Recordó que, tras ganar la elección intermedia, el gobierno de Mauricio Macri buscó avanzar con cambios laboral, previsional y tributario, y que la movilización social frenó la estrategia. Interpretó que hoy regresa el mismo libreto con otro envase. “Facilitar despidos, reducir derechos y bajar salarios” es, según su lectura, el núcleo del proyecto. Reivindicó la negociación colectiva y la vigencia de los convenios como pilares del trabajo decente, y sostuvo que la experiencia histórica demuestra que la reducción de derechos no crea empleo sino que lo deteriora. Fue tajante al señalar que una reforma laboral impuesta por vía reglamentaria “no se permitirá”.

El gobernador también analizó el escenario electoral. A su juicio, el 7 de septiembre marcó la ruptura de un “espejismo” que presentaba viable un gobierno “de espaldas al pueblo” que recorta a jubilados, estudiantes y trabajadores. Planteó que el 26 de octubre no define solo un resultado partidario sino el futuro del trabajo, la defensa del salario y la soberanía nacional. Convocó al movimiento obrero a redoblar su presencia territorial para explicar “qué está en juego” en cada barrio, fábrica y escuela.

En el tramo final, reivindicó las tres banderas del peronismo como hoja de ruta. Independencia económica, soberanía política y justicia social fueron ubicadas como antídotos frente a la motosierra, la desregulación sin límites y los intentos de reinstalar recetas del Consenso de Washington. Remarcó que el pueblo bonaerense y el movimiento obrero tienen la fuerza para impedir retrocesos en derechos laborales y sociales, y aseguró que la provincia seguirá siendo un bastión en la defensa de la educación y la salud públicas, el empleo y la producción.

El encuentro tuvo lugar en la sede obrera con la presencia de ese Secretariado General Nacional, referentes de la CTA, intendentes, legisladores y funcionarios provinciales. Kicillof destacó la decisión de nombrar una calle y la sede local en homenaje a Rucci, a quien definió como símbolo de lealtad y compromiso con los trabajadores. Vinculó ese gesto con una tradición histórica del peronismo que combina doctrina, organización y sentimiento, y agradeció el acompañamiento de las centrales en la etapa preelectoral.

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