No solo los alimentos empujarán la inflación general de marzo. También harán lo suyo los servicios regulados como la energía y el gas, el incremento en los surtidores, y rubros como educación, vivienda e indumentaria. Así consta en los diferentes relevamientos de Eco Go, CyT Asesores Económicos, Orlando Ferreres y Asociados y el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortíz (CESO), consultadas por BAE Negocios. El nivel general de la suba de precios para el tercer mes del año podría ubicarse arriba del 5%, y del 54% en términos interanuales.

El acuerdo con el FMI prevé que la inflación de este 2022 podría oscilar entre un 38 – 48%. Sin embargo, todo indicaría que, para este año, el piso sería del 50 por ciento, y con un riesgo al alza.

“Dada la falta de credibilidad en las políticas antinflacionarias del Gobierno, ese 50 por ciento funciona como piso, con una inercia al alza por el contexto internacional y por la posible suba de tarifas. Es más, sería razonable que las tarifas suban igual que la inflación”, indicó a BAE Negocios Martín Kalos, director de EPyCA Consultores.

Para Camilo Tiscornia, de CyT Asesores, las subas en los servicios de gas y electricidad (20,0%), sumado a un 7 por ciento en las naftas, seguido por indumentaria (6,0%) y alimentos (5,0%), plantearían una inflación general para marzo “cerca de los 5 puntos de inflación”. Mientras que para el CESO, se ubicaría en el 4,9%, con una fuerte preponderancia del rubro alimentos (6,3%).

“Está claro que la inflación de marzo estará marcada por las subas en naftas y alimentos. Esto tiene que ver con el incremento de los precios internacionales y por un arrastre inercial. La variación del 7,5% en alimento de febrero fue antes de la guerra. Ambos son los rubros más preocupantes porque la dinámica no se detiene”, agregó Kalos.

Por otro lado, desde la consultora Orlando Ferreres y Asociados estiman que las principales subas se concentrarán en rubros como educación, por el inicio del ciclo electivo (16,0%), y salud (4,3%). Sin embargo, su proyección mensual es la más baja en relación a las demás consultoras: “De acuerdo con el IPC-OJF (GBA), el dato preliminar de inflación de marzo (promedio tres semanas del mes) fue de 3,3% mensual, mientras que la inflación núcleo registró una variación del 3,0% mensual.”

Guerra contra la inflación

En la guerra contra la inflación, el Gobierno implementó el fideicomiso del trigo financiado con el incremental de 2 puntos en las retenciones al aceite y harina de soja, y la aplicación de una canasta de productos para mercados de cercanía. También profundizó los controles frente a lo que Roberto Feletti denominó “un shock especulativo”. Entre el 16 y 18 de marzo, hubo remarcaciones que promediaron el 14 por ciento.

Ese matiz especulativo fue confirmado, incluso, por el relevamiento que realiza la consultora Eco Go: “La búsqueda de las empresas por anticiparse a las posibles consecuencias negativas sobre su rentabilidad que tendrían las medidas contra la inflación, sumado al contexto internacional, empujaron la suba de precios en los principales productos de la canasta que solo en la tercera semana del mes registró un aumento del 4 por ciento.”

Para la consultora que dirige Marina Dal Poggetto, la variación general de precios para marzo se ubicará cerca del 5,7 por ciento. Por fuera del rubro alimentos, lo que más aumentó fueron los servicios regulados como el gas y la luz (20,0%), los servicios de medicina prepaga (6,0%), educación (18,0%) y combustibles (10,3%).

“El impacto de la guerra Rusia Ucrania no solo afecta de forma directa el precio de insumos claves como los combustibles y los granos, sino que genera mayor incertidumbre”, indicó Dal Poggetto en su último informe. Con esta proyección, la inflación interanual se ubicaría en torno al 54 por ciento, mientras que la suba anual para los alimentos llegaría al 64 por ciento.