La industria arrancó el año en caída y la meta de reservas complica las cosas

La industria arrancó el año en caída y la meta de reservas complica las cosas

La actividad productiva del sector fabril registró una contracción de 1,9 por ciento respecto a los niveles de febrero y de esa forma acumuló una caída de 3,6% a lo largo del primer trimestre. La necesidad de acumular dólares para cumplirle al FMI obliga al BCRA a conseguir USD1.500 millones en los próximos dos meses, tiene potencial para golpear a las importaciones y acentuar el complejo panorama. 

 

 

La industria dejó de dar buenas noticias en el primer trimestre del 2022. Entre marzo y diciembre se registró una caída de 3,6% en la producción del sector. Ya durante enero se había visto un desplome de 6,4% mensual, en febrero se había recuperado parcialmente con un alza de 5% y en marzo coronó una nueva caída de 1,9%. Flojo arranque para un año en el que la expectativa oficial sigue siendo positiva pero para los privados no tanto. Y es que las necesidades del BCRA de acumular reservas para cumplirle al FMI tendrán efecto sobre la actividad fabril.

Al respecto, desde la consultora LCG señalaron: “Para la industria esperamos un crecimiento más modesto en 2022, levemente por debajo del arrastre estadístico que dejó el 2021, de 2,8%, con condiciones económicas internacionales menos favorables, con proyecciones de crecimiento brasileras que siguen ajustando a la baja. En paralelo la necesidad de sumar reservas en el marco del programa con el FMI podría implicar una mayor restricción de importaciones ralentizando la actividad”.

En 2021 la industria se recuperó de tres años de caída y anotó una mejora de 15,8%, lo que la dejó todavía 4,7% por debajo de los niveles promedio del pico productivo del 2017 electoral, donde el gasto en obra pública generó un salto en la demanda al sector. Si se corrobora el 2,8% proyectado por LCG, se tratará de la segunda mejora consecutiva al comparar promedios anuales pero, al estar por debajo del arrastre estadístico, significará que, si se miran las puntas, en diciembre del 2022 la cosa estará un poco peor que en diciembre del año pasado.

La cuestión de las reservas y la actividad económica es una clave. Las pyme en particular y la industria en general reiteraron reclamos, en las últimas semanas, hacia el presidente del BCRA, Miguel Pesce. La necesidad de aflojarle a las restricciones importadoras para intentar dinamizar a un sector que fue un eje fundamental del crecimiento del 2021 y que ahora comenzó a mostrar dificultades está en el centro de la agenda.

Para la consultora Equilibra, llegar a la meta de USD4.100 millones de acumulación de reservas netas durante el primer semestre implicará restringir importaciones de manera tal que no se pueda sostener el crecimiento económico. Con USD1.875 millones acumulados en el primer cuatrimestre y un ingreso esperado de USD690 millones, el Central deberá conseguir otros USD1.500 millones en el mercado entre mayo y junio.

Señalaron: “Si bien este monto equivale al 70% de lo que logró comprar en mayo-junio de 2021, en lo que va del año viene comprando menos de un 5% de lo que compró en igual período de 2021. Cumplir con la meta de acumulación de reservas implicaría un crecimiento económico nulo en el promedio del año, mientras que, si la meta se flexibiliza, por ejemplo, en USD2.000 millones, la economía podría crecer 1%”.

Los datos de producción industrial del primer trimestre fueron publicados por el Indec y dieron cuenta de un mal inicio para un año que luce complejo. El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, de todas formas, destacó que la coyuntura es mejor que la recibida: “Cerramos el mejor primer trimestre industrial en 4 años: la producción fabril no sólo fue mejor a la de 2020 y 2021, sino que fue 9,8% mayor a la de 2019”.

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