Por Daniel Lozano

CARACAS.- El gobernador Henrique Capriles encuentra 30 minutos para LA NACION en medio de una campaña trepidante y de su acción de gobierno en el estado de Miranda. Se sabe ante los ojos del mundo tras la ola de violencia contra la oposición y la inédita presión internacional sufrida por el chavismo. También sabe que las elecciones del domingo son trascendentales para el futuro de su país, el "principio del cambio". El ex candidato presidencial en las elecciones de 2012 no ahorra críticas contra Nicolás Maduro, predice el triunfo de la oposición y sostiene que la victoria de Macri es "inspiradora" para toda América latina, "cansada de los gobiernos sectarios".

-La oposición llega a las elecciones del domingo con una ventaja sorprendente y después de una presión internacional inédita contra el chavismo.

-Me cuentan que incluso hubo una carta de la presidenta Dilma Rousseff entregada a Maduro. Me cuentan, repito, no la vi. Una carta en términos muy duros, muy firmes, del gobierno de Brasil. Unasur se pronunció. Luis Almagro [el secretario general de la OEA], ahora descalificado, también.

-El rifirrafe con Almagro fue virulento.

-Dan pena las descalificaciones del gobierno frente a Almagro simplemente porque esté diciendo la verdad. Demuestra su poco argumento, que entra directamente en la descalificación personal. Creo que hay alguien allá [en el gobierno] que tiene un poquito de cabeza y que les dijo "vamos a dejarnos de esto", porque el efecto que está generando es todo lo contrario. Lo que está generando más bien es un efecto búmeran, se les está devolviendo.

-¿Cambiará el triunfo de Mauricio Macri en América latina el mapa estratégico del continente?

-El Macri del ballottage es un Macri de centro, no un Macri de derecha. Macri entendiendo el reto de gobernar la Argentina. En Venezuela también hay extremos y los extremos se necesitan, se alimentan entre sí. Yo veo uno de los extremos de aquí que celebró el triunfo de Macri como que fueran su comando de campaña. Sí creo que la victoria de Macri es inspiradora para América latina, porque el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner era un gobierno hegemónico, que atropellaba. La Presidenta, cuando las elecciones con Maduro, en la reunión con Unasur, se opuso a la auditoría de los votos. Algo inaceptable porque para cualquier demócrata, las partes tienen derecho a pedir una auditoría. Ella era prácticamente un actor político en el proceso venezolano.

-Maduro dice ahora que se va a levantar el pueblo argentino.

-No lo creo. Macri tiene un gran reto: hacer una buena gestión de gobierno y que sea inspiradora en América latina. En la Argentina votó la gente para cerrar el ciclo de la señora Kirchner. ¿Cuál fue el grave error de Scioli? En vez de abrirse, se cerró abrazado a la Presidenta. El país en la primera vuelta dio una señal clara de que no quería más Kirchner.

-¿Cuál es el reto de Macri?

-Representar el cambio en la Argentina. Iniciar un nuevo ciclo, que le hable a todos los argentinos. Ese Macri del ballottage es un Macri de centro, amplio; yo creo que esa es la clave de lo que debe venir para América latina. Los latinos estamos cansados de los extremos. Del gobierno que insulta, que atropella, del gobierno sectario, del gobierno que quiere volver a un debate "que si esto es un problema de la izquierda o de la derecha". Nada más alejado de la realidad.

-¿Quién va a ganar el domingo?

-No tengo ninguna duda de que ganamos los que queremos cambio. No hay forma de que el gobierno gane. No hay forma.

-Maduro sigue insistiendo: si gana la oposición saldrá a las calles con el pueblo y con ayuda de los militares.

-¿Con quién? ¿Con quién va a salir Maduro? Yo lo he visto en sus actos de calle. Dan pena, dan vergüenza.

-¿Es un farol del presidente para intimidar al electorado o existe verdadera intención de dar un golpe de mano?

-No veamos las encuestas solamente para ver cuántos diputados va a sacar la oposición. Veamos el 20% de índice de aprobación de Maduro y al 90% de los venezolanos calificando como negativa la situación del país. Cuando ves las encuestas, ves el sentimiento que produciría en la población la victoria de la Unidad, más del 60% la vería con buenos ojos. Maduro es capaz de cualquier cosa, capaz de querer dar un golpe de Estado. Él puede querer hacer eso: ahora, una cosa es que quiera y otra cosa es que pueda. Una cosa es que él quiera y otra cosa es que el país lo acompañe. Ése es el gran reto. Si Maduro se radicaliza, Maduro va a adelantar la fecha de su salida del gobierno.

-¿Qué cree que pasará entonces tras conocerse los resultados?

-Les va a pasar exactamente lo mismo que hicieron con el tema de apelar a la violencia: efecto contrario. Aquí está la gente dispuesta, por lo que yo he podido ver, a torcerle el brazo al gobierno. La Venezuela de hoy es claramente mayoría del cambio y el cambio va a ir a votar.

-¿Qué debería hacer Maduro el domingo?

-Reconocer su derrota y ponerse a la orden de la nueva asamblea. Eso haría un demócrata. ¿Tendrá la inteligencia y la altura? Ésa es la gran pregunta del 6-D.