Los jefes del Conurbano huelen la derrota de Axel Kicillof y temen que un tsunami electoral arrase sus reelecciones

Los jefes del Conurbano huelen la derrota de Axel Kicillof y temen que un tsunami electoral arrase sus reelecciones

Los intendentes del PJ cuestionan la reacción del Gobernador al crimen del colectivero. "Cristina lo obligó denunciar a los choferes y hablar de complot", señalan. Preocupación por cómo retener el poder en sus municipios.

Por: Mariano Roa.

El último tsunami electoral que golpeó al poder peronista del Conurbano sucedió en 1999. Fue cuando La Alianza ganó las intendencias de Lomas de Zamora, Quilmes y San Martín. Incluso, el frente que congenió al radicalismo con el FREPASO también se habría impuesto en La Matanza, cuando Lidia "Pinky" Satragno se declaró ganadora y después de un cuestionado recuento la tortilla se dio vuelta para que Alberto Balestrini retenga el poder del PJ.

No son pocos los jefes del GBA que huelen que algo similar pueda ocurrir este año. Desde el 2022, la mayoría avisora una "fuerte derrota" electoral a nivel nacional. Pero ahora, y mucho más tras el crimen del colectivero, también prevén un fracaso en la búsqueda de la reelección de Axel Kicillof.

El temor en el Conurbano es que la ola sea tan alta y fuerte que se lleve puesto el poder que hace décadas detentan los intendentes. Por eso, en un  grupo que Whatsapp que comparten varios de ellos, el modo que sobresale es "sálvese quien pueda". 

El gobernador Axel Kicillof con el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.

"Te voy a marear con los números, pero esto funciona así: en La Matanza, Brown, Moreno, Lomas, José C. Paz y Merlo hay que sacar más del 55 % de los votos y que Santilli no llegue al 35%, para que Kicillof tenga chances de reelección. Eso era bastante dificil hasta la semana pesada y ahora con el crimen del colectivero creo que se tornó casi imposible", describe un líder peronista del Segundo Cordón.

Otro intendente, pero del Primer Cordón, todavía no deja de sorprenderse por la reacción del Gobernador ante el asesinato del chofer Daniel Barrientos en Virrey del Pino. "Acá matan gente todos los días. El tema no es tanto esta nueva muerte, sino lo que hizo el loco Berni en caer en helicóptero haciéndose el guapo en medio de la furia de los colectiveros. ¿Qué esperaba, que lo reciban con un café y facturas?". ironizó.

"Pero lo peor vino después, con los disparates que le escuchamos a Kicillof hablando de complot e instalando el relato que le habrían tirado un muerto. Encima señaló a la oposición con nombre y apellido: Patricia Bullrich, por una reunión que tuvo no sé hace cuántos meses con delegados del gremio", agregó.

Para los jefes del Gran Buenos Aires, la estrategia para responder al crimen del colectivero mutó con un llamado de Cristina. Varios intendentes están convencidos que la decisión de retrucar y hablar de conspiración señalando a la oposición vino de la Vicepresidenta.

Consultados por Clarín, desde la provincia desmintieron que se haya producido tal cambio de estrategia. 

"Berni se dio cuenta del error y en un primer momento dijo que no iba a denunciar a los colectiveros mostrando algo de empatía y respeto con el sufrimiento por la muerte de su compañero. Pero eso enfureció a Cristina y le ordenó a Julio Alak (Ministro de Justicia) realizar las denuncias. También a Kicillof salir rápido con el Gato Silvestre (C5N) para hacer hincapié en supuestas cosas extrañas en el robo que terminó con la muerte de Barrientos", asegura el mismo jefe de la Segunda Sección. 

"Cuando todo lo que hacemos sale mal y el fracaso golpea la puerta, siempre nos queda el recurso de que en realidad fuimos víctimas de una conspiración perpetrada por nuestros enemigos", aconseja un viejo dicho de la política y que suelen repetir en el Instituto Patria.

Nada nuevo: también habría habido algún tipo de complot, según las acusaciones del kirchnerismo provincial, para explicar la represión de la Bonaerense en el partido entre Gimnasia y Boca o en la desaparición de Facundo Astudillo. En ambas tragedias se habló de "un vuelto de la policía para limar a Kicillof". Nunca hubo pruebas que abonen tales teorías.

Un alcalde de licencia con alto cargo también plantea un panorama complicado para el futuro del Frente de Todos a nivel nacional. "Lo peor que tenemos es que nadie ordena nada. Estamos todos chapoteando sin rumbo definido. Tanto en el acto de Avellaneda como en el del PJ en La Plata nos fuimos muy preocupados. Hasta Pablo Zurro (intendente ultra K de Pehuajó) le exigió a Máximo que se deje de joder y ponga un poco de seriedad al peronismo", recordó.

Y agregó sin titubear: "Lo del crimen del chofer fue una locura. Y sin dudas que la agresión a Berni algo nos está marcando. Pero todavía falta mucho: Cristina va a elegir a Massa o a Kicillof para que lidere la lista a Presidente. No puede salir de ahí porque perdemos el apoyo de los gobernadores. Lo hará en junio. Y hay que ver si el impacto de la muerte del chofer todavía sigue latente. El Cuervo (Larroque) quiere que sea Cristina pero Máximo y Wado no".

Comentá la nota