La industria comenzó el 2023 con un leve paso hacia adelante

La industria comenzó el 2023 con un leve paso hacia adelante

Durante enero registró una recuperación, parcial, luego de la fuerte caída de diciembre. Sigue operando por debajo de los niveles de mediados del 2022, cuando la falta de dólares empezó a complicar. Sin embargo, también está bien por encima de los niveles de diciembre de 2019

 

Por Mariano Cuparo Ortiz

La actividad industrial arrancó el año dando un paso adelante, aunque todavía sigue bien por debajo de los niveles de mediados del año pasado, cuando las dificultades cambiarias obligaron a restringir importaciones. Durante enero, la mejora de la producción fabril fue de 0,7% mensual, lo que implicó una recuperación sólo parcial respecto a la contracción de 1,2% que se había registrado durante diciembre. Con todo, el número es mejor a lo esperado, ya que desde la Secretaría de  Industria habían proyectado una nueva baja. La mejora de enero vino de la mano con un incremento de las importaciones.

El Indec publicó el informe del Índice de Producción  Industria (IPI) manufacturero correspondiente a enero, que mostró un incremento mensual desestacionalizado de 0,7% pero además un crecimiento interanual de 6,3%, aunque vale destacar que esa comparación fue contra un enero de 2022 muy malo, en el que hubo un rebrote histórico de contagios de Covid-19 y además los apagones de luz provocados por una ola de calor llegaron a desembocar en cortes programados en las fábricas.

El secretario de Industria, José De Mendiguren, celebró el número con el que inició el 2023: "Hoy el Indec informó que la industria inició el año con crecimiento, tanto interanual como intermensual. Estamos cumpliendo el compromiso de Sergio Massa: ordenar las variables macroeconómicas sosteniendo el nivel de actividad".

Con todo, la producción estuvo 2,6% por debajo de los niveles de junio del año pasado, cuando llegó a observarse un nuevo pico, tras la sostenida contracción industrial que caracterizó al período de Cambiemos en el gobierno, luego sucedida por el fuerte e histórico impacto de la pandemia. En ese sentido, vale la aclaración de que, incluso con este nuevo parate, acerca del cual enero dio una buena noticia, la industria opera nada menos que 13,1% por encima de como lo hacía en diciembre de 2019.

Aunque desde el Ministerio de Economía señalan que el parate fabril está más relacionado con el consumo y que el nivel de importaciones viene más aceitado que lo que indican las empresas, con un porcentaje de aprobación del Sira del 76% de los pedidos realizados, lo cierto es que la actividad industrial cayó en los meses en los que las importaciones se redujeron y creció en los meses en los que se aflojó el cepo del comercio exterior. 

De hecho, en enero el Indec había mostrado un repunte de 2,7% mensual desestacionalizado en las compras externas. En diciembre había caído 1,5% y la actividad había estado en línea con una baja de 1,2%. En noviembre ambas variables habían crecido y en octubre y septiembre habían registrado sendas bajas paralelas.

Bajo esa lectura, desde la consultora LCG advirtieron que el impacto de la sequía va a terminar teniendo efectos negativos en la actividad fabril, ya que la falta de dólares por las menores exportaciones generará un ajuste en el control importador: "En lo que respecta a la industria para 2023, con una severa sequía que se estima reste en torno a USD8.000 millones de exportaciones, en conjunto con pagos netos de deuda (USD 3.000 millones con el FMI, por ejemplo), esperamos que las regulaciones al acceso de insumos importados se mantengan y profundicen. Por lo tanto, proyectamos crecimiento marginal respecto al observado durante 2022, en torno al 0,3% promedio". 

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