Guzmán encara los dos últimos días de pulseadas confidenciales con los bonistas

Guzmán encara los dos últimos días de pulseadas confidenciales con los bonistas

Pese a que la oferta superaría los USD50 con el cupón atado a exportaciones, los fondos presionan por más. La intención oficial es presentar la enmienda con el mayor consenso posible entre los grandes fondos

 

 

El Gobierno encara una nueva semana clave de cara a la reestructuración de USD66.248 millones de deuda externaBajo acuerdos de confidencialidad hasta el martes, el ministro de Economía, Martín Guzmán, mantendrá otras dos jornadas de negociación con los bonistas en busca de un preacuerdo para presentar la enmienda final a la oferta en los días siguientes.

Se trata de un momento crucial en la pulseada para definir los términos del canje. Tras la baja adhesión recibida a la oferta original valuada en USD40 de recupero por cada lámina de USD100 de valor nominal, la que aún hoy está vigente en la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC), el Ejecutivo elevó en sucesivas oportunidades su ofrecimiento. La propuesta que hoy está en danza roza los USD50, el límite que pautó el FMI para cumplir el marco de sostenibilidad, a raíz de la incorporación de varias de las pretensiones de los bonistas: una quita de capital reducida a su mínima expresión; una reducción del período de gracia, que podría quedar en un solo año; reconocimiento de los intereses devengados.

A eso se suma el endulzante de un instrumento de recuperación de valor con un cupón atado al promedio de cinco años de las exportaciones agropecuarias que, al gatillarse sólo en caso de que el ingreso de divisas genuinas sea superior al proyectado, permitiría saltar el cerco pautado por el Fondo y sumar unos USD3 adicionales, según cálculos de fuentes con conocimiento de las conversaciones confidenciales.

Sin embargo, pese a que la propuesta se acerca mucho a los entre USD53 y USD55 que reclamanmuchos de los grandes fondos, sobre todo Ashmore –el mayor tenedor del Global 21, que vence el año que viene- y los tenedores de bonos del canje 2005 –que tienen cláusulas jurídicas más beneficiosas-, presionan para cobrar más.

La hoja de ruta oficial indica: continuar con los intercambios virtuales hasta el martes, cuando vencen los acuerdos de confidencialidad, y luego presentar la enmienda final en la SEC antes de que termine la semana, tal como señaló Guzmán el viernes al prorrogar por cuarta vez el cierre de la negociación por otros siete días hasta el 19 de junio. La intención es que esa oferta llegue con consenso de los bonistas. Pero esto hoy no está asegurado ante las presiones de los fondos más duros.

Sin preacuerdo, fuentes de Economía no descartan ninguna de las dos alternativas en danza: presentar igual la oferta final antes del viernes e intentar captar las mayorías necesarias ya durante el último período de suscripción, lo que dejaría mayores posibilidades de que el canje termine por ser parcial y queden otra vez los holdouts sobrevolando los tribunales neoyokinos; o volver a estirar el plazo de negociación, lo que postergaría la presentación de la enmienda.

Por eso, Fernández intenta por todas las vías convencer a Larry Fink, el presidente de Blackrock, a quien ya interpelaron el exCEO de YPF, Miguel Galuccio, y el primer mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador. Ahora en el Ejecutivo buscan que el Tesoro estadounidense le pida colaboración. Es que consideran que la adhesión del lobo mayor de Wall Street será clave para arrastrar a los demás acreedores.

"Yo quiero ser optimista. Todos queremos evitar el default. La Argentina está haciendo un esfuerzo enorme tratando de hacer una oferta que también atienda el reclamo de los acreedores", dijo al respecto el presidente Alberto Fernández esta mañana en Radio 10. Allí, afirmó que mantendría un encuentro con Guzmán por la tarde para hablar sobre la marcha de la negociación y del plan de reforma fiscal que impulsará el oficialismo, aunque hasta la noche del domingo las fuentes oficiales no confirmaban que se haya realizado la reunión.

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